28- Welcome Río

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Día 3

La noche había sido eterna para la castaña que no había parado de llorar en toda la noche, por primera vez en su vida Martin quería terminar con todo lo que tenían, la noticia la había golpeado de una manera muy inesperada, estaba lista para cualquier cosa, menos para que Martin la dejara.

-¿Estas despierta?- Denver murmuró detrás de ella abriendo los ojos debido a la luz que entraba por la ventana.

-No- Denver se rió bajito para levantarse, procedió a ponerse los zapatos y se estiró haciendo sonar los huesos de la espalda.

Isis no se movió, observando un punto fijo en la pared, todavía demasiado afectada para comenzar un nuevo día. Lo único que la mantenía de ánimo era saber que hoy volvía su amigo.

-Hey...¿me estás escuchando?- Denver le pasó la mano por la cara llamando su atención.

-Lo siento- ella se sentó en el sillón viendo como el castaño se acomodaba la remera, tenía el mono abierto y en la cintura al igual que ella para mayor comodidad.

-¿Lograste dormir algo?- el chico se arrodilló frente a ella para subir el cierre del mono una vez que ella se lo puso bien.

-No me jodan- Nairobi entró de repente y lo primero que vio fue a los dos chicos demasiado cerca y en lo que parecía una situación comprometedora.

-No es lo que parece- Denver levantó sus manos con inocencia.

-¿Ustedes dos se acostaron? ¿¡Que cojones les pasa?!- la pelinegra cerró rápido la puerta sin querer llamar más la atención de los demás.

-¿Que dices?!- Isis se enojó ante la insinuacion de Nairobi.

-Que no ha pasado nada Nai- el chico intervíno al ver la mueca de molestia en la cara de su amiga quien salió rápido de ahí dando un portazo.

-Joder...¿Todavia sigue enojada?-

-No lo sé, deberías preguntarle- Denver se rascó la nuca incómodo.

-Como voy a hablar con ella si lleva evitandome todo el rato-

-Por algo será...- murmuró bajito el castaño defendiendo a su amiga.

-Te escuché... ¿Sigue enojada conmigo?-

-No creo que enojada, pero si un poco decepcionada- el la miró arreglandose la ropa rápido para estar listo para ese nuevo día. -Deberias hablar con ella-

Nairobi se quedó sola en la habitación pensando en todo lo que había pasado, definitivamente no había hecho lo correcto, en ese momento solo quería lastimar a su compañero Palermo, sin darse cuenta que estaba lastimando a Pripiat. Por lo que caminó por los pasillos del banco hasta llegar al baño, dónde encontró a la castaña quien se mojaba la cara con el agua fresca.

-Quiero estar sola- la chica la miró de reojo por el espejo en frente de ella.

-Necesito que hablemos, no me gusta estar así Pri-

-No es el momento-

-¿Y cuando va a ser el momento según tu?- la castaña se quedó callada en un intento de ignorarla. -Mira... Se que estás enojada y tienes todo el derecho, hablé de más lo siento-

-Te conté cosas que no debería haber dicho, pero lo hice, porque confiaba en ti y tu vas y lo dices a lo 4 vientos-

-Lo se y lo siento- Nairobi se acercó lentamente a ella. -Palermo es un idiota y necesitaba cerrarle la boca-

-¿Y por eso usaste lo que te dije? ¿Para lastimarlo?- Pripiat se secó las manos con una de las toallas colgadas y miró a la mujer de brazos cruzados, era verdad, no quería estar enojada con Nairobi pero se sentía dolida y traicionada. -¿Que ibas a conseguir con eso?-

SEMPITERNO |Palermo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora