14- Cincinnati

799 49 82
                                    

-Tia, pero está fresa blanca?- Martin escucho como la pelinegra se quejaba un poco.

-Ay de verdad que eres un poco piji Tokio- Denver la molestó mientras se reían.

La banda había terminado el almuerzo en paz, habían puesto varias frutas traídas por los monjes, por lo que todos se encontraban de sobremesa, bebiendo vino y charlando en un ambiente totalmente relajado.

Menos Isis quien se encontraba alejada jugando con el pequeño bebé de Mónica y Denver. Ambos miraban las flores y hojas que había traigo el niño, habían juntado una gran variedad de vegetación que fue elegía minuciosamente por el pequeño. Cincinnati tenía puesto un mini mono rojo y la castaña le había pintado bigotes como las máscaras que habían usado en el pasado, como las que volverían a usar después de 3 años.

Isis lo miro totalmente hipnotizada, estar con el menor le traía una paz inexplicable, era una sensación tan linda la que le invadia el corazon, un hijo era todo lo que ella siempre había querido desde que había perdido a su bebé y cuidar a Cincinnati era lo más cercano que tenía a esa sensación de felicidad que había experimentado cuando supo de su embarazo.
Cincinnati era un soplo de aire fresco para la tristeza que sentía habitualmente, estar con el era como un rayito de luz en su vida oscura, así que por eso se pasaba la mayoría del tiempo con el bebé de Mónica y Denver.

-Que bonito, como se llama de verdad?- Lisboa mencionó mirando a Pripiat y a Cincinnati jugar, casualmente eran los menores del monasterio.

-Eso que te lo cuente su padre- murmuró la rubia.

-Cincinatti- Denver sonrió mirando a la castaña y a su hijo.

-No, no- varios murmuraron sorprendidos del ingenioso nombre.

-Hay que reconocer que aqui, el amor de mi vida le quería llamar Cynthia cuando pensaba que iba a ser una niña pero...-

-Pero es que no se veía muy claro en la ecografía- contó Estocolmo.

-Y eso?- Lisboa pregunto curiosa.

-Bueno es que solo me pudieron hacer la primera-

-Bueno...y dónde fue la primera? Te acuerdas?- Denver mencionó divertido.

-Si...-

-En la clínica de Sinaloa-

-De Silawesi- le corrigió la rubia mirándolo con ternura

-Silawesi... Bueno si parecía aquello un taller de motos cutre madre mía- se quejo divertido.

-Asi que una y no más- varios presentes se rieron ante la anécdota.

-A mi me sacaron una bala en un taller de tractores, en la guerra- de repente Helsinki hablo, aportando su granito de arena a la conversación.

-Eso no me lo habías contado mi amor- Nairobi lo miró sorprendida.

-Si- afirmó.

-Donde?- la pelinegra cuestionó totalmente curiosa.

-En culo quieres verlo?-

-No no no no- varios se quejaron divertidos ante lo dicho por el serbio.

-Ay no. No, enseña la mascota, helsi la mascota- Nairobi se puso euforica, queriendo que todos conozcan el secreto de su amigo.

-No...- murmuró un tanto tímido.

-Si hombre, vamos a presentarles a la mascota enseñaselas- su amiga lo alentó

-Que?- murmuró Denver atónito.

-Queda en familia-

-Vale vale vale mira, tengo una...- Helsinki hizo un amague de querer bajarse los pantalones por lo que todos gritaron pidiendo que no lo hiciera.

SEMPITERNO |Palermo|Where stories live. Discover now