SEMPITERNO |Palermo|

33- "Hola princesita"

-¿Profesor?- la castaña habló con miedo.

-¿Porque?- la chica quedó en silencio, sin saber que decir realmente. -Isis-

-Lo siento si? El me dijo que lo siguiera y eso hice, el es el atracador al mando no Tokio-

-Se iban a ir de ahí...¡Con los secretos de estado!-

-Yo no sabía lo que tenía en mente... Solo lo seguí-

-No puede ser- Sergio suspiró tomándose la cara con sus manos, totalmente frustrado. -Adrien tenía razón-

-¿Sobre que?- Isis se sentó en el piso, cruzando las piernas para mayor comodidad.

-Sobre tí y Martin... Los dos están locos-

-¡Oye!- se quejó.

-Es verdad, sabía que Martin no iba a aguantar mucho, que ante la mínima provocacion iba a explotar y que iba a cometer una locura y tu irías tras el sin dudarlo- Sergio la regaño sintiéndose algo culpable, el sabía lo que iba a pasar y no hizo nada por evitarlo.

-Lo siento- murmuró con la voz quebrada, eran muy pocas las veces que Sergio la regañaba y todas terminaban con ella llorando.

-Es que no te entiendo... Te ibas a ir de ahí sin pensar en la banda, en Nairobi, en Denver- finalmente la escuchó llorar. -En mi...-

-¡No quería perderlo de nuevo!- Sergio no dijo nada por lo que ella continúo. -Yo lo amo y lo sabes bien...En el barco, cuando escapabamos te rogué que me dejaras volver con el... Lo necesitaba a mi lado y no te importó-

-Necesitaba que vinieras conmigo isis-

-¡No quería Sergio! No quería porque justo en ese puto momento mirarte a la cara me hacía recordar a Andrés- se limpió las lágrimas. -¡No quería ver a Lisboa porque ella fue parte de eso!-

-Ella ya no es más...-

-¡Ya lo sé! Se que ahora está de nuestro lado pero en ese momento no quería verla... Lo único que necesitaba era a Martin y ni siquiera me dijiste dónde estaba, no me dejaste volver con el, no te importó las noches que pase llorando- Isis explotó finalmente, jamás había hablado del tema "Martin" ella siempre se quedaba en silencio y finalmente "el vaso había rebasado" -¡Así que lo siento si por una vez en mi vida elijo yo con quién quiero estar!-

La castaña iba a seguir discutiendo con su hermano de no ser por los gritos que se escucharon abajo, ella se limpió rápido las lágrimas para alejarse un poquito de la radio.

-¿Que está pasando?-

La chica se levantó y caminó despacio hasta la puerta escuchando finalmente como Río le gritaba a alguien y no fue hasta que vió a Gandia subiendo hacia la planta alta que se paralizó, rápido corrió hasta la radio para poder decirle a su hermano.

-Es Gandia... Está suelto Sergio- su hermano pudo escuchar el terror en su voz. -¿Que hago?-

-Escúchame bien, quiero que te escondas y no hagas ruido- la chica asintió sin que la pueda ver y corrió hasta un mueble pequeño llevandose la radio con ella. Una vez que se metió dentro, gracias a que ella era de contextura pequeña, esperó unos minutos ahí en silencio, con la respiración de Sergio del otro lado del radio.

El corazón se le aceleró cuando sintió la puerta principal abrirse, los pasos lentos y silenciosos que indicaban que el jefe de seguridad del banco de España estaba en la misma habitación. Un sollozo muy leve se escapó de sus labios cuando lo vió, por la cerradura del mueble, se acercó demasiado hasta donde ella estaba escondida, las manos le temblaban sin parar y rogó no tener un ataque de pánico ahí mismo.