60- This is the end.

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Martin caminó en silencio por los pasillos del cementerio, admirando como el gris cubría todo el cielo arriba de su cabeza, contempló las tumbas con flores, algunas estaban marchitas y secas, dejando entrever que nadie había visitado el lugar, un ...

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Martin caminó en silencio por los pasillos del cementerio, admirando como el gris cubría todo el cielo arriba de su cabeza, contempló las tumbas con flores, algunas estaban marchitas y secas, dejando entrever que nadie había visitado el lugar, un sentimiento de melancolía le invadió el cuerpo sintiendo los ojos picarle.

-¿Dónde estamos?- Malaika habló caminado de la mano de Martin.

-En un cementerio-

-¿Que es eso?- Oliver murmuró abrazando el cuello de su padre quien lo tenía en brazos.

-Es un lugar donde viven todos los familiares que ya no están más como nosotros- intentó explicar a sus hijos sin ser demasiado brusco.

-¿Vamos a visitar a mami?- Mali preguntó curiosa.

-Si bebé- los tres caminaron en silencio entre los pasillos, todo el lugar estaba silencioso y las primeras gotas de lluvia empezaron a caer acompañando el aura deprimente del día.

-¡Mami!- Oliver bajó de los brazos de su padre para correr hacia una de las tumbas seguido de Mali.

Martin vió como los niños corrían hacia su madre quien los recibió con los brazos abiertos, llenando de besos y abrazos a los pequeños.

-Hola mis bebés- Isis peino algunos mechones rebeldes de su hija. -¿Me extrañaron?-

-Si- Oliver murmuró abrazandose al cuerpo de su madre quien lo alzó en sus brazos.

-Yo también los extrañe un montón-

Después de muchos abrazos y besos para los niños ambos se distrajeron dejando a la pareja sola. -¿Cómo estás?- Martin se acercó a Isis para envolverla en sus brazos.

-No lo se- susurró recargando su cabeza en el pecho de su novio quien repartió caricias en su pelo.

-Si querés que hablemos...- el volvió a insistir.

-No entiendo...porque me afectó tanto- a Isis se le quebró la voz y Martin se sentó en uno de los banquitos con ella.

La madre de Raquel había fallecido después de algunos años, Isis ni siquiera era tan cercana a la adorable señora pero asistir a su funeral en la mañana había sido totalmente doloroso para ella.

De repente pensó en la madre que nunca tuvo, en el padre que perdió a muy temprana edad, en el hermano que jamás pudo salvar, a la amiga incondicional de la que no se pudo despedir...

Todo le vino de golpe y no pudo evitar ni parar las lágrimas que bajaron sin control así que ahí estaba, en una parte del cementerio donde, de forma simbólica, se podía dejar flores a esa persona especial aunque su tumba no estuviera allí.

-Porque sos humana...el mejor ser humano que jamás ví en mi vida- el la apartó para mirarla a los ojos. -Amo que seas inmensamente sensible, amo el corazón bondadoso que tenés, amo que me aguantes a mi cuando fui un idiota toda mi vida...-

SEMPITERNO |Palermo|Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt