SEMPITERNO |Palermo|

11- Barbie

•8 AÑOS ATRÁS•

-Tranquila, ya aparecerá- murmuró Andrés miéntras caminaba por los pasillos del monasterio.

-Y si no?- su hermana lo seguía con algunas cajas en sus brazos, un tanto triste.

- Isis... Si ese conejo desaparece le hacemos un favor a la humanidad- Andrés doblo por el pasillo enfrentando algunos monjes que estaban rezando.

-Quiero volver a casa...- la castaña murmuró con tristeza, al borde del llanto nuevamente y Andrés no hizo nada más que rodar los ojos.

-Por Dios deja las lágrimas para algún drama televisivo- la castaña se seco las pocas lágrimas haciendole caso -Sergio va a estar bien, Ha sido hospitalizado muchas veces no?- ella asintió dándole la razón a su hermano mayor - Entonces porque el llanto ?-

- Porque queria festejar mi cumpleaños con el- Andrés se detuvo en medio del pasillo para mirarla.

-Cuando es tu cumpleaños?- a ella se le llenaron los ojos de lágrimas nuevamente sin poder evitarlo.

-Es en una semana...quiero volver con el- lloriqueo totalmente triste de que su hermano no recordara un día tan especial para ella, como su cumpleaños.

-Ya te lo hemos dicho, no puedes estar con el en el hospital, así que vas a vivir unos meses aquí conmigo- Andrés se detuvo frente a una de las tantas puertas y la abrió, dándole paso a la castaña a que entre a la que sería su nueva habitación.

Isis camino hacia el interior y quiso salir corriendo de nuevo a España, con su hermano

-Aqui voy a dormir?- ella ingreso insegura, la habitación se encontraba llena de cajas, algunas sábanas blancas cubrían muebles y absolutamente todo el cuarto estaba lleno de polvo, cosa que hizo a Isis estornudar.

-Si, puedes acomodar tus cosas en esa mesa de alla- le señalo un mueble que se encontraba con algunos libros.

Isis apoyo la caja en la mesa que le indico su hermano pero el mueble era muy viejo, así que todo termino en el piso desparramado, incluyendo la caja que ella tanto había cuidado en el viaje.

-Andres...- gimoteo la castaña haciendo pucheros.

No estaba para nada contenta con este abrupto cambio en su vida.
Sobretodo porque Sergio no estaba a su lado, el siempre la cuidaba y se encargaba su bienestar, preguntándole si le gustaba tal cosa, siempre estando al pendiente de como se sentía.
En cambio Andrés parecía un cuidador de perros que llegaba, le tiraba un trozo de carne a su mascota y simplemente se iba.

El no estaba acostumbrado a lidiar con Isis.

-No pasa nada- el empezó a levantar todas las pertenencias de su hermana que se encontraban en la caja, todo iba bien hasta que levantó el pequeño cuadro con una foto de ella y Sergio abrazados.

Varios trozitos de vidrio estaban esparcidos por todos lados, el cuadro estaba completamente roto así como el corazón de Isis al ver semejante destrucción.
Andrés no alcanzo a decir ni una palabra que el llanto desconsolado de la niña lo interrumpió.

-No quiero estar acá...quiero volver a casa- ella dejo salir libremente todo el llanto que tenía contenido desde que había subido a ese tren que la trajo sola a Italia.

Porque Andrés nisiquiera había tenido la desencia de ir a buscarla.
Una niñita de 13 años viajando sola, sin saber muy bien a dónde iba...

Ese viaje había sido el primer viaje que había hecho en su vida, algunas personas la trataron muy mal a bordo del largo viaje y ella simplemente les sonrió como le habían enseñado...pero muy dentro suyo quería llorar.