13- Aikido

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-AIKIDO!- Nairobi gritó feliz viendo cómo Bogotá, Palermo y Denver llevaban platos y cubiertos.
Isis se rió al ver que todo lo que habían aprendido hoy en clases era puesto a prueba e increíblemente estaba funcionando, en un meticuloso plan orquestado por Nairobi, el cual consistía en que los tres hombres antes mencionados pusieran la mesa ellos solos.

La maniobra se fundamenta en el 'aikido', un sistema de combate japonés que se basa en utilizar a tu favor las cualidades de tu rival...

"Entre nosotros diez no podríamos tomar el Banco de España. La fuerza de nuestro enemigo es muy superior a la nuestra. Lo que no podamos hacer nosotros lo hará la Guardia Civil, el ejército de España y hasta la propia seguridad del banco".

Las autoridades se encargarían de hacer todo el trabajo sucio, mientras la banda coordinaría la operación, disfrazados de soldados del ejército

"Controlarán que nadie se acerque a menos de 150 metros. Los mismos vigilantes del banco nos facilitarán el recuento del número exacto de rehenes".

Había mencionado el profesor en la mañana, obviamente todos lo habían observado totalmente maravillado por dicha estrategia que tenía planeada.

"Colocaremos cargas en fachada y ventanas en la calle y a plena luz del día sin ser vistos, gracias al humo que va a lanzar la Guardia Civil para dispersar a la multitud. La Guardia Civil y la propia seguridad del banco barrerán el edificio despacho por despacho y lo evacuarán en menos de tres minutos. Nos ayudarán a meter todo el material que necesitamos para el robo. Y escoltarán a todos los rehenes que nos sobran"

¡Un plan infalible que saldría a la perfección!

Así que Isis fue testigo, sentada en la mesada de la cocina, como ninguna había hecho un mínimo esfuerzo, usualmente siempre eran las mujeres quienes se encargaban de la mesa, acompañadas del profesor, Helsinki y Marsella, en cambio los demás se hacían los distraídos, casi nunca ponían la mesa, así que la pelinegra se puso manos a la obra para cocinar una cena a la cual le gustará a los tres hombres, cuando el monasterio se inundó del aroma de la deliciosa carne al horno Denver apareció junto con Bogotá para empezar a acomodar todo, le siguió Palermo un momento después y así fue como Nairobi consigo sin siquiera pedirlo, que tanto Palermo como Denver y Bogotá pusieran la mesa.

-Aikido- murmuró Isis chocando los 5 con Nairobi, quien dejó la carne en la mesada para ser posteriormente llevada por Denver, Bogotá llevo la bandeja de papas y verduras y por último Martin quien agarró algunas botellitas de cervezas para llevarlas a la mesa.

Isis suspiró mirándolos a todos organizandose para sentarse a comer, últimamente se sentía un poco triste, sentía una angustia que hacía que quisiera llorar en cualquier momento y no sabía el porque, simplemente tenía el ánimo por el suelo, estaba cansada de llorar asi que hacía todo lo posible para evitar las lágrimas en sus ojos. Miró sus manos un rato tratando de respirar con calma.

Martín al no ver a la castaña cerca de la mesa volvió a la cocina, donde la encontró en el mismo lugar en el que la había dejado, se acercó a la encimera de la cocina donde estaba sentada con las manos en su cara.

-Hey que pasa?- le agarro las manos alejándolas de su cara, mirándola a los ojos, los cuales estaban algo vidriosos.

-Nada...estoy bien- ella intentó sonreír pero fue más una mueca. Martin se metió entre su piernas para abrazarla, recargandola en su pecho.

-Sabes que podés decirme lo que sea Isis- ella asintió en silencio, si abría la boca probablemente terminara llorando.

Martin le acaricio el pelo notando su silencio, en la semana se había percadato del bajo ánimo que poseía, quedándose callada la mayoría del tiempo, algo alejada del resto de la banda. Hasta Nairobi se había acercado a él para preguntarle sobre el estado de la castaña.

SEMPITERNO |Palermo|Where stories live. Discover now