SEMPITERNO |Palermo|

27- Bella Ciao

Martin caminó a paso decidido siendo seguido por la castaña, una vez que ingresó a la habitación le dió el paso a la chica cerrando la puerta después.

-¿Que pasó Martin?- el argentino carraspeó la garganta molesto. -Palermo- Isis rodó los ojos sin que el la viera.

-¿Se puede saber que estaban haciendo?-

-¿Quienes?- Pripiat lo miró sin entender realmente lo que el decía.

-No te hagas la boluda Isis-

-Denver estaba dándole consejos a Miguel de como conquistar a Amanda- ella se cruzó de brazos una vez que se sentó en el escritorio.

-¿Y por eso los abracitos?-

-¿Que? ¿Es en serio?-

-Si- Martin también se cruzó de brazos frente a ella.

-No te entiendo...- la castaña miró el piso con ojos tristes.

-¿Que se supone que no entendés?-

-A tí... Nairobi dijo que yo era tu perrito faldero,  que siempre andaba atrás de tí, que te endiosaba, que era la única enamorada... dijo que tú no amabas a nadie-

-Isis...- Martin suspiró profundamente al ver el semblante triste de la chica que lo interrumpió.

-¿Y sabés que es lo peor? Que tú no le dijiste nada, te quedaste callado cuando ella aseguró que tú no amabas a nadie...- la castaña se limpió una lágrima traicionera que bajó por su mejilla.

-Palermo ¿me recibes?- Sergio interrumpió el tenso momento hablando por la radio.

-Lo escucho profesor- el argentino, muy a su pesar tuvo que contestar, terminando de forma abrupta la conversación.

-Van a entrar, necesito que reunas a todo el mundo ¡repito van a entrar!-

-¿Cuando y que tipo de ataque?-

-Todavía no lo se, atentos a la escucha- la línea quedó silenciada y por más que Martin quisiera seguir con la castaña sabía que no podía, así que rápido volvió a la piel de "Palermo" por lo que le ordenó a Pripiat reunir a todos ahí mismo.

...

-Señoras y señores van a entrar- Martin les habló a todos una vez que se reunieron, dejando a cargo de los rehenes a Matías. -Y todos sabemos muy bien lo que eso significa ¿o no? Me gustaría tener más información pero lamentablemente no la tenemos así que nos queda un solo camino... utilizar la violencia como método disuasorio- el argentino levantó las mantas pesadas que tenía detrás de el revelando un arsenal de armas y municiones.

-¿Cómo?- Como era de esperarse Tokio fue la única que estaba en contra de las órdenes de Palermo.

-Que ni bien veamos aparecer el primer blindado lo vamos a cagar a tiros, lo vamos a hacer recular-

-¿Eso te lo ha dicho el profesor?-

-Perdimos contacto con el profesor y no sé muy bien si es un problema técnico o algo más grave, el asunto es que estamos solos y yo estoy a cargo ahora?-

-Haber haber haber un momento- murmuró tratando de mantener la calma. -No sabemos por donde van a entrar, ni si lo van a hacer con blindados, descolgandose por las ventanas o por las putas alcantarillas dime...¿donde coño vas a lanzar esos misiles? Nos hemos vuelto locos ¿o que?- todos los presentes guardaron silencio sin querer mirar a la pelicorta. -Chicos no me jodais ahi afuera está nuestra gente, hemos entrado aquí lanzando dinero, no bombas- la pelicorta se paseó por frente de sus amigos a la espera de hacerlos entrar en razón. -Esa nunca sería una estrategia del profesor... el intentaría ganar tiempo-