32- Isis birthday

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5 años atras


El 17 de marzo era un día muy especial para la castaña, y ese año, justamente era muy especial ya que al fin cumplía 18 años y estaba muy emocionada, Andrés y Martin le había prometido ir a un bar para tomar algunos tragos y Sergio iba a acompañarlos ya que venía desde España para festejarlo con su hermana a la que no había visto en meses.
Lo primero que Isis vio al despertarse fue a Martin quien tenía una flor muy bonita entre sus manos y después de una serie de besos y caricias el argentino le obligó a levantarse para ir a desayunar, dónde lo esperaba Andrés y Tatiana con grandes sonrisas y una mesa llena de cosas ricas.
El patio estaba decorado con más flores, cortesía de los monjes que querían muchísimo a la chica, sobretodo Joao, el monje más joven quien venía de Brazil, y Martin por supuesto que estaba celoso.

-Son solo unas flores- Isis se rió persiguiendo a Martin por los pasillos del monasterio.

-Que justo te las tiene que dar el pelotudo ese, si claro- la castaña volvió a reírse totalmente divertida.

-No le digas a si... Es lindo- murmuró con el solo objetivo de molestar al argentino quien paró su caminata para voltear a verla.

-¿A si?- el murmuró con sorpresa por lo que ella asintió siendo muy consciente de lo que se le venía.

-¡MARTIN!- Isis chilló cuando el la acorraló contra la pared.

-Yo soy más lindo- se quejó mientras repartía besos en su cara y cuello, acelerando la respiración de la chica, las manos de Martin recorriendo y acariciando la suavidad de las piernas femeninas de Isis.

-Si...pero el es más joven-

-Andate a la mierda hija de puta- Isis se rió más fuerte y antes de que el argentino se fuera de ahí enojado, ella hizo lo que siempre sabía hacer, colgandose a su torso como un koala, por lo que Martin no tuvo más opción que agarrarla por las piernas para que no cayera al piso.

-Al único que quiero es a tí, mi osito gruñón- habló con demasiada ternura abrazándolo por el cuello y haciendo reír al chico por el apodo tonto.

Martin la agarró de la nuca para darle un beso, uno que demostrará que el era mejor que ese monje brasilero, Isis se sentía muy especial ese día, solo quería pasarlo con sus hermanos y Martin, comer algo y pasar el día juntos, hasta ahora estaba recibiendo más de lo que ella había pedido.
Un pequeño gemido salió de la boca de Isis cuando el le mordió el labio, de a poco sus manos fueron bajando de su cabeza a su espalda para terminar en su trasero al cual apretó con descaro, metiendo las manos bajo el pequeño vestido celeste.
Un carraspeo resonó en el silencio del pasillo asustando a los dos chicos, quienes voltearon rápido encontrándose con unas maletas y a un Sergio demasiado serio y molesto.

-¡Hermanito!- Isis se liberó rápido de las manos de Martin y corrió hasta su hermano a quien abrazo de forma efusiva.

Definitivamente estaba siendo un muy buen día.

Después de un día lleno de regalos, felicitaciones y más flores, llegó la tan esperada noche, Isis se arregló dejando su pelo al natural, un vestido blanco con algunos volados abajo y tiras finitas que adornaban sus hombros, regalo de Martin, se maquilló de forma ligera y por último se puso el collar que Andres y Tatiana le habían obsequiado, cortesía del último robo de la pareja, una vez que estuvo lista se miró en el espejo y sonrió conforme, ya estaba preparada para ir a su primer bar.
Sergio se quejó todo el viaje, argumentando que Isis no debería tomar alcohol, que no estaba de acuerdo en ir al bar y que podía ser peligrosos, como si la chica no se hubiera emborrachado tiempo atrás en la boda de Andrés, como si no hubiera estado ya en peligro, pero ella no dijo nada, demasiado embobada con Martin en ese traje negro que le quedaba demasiado perfecto para ser verdad, y el perfume masculino no ayudaba mucho en su concentración.
Una vez que llegaron todos se bajaron y Andrés y Sergio entraron rápido al lugar.

SEMPITERNO |Palermo|Where stories live. Discover now