51- Jeep

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-Voy a poner este gel sobre tu estómago ¿Está bien?- Isis asintió nerviosa. -Va a estar frío- advirtió la profesional de la salud con una sonrisa.

Isis se tensó cuando el líquido helado la tocó, estaba ansiosa y a la vez no, las cosas estaban algo tensas en casa con Martin, había un ambiente casi nervioso por parte de él y aunque ella intentó de todas formas volver a la normalidad nada funcionaba, Martin hablaba con lo justo y necesario, los abrazos mientras veían películas habían quedado en el pasado y sobretodo las noches de intimidad.
Por eso mismo estaba sola en su primera visita al obstetra, ella no quería obligar ni forzar nada con Martin y si bien le dolía haber venido sola, sin el padre de su bebé, lo tenía a Dani, quien esperaba pacientemente en la sala de espera. El era el único que sabía por el momento y cuando Isis le dijo que iría sola el chico se negó de forma rotunda, no iba a dejarla sola para estás visitas tan importantes.

-Bien... Acá tenemos al pequeño bebé- Isis finalmente prestó atención a lo que la doctora le indicaba viendo una mancha blanca chiquita en la pantalla.

-¿Enserio?- ella giró la cabeza tratando de buscarle una forma al bebé que crecía detro suyo pero era simplemente una manchita.

-No le encuentras forma ¿Verdad?- Isis simplemente asintió avergonzada. -Es muy pequeño para que tenga una forma definida pero está es la cabeza- ella le señaló de forma amorosa las partecitas que se veían. -Tienes 2 meses de embarazo- la doctora limpió el gel.

Isis iba a sonreír pero algo se le metió en la cabeza, hace 2 meses estaba metida en el banco de España, siendo torturada, con heridas y casi al borde de la muerte... entonces una duda le surgió. -El bebé...¿Está bien?-

-Si cariño, está creciendo de forma sana y todo está más que bien- la mujer apretó algunos botones en la pantalla para imprimir la foto de la ecografía. -Por lo genera cuando llegan los 3 meses las náuseas desaparecen ¿Cómo vas con eso?-

-Han estado muy intensas por la mañana- ella murmuró recordando como había despertado por el malestar y prácticamente había corrido al baño.

-Voy a recetarte algunos medicamentos, necesitas tomar ácido fólico para prevenir algunos problemas a futuro con el bebé-

Después de algunas indicaciones más por parte de la doctora Isis finalmente salió de la habitación donde se encontró a su amigo casi al borde de cerrar los ojos.

-¿Dani?-

-Joder- el chico se levantó rápido.

-¿Estabas por quedarte dormido?- Isis se rió divertida.

-Monica a estado con náuseas y no se podía dormir así que nos quedamos despiertos casi toda la noche platicando de cosas- el sonrió dándose cuenta del estado de ánimo de su mejor amiga. -Ey ¿Que pasa?-

-Es que... Eres muy tierno y Mónica tiene mucha suerte de tenerte... Y yo...- y antes de que pudiera seguir hablando el llanto la interrumpió.

Dani la envolvió entre sus brazos abrazándola una vez que estuvieron fuera de la clínica.

-Tranquila...no llores- el le acarició en pelo con una sonrisa viendo como ella se abrazaba a su torso.

-Lo siento, son las...-

-Hormonas- ambos hablaron al mismo tiempo y Dani finalmente consiguió que ella riera.

Lo que Dani no sabía es que el llanto de su amiga no era solo por las hormonas, sino por la falta de alguien a su lado, más específico, la falta de Martin.
Desde que le había dicho lo del embarazo se sentía sola en las noches a pesar de que el estaba a su lado en la cama, las comidas que antes compartían llenas de risas y conversaciones ahora eran bastante silenciosas e incómodas, ella quería a Martin a su lado así como Dani estaba para Mónica, totalmente involucrado en todo el embarazo.

SEMPITERNO |Palermo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora