Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 78 parte 1 - Tercera llamada.

El resentimiento puede ser uno de los sentimientos más poderosos que existen. Por el resentimiento las personas cambian, convirtiéndose en lo que jamás imaginaron. Por resentimiento una persona buena puede convertirse en lo peor de este mundo. Por el resentimiento se borran los límites, empujando a todo aquel que se deje guiar hacía un lugar oscuro en el que se quedan permanentemente a voluntad.

Y él resentimiento, llevaba demasiado tiempo creciendo sin parar dentro de Gisell, por las personas que la rodeaban, por los desinteresados que simplemente miraban vidas destruirse a la distancia, por los que disfrutaban provocando dolor y causando el mal. Por su propia debilidad y negligencia hacia sí misma y hacia los demás.
Pues en el fondo siempre supo que, de una forma u otra, contribuía a ser parte del problema, tal vez un problema menor, pero al final, sus acciones cometidas y no cometidas impactaron de forma negativa a quienes estaban en la misma trampa que ella.

Pensó en Irina, en su pedido de ayuda, en todo lo que pudo haber hecho de haber tenido la fortaleza suficiente. En Lydia y lo mucho que pudo haber cambiado su destino de haber tenido la entereza mental necesaria para averiguar la verdad. En todas y cada una de las personas que vio en su misma situación y por las cuales no pudo hacer nada porque sencillamente se veía a sí misma como alguien débil e incapaz de ayudarse y mucho menos ayudar a otros.

Para Gisell, eso la convertía en alguien igual a todos ellos. Pero ya no más.

[...]

-Chica... entiendo tu dolor y lamento mucho lo que pasó con Alek – Dijo Scarlett sentada sobre la mesa mientras fumaba el cigarrillo encendido en sus labios – Pero creo que te estás metiendo en terreno complicado... ya han intentado matar a ese bastardo muchas veces, pero es como una maldita cucaracha, siempre consigue la forma de sobrevivir y escabullirse.

-Pero quienes lo han intentado antes no han tenido tu ayuda... ¿o sí? - Respondió Gisell seriamente, manteniendo las manos en los bolsillos. Ante tal respuesta Scarlett sonrió satisfactoriamente. La situación le había interesado desde el principio, pero verla actuar de esa forma tan impetuosa y decidida era todo un deleite.

-No... de hecho no - Amplió aún más su sonrisa – Para nosotros continúa siendo un mal necesario... muy jodido y molesto, sí. Pero igualmente necesario.

-Sé que trabajas para Kronos, no soy imbécil... eres tú quien consigue armas para él, supongo además de lo bien remunerado que es para ti, también les da muchos otros beneficios para hacer lo que les plazca.

Al terminar de escucharla, apagó el cigarrillo y dio un salto para bajar de la mesa. Gisell por reflejo y el constante instinto de supervivencia que le gritaba no confiar ciegamente en ella, le apuntó con el arma que había estado sosteniendo dentro del bolsillo de su chaqueta todo este tiempo. Al mismo tiempo los otros soldados descansando a una distancia moderada apuntaron las suyas hacia Gisell, a pesar de eso, ella no quitó los ojos de Scarlett en ningún momento.

-Baja eso preciosa, guarda las balas para quienes lo tienes planeado – Scarlett ni se inmutó al ver el arma, caminó lenta y tranquilamente hasta pasar junto a ella y poner la mano en su hombro – Dime... ¿Qué más es lo que sabes?

Gisell dudó un momento en contestar aquella pregunta - Sé que fuiste tú quien involucró a Garett con Kronos – Ante tal afirmación, Scarlett la miró de reojo y sonrió ligeramente, como si aquello le hubiese traído buenos recuerdos. Soltó su hombro y caminó hacia espaldas de ella.