Cap. 25 - Elección.

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-¿Sabes que? —Dijo Alek, mientras me abrazaba aún de rodillas frente a mi — Voy a llamarlos, puedo inventarles algo y decirles que no puedo ir.
- Sabes que no puedes hacer eso, se lo tomarán como una ofensa y vendrán por ti y tal vez por todos nosotros - respondió Aurora parada frente a nosotros casi de forma histérica. El miedo que ella les tenía podía notarse de inmediato. 

Yo seguía abrazada a Alek, él me cargó, se sentó sobre la cama y me puso en sus piernas, abrazándome como si fuera un bebé. Tenía mi cabeza sobre su pecho, escuchar su corazón palpitar me tranquilizaba, sentir la protección implícita en sus brazos rodeándome y sosteniéndome me hacía no querer alejarme. Pero sabía que eso no duraría mucho. Yo en verdad quería quedarme ahí, a salvo, tranquila, pero no podía permitir que algo les sucediera por mi culpa.

-Puedo hacerlo - afirmé mientras levantaba la cabeza y lo miraba a los ojos.
-¿Pero de que estas hablando? ¡Mírate! No puedes ni siquiera dejar de temblar, si te da otro ataque de pánico en plena reunión las cosas serán mucho peor - dijo Alek completamente preocupado, en cualquier otro momento habría pensado que estaba enojado, pero en ese momento, con la expresión en su rostro, pude deducir lo contrario.
-Tal vez no tiene que ser así... - Contesto Aurora seriamente, pensativa mientras nos miraba a ambos.
-¿De que hablas? - Preguntó Alek al notar el repentino cambio en su expresión.

Aurora se giró y caminó hacia su maleta, la cual estaba en una esquina de la habitación, la abrió y comenzó a buscar entre sus cosas. Cuando se levantó, camino de regreso hasta nosotros completamente decidida y le mostró a Alek una pequeña bolsa transparente con unas pastillas blancas muy pequeñas.

-No - sentenció Alek inmediatamente, me dejó a un lado y se levantó - Estás loca si piensas que voy a hacer eso.
-Por como yo lo veo, no tienes otra mejor opción - respondió Aurora firmemente aún con la mano estirada hacía Alek con las pastillas.
-¿Que es eso? - pregunté mientras me levantaba y me plantaba frente a Aurora para que me respondiera directamente a mi, ya que sabía que Alek no me respondería.
-Son calmantes, cariño - respondió Aurora sin dejar de mirar a Alek, quien claramente estaba molesto de que ella me hubiera respondido.
-Está bien, voy a hacerlo... se que puedo - Dije volteando a ver a Alek con un acervo de esperanza en mi tono. Quería demostrar que podía al menos hacer eso.
-No - Volvió a decir Alek
-Yo no quiero que algo malo pasé por mi culpa, Alek... Si aún tengo aunque sea un poco de derecho a elegir, quiero ir.

Alek mi miró por un momento, dejó escapar un suspiro y finalmente asintió, sin decir una sola palabra salió de la habitación dejándonos solas.

Aurora comenzó a arreglarme de inmediato, me peinaba y me maquillaba con mucha agilidad, por primera vez ella estaba completamente sería, no decía una palabra, no decía sus bromas tontas y no sonreía despreocupate. Por el contrario, de vez en cuando parecía perderse en su memoria, tenía que traerla de regreso llamándola por su nombre un par de veces.

Me hizo ponerme un vestido negro, no tenía mangas y era muy corto. Tanto que era algo incómodo. También me puso unos tacones negros más altos de lo que los había usado jamás, haciendo que me preguntara si podría caminar con ellos o siquiera aguantarlos todo el tiempo que estaríamos en ese lugar.
Finalmente me puso un abrigo largo y negro y me dejó mirarme en el espejo.

Prácticamente no me reconocía, jamás pensé que podría llegar a verme asi de bien, sobre todo por las marcas y cicatrices que había adquirido últimamente, las cuales parecía como si hubieran desaparecido.
El maquillaje era perfecto, con labial rojo, justo como me gustaba antes de todo esto y el cabello lo había peinado suelto con ondas  y algunas trenzas. Sentí lástima de que esta versión de mi no estuviera en una mejor situación.

Me estaba viendo perdidamente en el espejo, en la imagen de la persona desconocida frente a mis ojos, pero Aurora me interrumpió poniendo su mano con delicadeza sobre mi hombro.

-Cariño... ya es hora - su voz angustiosa apenas logró salir de su boca - Nos están esperando afuera.

Entonces volví a la realidad y junto con ello, volvió también la ansiedad. Sentí cómo mi cuerpo entero sudaba frío y las náuseas amenazaban con hacerme vomitar.

Caminamos por el pasillo. Sentía como si todo de pronto se hubiera vuelto en cámara lenta, tenía un vacío en el estómago, mis manos sudaban y temblaban incontrolablemente. Aurora se dio cuenta de esto y me tomó de la mano, me dio un mirada alentadora, casi podía sentir que a través de sus ojos me decía que todo estaría bien y seguimos caminado tomadas fuertemente de la mano. Brindándonos seguridad la una a la otra.

Al salir de la casa el viento frío me dio un golpe de realidad, me sentía como si me estuvieran llevando al matadero. El cielo comenzaba a oscurecer, llevándose consigo los últimos rayos de sol.
A unos cuantos metros estaba la camioneta negra que ya conocía estacionada, Alek se encontraba recargado en una de las puertas, estaba de brazos cruzados y con la mirada clavada en el piso. Cuando levantó la cabeza se quedó mirándome por un momento, caminó hasta donde estaba y me tomó de los hombros.

- Te vez hermosa - Dijo Alek inclinándose un poco y mirándome a los ojos - lamento que no estemos en una mejor situación.
-Gracias - respondí sin saber exactamente qué decir.
-¿Cómo te sientes? ¿Estás nerviosa?
- Un poco si - Apreté mis manos en los bolsillos de mi abrigo para calmar los temblores - pero si estoy bien.

Alek le hizo una seña con la cabeza a Aurora quien estaba parada junto a nosotros para que subiera a la camioneta. Ella obedeció y se subió al asiento delantero, cuando abrió la puerta, pude ver que en el asiento del conductor estaba Iván y su expresión y era igual de sería que el resto de nosotros.

-Vas a tener que hacer todo lo que diga - comenzó a explicarme Alek seriamente - Gisell... cuando lleguemos ahí no voy a poder portarme de forma amable contigo. Si Kronos se da cuenta que tiene la posibilidad de tomarte como mi punto débil, lo va a hacer sin dudarlo. Así que por favor, hazme caso y obedece. Si tienes dudas sobre lo que deberías hacer sólo observa cómo hacen todo las demás e intenta imitarlas.
-¿Que pasa si me equivoco en algo?
-Vas a estar bien - Dijo el mientras se acercaba hasta quedar frente a frente. - Espero que sepas que no voy a dejar que nada te pase.
- Lo sé - respondí instintivamente aunque en realidad ya no me sentía tan segura de ello.

Se acercó más y me abrazó fuertemente. Se separó de mi solo un poco y metió una de sus manos en el bolsillo de su abrigo, de ella sacó la pequeña bolsa con pastillas, tomó una entre sus dedos y yo simplemente abrí la boca. El puso la pastilla sobre mí lengua, era tan pequeña que la trague casi sin darme cuenta.
Caminamos hasta la camioneta, abrió la puerta para que yo subiera y detrás de mi subió él. 
No dejó espacio entre nosotros, me mantenía cerca con su brazo en mi cintura. Sosteniendo, sabiendo lo que comenzaría a sentir, tal vez evitando que me moviera demasiado para que no me asustara por el efecto de lo que acababa de tomar sin tener idea de lo que vendría.

Comencé a sentir mi cuerpo cada vez más liviano, como si estuviera flotando. Miré mis manos, los movimientos que hacía no coincidían con lo que pensaba, comenzaba a notar que las cosas a mi alrededor se volvían ligerament borrosas, como si estuviesen moviéndose a una gran velocidad. Mi mente estaba en blanco, como si todos los pensamientos malos  se hubieran apagado y lo único en lo que pensaba era en lo bien que me sentía, en lo relajado que estaba mi cuerpo.

-¿Estas bien? - Preguntó Alek mirándome fijamente y tomándome de la mano. Su voz se escuchará envuelta en un eco extraño que se metía en mi cabeza.

No le respondí, simplemente me quedé mirándolo por un tiempo que m parecieron horas. Estaba perdida nuevamente en cada detalle de su rostro, rememorando sus palabras cuando sufrí el ataque de pánico, recordando la sonrisa que me había brindado en se momento y reviento en mi cabeza el suelo que lo había cambiado todo.
Y como si se tratara de un impulso incontrolable me giré completamente hacia él y lo besé.

Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Where stories live. Discover now