Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 30 - La nota.

La sensación de alguien tocándome el ligeramente el hombro en repetidas ocasiones me despertó de golpe, me sobresalté al ver a alguien junto a la cama tomándome del brazo, me puso la mano en la boca para evitar que gritara y entonces se quitó la capucha que le cubría parte de la cara.

Se trataba de Irina, posó sus atemorizados ojos azules en los míos y puso su dedo en sus labios señalándome que no hiciera ruido, entonces giré la cabeza para mirar a Alek, mi reacción sólo había hecho que se separará un poco y se girará hacia el otro lado, pero seguía completamente dormido.

Le chica se alejó de la cama y me señaló el baño para que fuera con ella. Tal como lo pidió,
me levanté despacio y en completo silencio para no despertar a Alek y entre al baño junto con ella, asegurándonos de cerrar bien la puerta con seguro.

-¿Cómo entraste aquí? Nos dijeron que había alguien vigilando afuera.
-No te preocupes, la mucama que vigila se fue hace un rato, después de las 4:00am ya no les parece necesario vigilar las habitaciones... Necesito pedirte un favor.

Aún llevaba puesto parte del maquillaje de antes pero su cara se veía maltratada y sus ojos hinchados lo que indicaba que había estado llorando, llevaba puesta una sudadera y pantalón negro. Parecía estar apresurada y asustada, en sus ojos podía ver una angustia infinita. Reconocía  bastante bien el sentimiento.

-Tú hablas con Aurora, debes verla seguido ¿No? — Dijo ella rápidamente buscando algo en sus bolsillos - No se si aún vive con Alek o si se ha marchado, hace tiempo que no la veo...
-Si, la veo de vez en cuando ¿Por qué? ¿Qué pasa? — Pregunté esta vez casi asustada pues cada vez parecía más apresurada y no dejaba de mirar la puerta una y otra vez.
-Tienes que ayudarme, por favor, necesito que le des esto - puso en mis manos una nota doblada y un poco arrugada. Al entregármelo sostuvo mi mano por un momento y pude sentir como temblaba ligeramente sin apartar sus penetrantes ojos azules de los míos — por favor, dile que Irina le envió esto, tiene que ser rápido y no debes decirle a nadie, ni siquiera a Alek.
-Pensé que habías dicho que Alek era confiable...
-En este momento no puedo confiar en nadie que no sea ella... y tú. Me harás este favor ¿Verdad?
-Pero... — Estaba a punto de decir pero un fuerte estruendo afuera en el pasillo me interrumpió.
-Mierda- Susurró Irina mientras corría para pegar su oreja a la puerta del baño y escuchar si Alek se había despertado — debo irme — una vez salió de la habitación, me quedé un momento pensando en lo que acababa de pasar, miré la pequeña nota en mi mano y me comenzó a remorder la curiosidad.

Me quedé ahí unos minutos pensando en si era correcto leer lo que esa nota contenía, no tenía nada que ver conmigo pero aún así me preocupaba que fuera algo que pudiera afectar a Aurora.
Finalmente decidí dejar que tuvieran privacidad en sus asuntos, escondí la nota en un gabinete del baño y volví a la cama con Alek.
Se encontraba recostado boca arriba, me recosté a su lado y lo mire por unos minutos me pregunté si realmente alguna vez me había puesto a pensar en que era su peculiar apariencia o si quiera mirar con detenimiento cada detalle de su rostro, cada cicatriz, cada tatuaje hasta que inevitablemente me encontré contando cada marca o detalle en lo que encontraba visible en su piel. ¿Todas esas cicatrices las habrá conseguido peleando? ¿Sus tatuajes tendrían un significado? De entre todos ellos el que más llamaba mi atención era la rosa amarilla sobre sus costillas, parecía un tatuaje que rompía con la armonía del resto de monocromáticos. Al ser el único que tenía color, era el que más se llevaba la mirada de cualquiera que lo viera. 

Me acerqué un poco más para poner mi cabeza sobre su pecho y el automáticamente me abrazó nuevamente. Abrió lentamente los ojos y se quedó mirando al techo por un largo tiempo, entonces me miró a mi, casi como si no creyera que fuera yo quien estaba ahí a su lado.