Cap. 38 - Los fantasmas del pasado.

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[Alek]

Aquella noche, mientras Gisell se encontraba plácidamente dormida sobre el pecho de Alek, la sensación de tener cerca a alguien que le importaba transportó a Alek a un lugar oscuro que aún se encontraba dentro de su subconsciente. Un lugar que pensaba que se había esfumado con el paso de los años.

Alek sabía lo que significaba esa sensación y una vez más su mente lo arrastró al tortuoso pasado.

Entonces se encontró nuevamente en la oscuridad, eso era todo lo que lo rodeaba, oscuridad en las personas, oscuridad en en sí mismo, era como estar descendiendo a un abismo en el fondo del océano, sintiendo cada vez más presión sobre sí mismo, sintiendo como cada vez se hundía más y aunque podía ver la luz a lo lejos, no podía hacer nada para llegar a ella. Simplemente estaba quieto, dejándose arrastrar hasta el fondo al igual que en el pasado.

- Alek- Escuchó en forma de un susurro lejano, como si estuviera debajo del agua a la distancia, llamándolo, tentándolo a no poner resistencia, a quedarse quieto como tantas veces lo había hecho.

- Alek - Escuchó ahora detrás de su oreja repentinamente, tan fuerte y claro que su corazón se detuvo y un escalofrío recorrió todo su cuerpo al mismo tiempo que sentía unas manos frías abrazarlo por la espalda.
Era su hermosa voz.
Esa voz que tantas veces deseo olvidar. Esa voz que lo perseguía y aquejaba cada noche.

-¿Vas a amarme siempre, Alek? - Cada vez que se repetían esas palabras su mente traía de regreso recuerdos que martillaban su cabeza, recuerdos que dolían más que cualquier golpe, más que cualquier otro tipo de dolor que hubiera experimentado en su vida. Un dolor que no cesaba sin importar cuanto tiempo pasara. El pasar de los años no hacía más que abrir más una herida invisible que no dejaba de sangrar y doler de forma agonizante.

-¿Vas a amarme siempre? - Le preguntaba Anya mientras lo mordía hasta sangrar, mientras rasguñaba y clavaba sus uñas en su espalda, repitiéndole a Alek que el amor tiene que doler para saber que es real. Mientras él le suplicaba que se detuviera entre lágrimas.

- ¿Vas a amarme siempre? - Se distorsionaba cada vez más la voz mientras Anya lo obligaba a tener relaciones con ella, a pesar de no estar de humor o simplemente no desearlo y dándole una bofetada cada vez que quería parar, obligándolo a pegarle mientras lo hacían por que eso a ella le gustaba. Sin importarle que él no pudiese más, sin importarle que él se sintiera enfermo haciendo todo aquello, pues ella siempre le enseñó que había que ser egoístas con el amor. Obligándolo a hacer cosas que a él no le gustaban, que le aterraban, que dolían... mientras él se repetía "el amor tiene que doler para saber que es real".

-¿Vas a amarme siempre? - Susurraba ella mientras lo obligaba a mirar cómo tenía relaciones con otros hombres, mientras lo hacía mirar cómo la maltrataban, sometían o sodomizaban sin permitirle moverse, apartar la mirada o intervenir. Sin darle la oportunidad siquiera de llorar ante la impotencia porque "el amor tiene que doler para saber que es real".

-¿Vas a amarme siempre? - Le decía en su lecho de muerte mientras la sangre brotando de su garganta ahogaba sus palabras. Mientras miraba orgullosa su creación y le pedía que la vengara, que matara a su hermano. Sonriendo por última vez pues sabía que aunque ella ya no estuviera ahí, él cumpliría con esa orden, como el perro leal que era.

Alek miró sus manos tiñéndose lentamente de rojo, bañándose de la sangre de la única persona que le quedaba en el mundo. Al levantar la cabeza, los ojos entristecidos y llenos de conmiseración de su hermano lo miraban de regreso mientras las últimas palabras que escuchó salir de su boca resonaban a lo lejos - no es tu culpa, Alek... no es tu culpa.

-Tú... Vas a amarme siempre- Confirmó ella con toda certeza de que viviría por siempre dentro de la mente de Alek. Afirmación que retumbó en su cabeza antes de finalmente despertar, sintiendo que el aire no llegaba a sus pulmones, sintiendo el frío de su interior pegado a su piel. Pero mientras luchaba por respirar, ahí estaba ella, abrazada a él. Y como un faro que lo guiaba, lo hizo regresar a la luz.

Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Where stories live. Discover now