Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️

Cap. 44 Parte 2 - Celos.

La duda era seguramente el peor enemigo de Alek, una vez que la duda entraba en su cabeza no se marchaba hiciera lo que hiciera.
Y eso sucedió desde que vio a Kalev y Gisell juntos, dudó de sí mismo, de su cordura y de si realmente había visto lo que vio.

Lo dudo mientras se apuntaba para la pelea, lo dudo antes de desquitarse con Lydia, pero el momento en el que más dudo de si mismo y de todo lo que había visto que era verdad, fue cuando la tenía enfrente gritándole mientras lloraba.

La había decepcionado, había traicionado su confianza y había arruinado la que probablemente sería la única oportunidad que tendría de estar de verdad con ella; ya que podía forzarla a estar con él, podía obligarla a quedarse, podía hacer que cumpliera sus deseos en contra de su voluntad, pero no lograría recuperar ni un poco de todo lo que había arruinado.

Y cuando se dio cuenta de eso se sintió simplemente estúpido.

Pudo haberlo dejado pasar, hubiera sido capaz de dejar que estuviera físicamente con quien quisiera siempre y cuando sólo lo amara a él. Pero no lo hizo y tenía que vivir con eso.

Ahora tenía que soportar la idea de que estaba pasando la noche con Garett, de que probablemente ella podría dejarse deslumbrar por él y de que probablemente Garett vería en ella lo mismo que vio él, la maravillosa persona que ella es.
La reacción de Gisell lo había hecho entender dos cosas. La primera, que de lo que verdaderamente dudaba era de sí mismo, pues sabía que de hablarlo con ella, que de hacerle saber lo mucho que le había dolido ver y escuchar aquello, no podría controlarse y la lastimaría aún más. La segunda, que lo mejor para ella era mantenerla lo más alejada posible de él, pues no hacía más que provocarle más daño ya fuera consciente o inconscientemente.
Ya le había obsequiado su libertad y no iba a quitársela sólo porque había cambiado de opinión, sin importar cuánto le doliera.

Alek llegó al lugar donde sería la pelea, todos estaban ahí; Erick sentado en un área exclusiva rodeado de mujeres hermosas, perfectamente arregladas y maquilladas. Lydia caminando por todo el lugar con su mejor amiga Darya, pavoneándose y llamando la atención tanto como podía con su corto vestido brillante. Iván y Aurora estaban parados cerca de los vestidores, parecía como si ella le contara un emocionante secreto y él sonreía. Kalev también estaba ahí, cruzado de brazos, recargado en una pared viendo fijamente a Alek mientras tenía una sonrisa burlona de satisfacción en el rostro.

Alek pensó seriamente en ir directamente a él y partirle la cara, pero muy en el fondo, quería hacer más que eso, en el fondo de su ser había un instinto que no sentía desde que pasó lo de su hermano Vlad, Alek realmente sentía en sus entrañas la necesitas de hacerle daño hasta matarlo.
Había algo que de pronto dejó de cuadrar en él, como si Alek tuviera un presentimiento respecto a Kalev, un presentimiento que sólo había sentido antes de que Vlad matara a Anya y eso le provocó escalofríos.

Pero antes de lograr ir para averiguar por sus propias manos qué era eso que andaba mal, su mirada se cruzó con la de Garett, una mirada que duró una fracción de segundo, pero se robó su completa atención.

Aquel hombre al que Alek conocía tan bien, ese sujeto con una tranquilidad inquebrantable, de pronto se veía ansioso mientras miraba una y otra vez en dirección a la puerta, como si esperara a alguien. Lo que más le preocupó a Alek en ese momento era que Garett estaba ahí, pero no veía a Gisell por ninguna parte y se suponía que estaban juntos.

Fue entonces que Alek cambió su dirección para ir con Garett y preguntarle en dónde demonios estaba Gisell y por que no estaba con él si específicamente le había pedido que cuidara de ella cuando hablaron por teléfono.

Hasta que vió que repentinamente todos comenzaron a mirar hacia la puerta, incluido Garett a quien se le había iluminado la mirada y una gigantesca sonrisa se había posado en su rostro.