Cap. 60 - Empoderamiento.

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Garett estaba preocupado por la repentina y extrema tranquilidad de Gisell, quien se movía por el departamento casi como si estuviera flotando, no estaba molesta, no parecía conmocionada por los hechos recientes, pero también se percató de que, desde ese día, no había escuchado más de un par de palabras salir de su boca, no sonreía, no hacía sus típicas bromas sarcásticas y ni una sola palabra sobre el beso tampoco.

Algo en ella había cambiado, lo poco que le quedaba de ese atisbo de inocencia se había ido por completo, ya no se veía como una niña, lucia como una mujer fuerte e intimidante, pero al mismo tiempo lucía radiante. Iba arreglada incluso estando en casa y Garett no pudo evitar mirarla como prometió que no lo haría.

La verdadera pregunta en su interior, fue ¿Cómo había logrado no verla de aquella forma desde el principio? Haber aguantado tanto. La venda en sus ojos llamada "sentido profesional" finalmente se había caído.

En su cabeza solo estaba Gisell al despertar, Gisell antes de dormir, Gisell al trabajar, al entrenar, Gisell, Gisell, Gisell... ¿Habría forma alguna de sacarla de su mente? De disminuir la obsesión con cada detalle de su ser que comenzaba a consumirlo.

Sabía que en cualquier otra circunstancia, si la hubiera conocido así como ella es, en cualquier otro momento de su vida habría babeado por ella y abría intentado conquistarla a toda costa, porque así era Garett, si había algo que le gustaba era complicarse la existencia con mujeres difíciles.

Pero más allá de la atracción física, mental o sexual que pudiera sentir hacia ella, lo que más predominaba en su ser respecto a Gisell era Respeto y Lealtad.

Y ella no lo sabía pero tenía todas las armas necesarias para doblegar a cualquier hombre a sus pies, incluido Garett, ya que aunque sabía que ella no sería capaz de hacer algo así, estaba consciente de que si Gisell le pedía que lamiera el suelo por el que iba a pasar lo haría sin pensarlo dos veces y es que la realidad era que Garett habría hecho cualquier cosa, incluso hubiera matado a quien sea con tal de tenerla entre sus brazos siendo suya por un par de minutos.

¿Cómo lo había hecho llegar hasta ese punto sin que se diera cuenta?

Inevitablemente comenzó a imaginar cómo sería ese momento mientras estaba en la habitación mirando a la cama, esa cama en la que ella había dormido durante tantas noches, esa cama en donde ella se tocaba a sí misma, la imagen mental que tenía sobre eso era vergonzosamente gloriosa.

Sacudió la cabeza para quitarse de encima esos pensamientos antes de que su cuerpo comenzara a resentirlo.

No sabía cómo lograría que la convivencia funcionara de forma normal a partir de ese momento, pues la idea había entrado en su cabeza, la necesitaba a ella, necesitaba su cuerpo, necesitaba la cercanía y estaba consciente de que jamás fue una persona que se quedara quieta ante sus necesidades.


Él comenzó a vestirse, deslizaba su camisa por sus brazos cuando Gisell entró por la puerta y lo miró por unos segundos.

— ¿A donde vas? —preguntó mientras se sentaba en la cama frente a él y un flashback de la imagen mental se postraba frente a sus ojos por un segundo, casi como un destello cegador.

— Habrá una fiesta hoy, ya sabes, las fiestas de Kronos —respondió Garett sin darle demasiada importancia a su lasciva imaginación.

— Te acompaño —la voz de Gisell era decidida, no estaba preguntando, si no haciendo una afirmación.

Garett tensó los músculos de manera inconsciente al verla levantarse y acercarse hasta quedar delante suyo, para recorrer con su mirada su pecho y sus abdominales. Sintiendo inusualmente expuestas todas las marcas, lunares y cicatrices sobre su pie por primera vez en su vida. Como si sus ojos escanearon cada detalle con precisión.

Encadenada al Amor [COMPLETA]✔️©️Where stories live. Discover now