C A P I T U L O 1

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Arabia llegó a Birmingham en 1903, cuando a penas tenía diez años. Sus padres decidieron mudarse de un pequeño y sucio pueblo de España a un pequeño y sucio barrio de Inglaterra en busca de un poco más de calidad de vida.
El mismo día que llegaron Arabia salió a investigar el lugar, mirando a su al rededor se dio cuanta que a pesar de estar rodeada de gitanos no tenía nada que ver con ellos, ella era morena y su pelo era más largo y lacio, ni si quiera sus ropas coincidían. En conclusión, nada tenía nada que ver con ella.

- Ten cuidado.- se quejó un niño aparentemente un año menos que ella.

- Mira por dónde vas, inútil.- masculló molesta mientras se levantaba del suelo. Frente a ella se encontró a tres niños llenos de pecas mirándola confusos, y entonces cayó en cuenta de que les había contestado en español.

- ¿Qué cojones ha dicho?- preguntó el que parecía mayor de los tres, parecía de unos dieciséis años.

- No entiendo nada de lo que estáis diciendo.- dijo Arabia con frustración, pero en vez de intentar hacer algo por entenderla los tres chicos comenzaron a discutir entre ellos dejando a Arabia fuera de la conversación.

- Espera.- el que no había hablado hasta el momento la tomó del antebrazo evitando que se fuese.- Perdona a mis hermanos, no hablas inglés, ¿es así?- Arabia sonrió al por fin entender algo, al fin y al cabo el romanés era el idioma común entre los gitanos.

- Acabó de llegar, vengo de España, así que no, no sé ni una palabra de inglés.- extendió su mano hacia el chico de ojos azules.- Soy Arabia Salazar.

- Thomas Shelby.- respondió mientras le daba un apretón a la mano.- Ellos sin Arthur y...

- John.- el chico que la había empujado contestó.- Sus hermanos.

- Pues encantada de conoceros.- Arabia les sonrió.- Pero la próxima vez que me tires al suelo te pateare.

La amistad entre Arabia, a la que se le unió su hermana mayor Gael, y los Shelby creció durante los años, en especial con John, con quien pasaba la mayor parte del tiempo.
A los diecisiete años Arabia se comenzó a sentir distinta sobre uno de los Shelby, se ponía celosa al verlo hablar con otras chicas y en muchas ocasiones se pillaba a su misma sonriendo como una idiota al verle, cómo no enamorarse de Tommy Shelby. La oji-verde era muy consciente de sus sentimiento hacia el segundo de los hermanos Shelby y sus coqueteos hacia ella le hacían pensar que él también sentía lo mismo, o algo parecido, pero su actitud indiferente después de cada noche le hacían creer todo lo contrario, a pesar de que esta situación le ponía del los nervios nunca se molestó en reprocharle nada, conocía de sobra a Tommy como para saber que no serviría de absolutamente nada.

Todo parecía ir bien hasta que llego la guerra en 1914, Arabia no le hubiese dado demasiada importancia de a la situación si algunas de las personas más importantes de su vida no hubiesen escogido alistarse como voluntarios para marchar a Francia. Arabia había escuchado muchas historias sobre guerras y en todas quedaba algo claro, todo el que volvía lo hacía únicamente físicamente, porque su mente se quedaba en aquel infierno.

Caminaba por las calles de Birmingham junto a sus padres y hermano de camino a la estación, a pesar de que las calles estaban bastante llenas, todos con el mismo destino, solo se escuchaba el silencio porque de lo contrario serían todos lamentos.

- Hijo mío, ten cuidado, por favor.- suplico su madre mientras abrazaba a su hijo con todas sus fuerzas sin si quiera intentar aguantar las lágrimas.

Separo a la mujer con cuidado y alargó los brazos hasta alcanzar a su hermana y abrazarla contra sí dejando varias caricias en su cabello.

- No tienes porque irte.- suplico mientras se aferraba a su camisa.- Este no es tu país, no tienes la obligación de luchar por él.

- Pero es el que nos acogió.- la tomó de los hombros para separarla y poder mirarla cara a cara.

- Prométeme que volverlas.- pidió.- Júralo por
lo que más quieras, Gael.

- Jamás se me ocurriría jurar por ti.- murmuró con una sonrisa triste.- Pero te prometo que tratare de volver con todas mis fuerzas.- la respuesta no convenció a la chica pero simplemente la acepto.- Ve a despedirte de los chicos.- le dio un leve empujón.

Se acercó vergonzosa hacia los Shelby, colocándose al lado al lado de Ada, quien al ver que se trataba de su amiga apoyó su mejilla sobre su hombro.

- Voy a echarte de menos, Arthur.- hablo con un nudo en la garganta.- Todo estará más apagado sin ti gritando por todos lados.

- Yo también voy a echarte de menos.- el mayor la abrazo tan fuerte que la chica juro que estaba comenzando a ponerse roja.- Perdón.- dijo aflojando el agarre.

- John...- murmuró Arabia chocando la mirada con la de su mejor amigo. El chico saltó a los brazos de su amiga hundiendo su cabeza en el hueco de su cuello. A la mente de ambos se vinieron miles de recuerdos que compartían, tardes jugando, haciendo travesuras, charlas profundas de borrachera y su primer beso.- Volveré a casa, lo juro.- Arabia sonrió al escuchar la misma promesa que su hermano no había sido capaz de hacer.

- Va a ser la primera vez que estemos tanto tiempo sin vernos desde que nos conocimos.- Martha miró la escena con una punzada en el corazón, John la quería, él mismo se lo había dicho pero amar era algo mucho más fuerte, y aunque le doliese admitirlo John no la amaba, lo notaba en la forma en la que miraba a Arabia, con ese brillo especial que nunca había notado cuando la miraba a ella.

-  Ve a despedirte de Tommy.- John le guiñó el ojo con una sonrisa traviesa, Arabia rodo los ojos con una sonrisa algo forzada.

Arabia giro sobre sus talones para ver al segundo de los Shelby, quien desvió la mirada seria de su hermana y la puso sobre ella.

- Ven, aquí.- abrió los brazos invitándola a acurrucarse entre ellos, invitación que Arabia acepto sin dudarlo aferrándose al pecho del chico.

- No os podéis ir todos.- murmuró.- Estamos a tiempo de volver a casa, yo os puedo esconder si vienen a buscaros.

- Tranquilízate.- acarició su cabello castaño.- Arabia, mírame, por favor.- algo abochornada por lo mal que debía verse llorando levanto la mirada tal y como Tommy le había indicado. El oji-azul rebuscó en su bolsillo sacando una cadena dorada con una bala usada colgando de ella.- ¿La reconoces?- Arabia la tomo entre sus dedos inspeccionándola cuidadosamente.

- Claro que la reconozco.- suspiró con una pequeña sonrisa.- La primera bala que te dispararon

- Y la disparaste tú.- dijo recordando aquel día en el que a la chica se le disparó sin querer la pistola que Arthur le entrego, supuestamente descargada. Tomo a Arabia de los hombros para hacerla girar, apartó su cabello hacia un lado para poder abrocharle el colgante con más facilidad.

Cuando termino con su tarea deslizo sus dedos por los hombros de la chica siguiendo por sus brazos hasta entrelazar sus dedos con los de ella.

- Te prometo que volveremos.- le susurró mientras dejaba en beso sobre su cuello.- Y prometo traer a tu hermano de vuelta.- con las manos sobre sus caderas la giro para poder besar sus labios con delicadeza.

- Chicos.- Polly los interrumpió.- Ya es hora que de que se vayan.

- Ayuda con los niños a Martha.- le pidió John dejando en sus brazos a sus último bebé.

- Lo prometo.- murmuró mientras les veía alejarse sintiendo al pequeño Finn aferrarse a su pierna.

Amor Gitano (Tommy Shelby)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora