C A P I TU L O 49

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Después de todos estos años Tommy había comprendido que no podía manejar a Arabia, si ella deseaba hacer algo lo haría, sin importarle lo que él o cualquier otra persona le dijese.

Por eso cuando la mujer insistió en ir junto a Michael en busca de John tras descubrir que tenían un italiano infiltrado en su casa, no le puso muchas pegas.

Michael condujo a toda prisa hasta la nueva casa de John, aparcó detrás de su auto y los dos juntos se bajaron para ir a buscarlo. A pesar de que el coche estaba en la entrada no había indicios de que alguien estuviese allí.

Se adentraron en el jardín cuando de reojo pudieron ver a alguien apuntarles.

- Joder, eres tú.- dijo John bajando la escopeta al ver a Michael.- Y también has venido con ella.- le echó una mirada rápida a Arabia.- ¿Qué es lo que queréis?

- Tommy nos quiere a todos en el desguace de Charlie ya.- respondió Michael.- Vamos.

- ¿Qué va a pasar hoy?- preguntó John.- Es Navidad, joder.

- John, no hay tiempo para discutir esto.- dijo Arabia.- Ven a la reunión.

- Entrad en casa, comed algo.- dijo John abriéndoles la puerta de su hogar.

Antes de que pudiesen entrar Esme salió enfadada a encararlos.

- Dile a Tommy que sabemos cuidarnos solos.

- Tommy dice que vienen a por nosotros hoy.- le dijo Michael intentando hacerla entrar en razón.

- "Tommy dice, Tommy dice"- repitió sus palabras con burla.- ¿Eres su puto loro?

- Esme, se trata de la mafia.- dijo Michael ignorando el insulto de la mujer.- Es la mafia de Nueva York de lo que estamos hablando.

- Y nosotros somos los putos Peaky Blinders.- dijo John.

- ¡No lo somos, John!- exclamó Arabia.- ¡No somos los putos Peaky Blinders si no estamos juntos!

- Estaban juntos en la horca y solo faltaba un hombre.- dijo Esme acercándose al rostro de Arabia.

- John.- Arabia levantó la mirada ignorando a Esme.- Te lo estoy pidiendo como tu jodida amiga, piensa en los niños. Ven a la reunión y si luego quieres irte, nadie te lo va impedir.

- No.- se negó Esme.- Hoy es Navidad. Somos una familia, y nos quedamos en casa.

En ese mismo instante un bloque de heno cayó y detrás de él se asomó un hombre armado, un jodido italiano.

- ¡Entrad en la puta casa!- ordenó John mientras apuntaba con la escopeta.

Arabia tomó el antebrazo de Esme y tiró de ella hacia el interior del lugar, tomó una escopeta que descansaba en una de las esquinas y tomo fuerte a Esme de los hombros para que la mirase.

- Llama a Tommy, o a Arthur si lo prefieres, pero avisa a alguien. Luego mantén a los niños a salvo.

- ¿Qué vas a hacer tú?

- Volarle la cabeza a algún puto italiano.- ambas separaron sus caminos.

- Ten cuidado.- dijo Esme antes de irse. A pesar de que la Lee parecía odiar a Arabia desde lo sucedido con Tommy, ellas habían sido buenas amigas antes y ese cariño no se iba de un día para otro.

Con el arma en alto Arabia salió al patio, si ni quiera le dio tiempo a apretar el gatillo cuando vio como varios balazos chocaban contra el torso de su mejor amigo, en apenas unos segundos cayó desplomado al suelo, y seguido de él Michael.

Arabia lanzó varios disparos al aire mientras corría para acercarse al cuerpo de John, los italianos habían conseguido herir a quien quería así que se fueron de allí sin causar más estragos.

- John, por favor.- pasó las manos por su torso manchándoselas de sangre, las subió hasta su cuello para pode sentir su corazón latir, un pequeño latido y movimiento de los ojos le indicaba que por el momento seguía con vida.- Necesito que aguantes, por favor, tienes que aguantar hasta que la ayuda venga, ¿está bien?

- Arabia...- John hizo el amago de acariciarle la mejilla para limpiar las lágrimas pero ni siquiera pudo ni levantar la mano.- Siento haber estado todo este tiempo sin hablarte. Te quiero.

- Yo también te quiero, John.- Arabia dijo mientras se abrazaba a él.- Te prometo que en otra vida nos volveremos a encontrar y nuestro final será distinto.

- ¿En esa vida aceptarás casarte conmigo?- preguntó en un murmuro.

- Sería una idiota si no lo hiciese.- con el dorso de la mano limpió las lágrimas dejando un rastro de sangre por su rostro.- Descansa paz.- se inclinó para dejar un beso sobre su frente y en ese mismo instante sintió que el alma de John había abandonado su cuerpo.

Esme salió corriendo de la casa quedándose atónita ante la imagen que tenía frente a ella, corrió hacia el cuerpo de su marido para abrazarlo con fuerza mientras lloraba desconsolada su pérdida.

Arabia se alejó del cuerpo de John y fue hacia Michael sintiéndose algo culpable por no haberlo socorrido antes.

- Mickey, dime por favor que tú sigues con nosotros.- se agachó para tomarle el pulso, a pesar de que Michael movía sus ojos para mirarla.- Voy a sacarte de aquí, ¿vale?

- Puedo levantarme.- Arabia impidió que hiciese cualquier movimiento.

- Ahora vuelvo.- se alejó del chico y corrió hacia Esme, separándola dolorosamente del cuerpo de su marido.- Esme, necesito que llames a una ambulancia, por favor. Ya no podemos hacer nada por John, pero Michael aún tiene posibilidades.

Esme tardó en reaccionar pero aún algo aturdida se levantó y corrió al interior de la casa.

Arabia volvió hacia Micahel, rompió el bajo de su falda y lo puso sobre una de las heridas de bala para tratar de frenar el sangrado.

- Mickey, necesito que no cierres los ojos, no te duermas quédate conmigo.

- ¿Qué hay de John?- preguntó a pesar de que cada vez que articulaba palabra le dolía todo el cuerpo.

- No te preocupes por él ahora.- Arabia contestó tragándose todo el dolor mientras miraba de reojo el cuerpo de su mejor amigo.- Esme ha ido a buscar ayuda, necesito que resistas hasta entonces.

La ayuda no tardó en llegar. La escena que se encontraron fue devastadora. Esme se aferraba al cuerpo sin vida de su esposo y a tan solo unos metros Arabia, con las manos llenas de sangre, suplicaba a Michael que se quedará con ella, mientras el chico luchaba por seguir respirando.

Subieron a Michael a una camilla y lo metieron en la ambulancia. Cuando Arabia estuvo sola, se paró y miro a su alrededor, todo había pasado tan rápido que hasta el momento no se había parado a pensar con claridad. Vio como se llevaban el cuerpo de John, hasta ahora no había sido del todo consciente de que esa pequeña charla que había tenido con él momentos atrás iba a ser la última vez que escuchase su voz. Había perdido a se mejor amigo, para siempre.

Amor Gitano (Tommy Shelby)Where stories live. Discover now