C A P I T U L O 9

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Arabia arreglo el vestido que tanto le había costado escoger por cuarta ver, no quería que ni una sola arruga fuese visible, se paso un chal negro por los hombros y tomo su bolso antes de dirigirse a la salida.

Cerro la puerta de la casa y al darse la vuelta se topo con Tommy en su coche, al ver la cara de pocos amigos del hombre rebuscó en el bolso el reloj de bolsillo que alguna vez perteneció a su hermano, llegaba diez minutos tarde. Camino apresurada hasta el coche y se monto sin si quiera dirigirle una mirada a Tommy.

- Llegas tarde.- murmuró serio.- Sabes de sobra que odio que me hagan esperar.

- Tommy, han sido a penas diez minutos.- se defendió.- Lo siento, pero estás exagerando.

- Lo que tu digas.- arrancó el auto y condujo de camino al hipódromo.

El viaje fue silencioso, algo que no molestó a Tommy pero puso de los nervios a Arabia, el hombre ni si quiera se había molestado en decirle ni un cumplido sobre su apariencia y eso la desesperó, no había estado horas tratando de peinarse y maquillarse, ni se había puesto ese carísimo vestido para que luego no le dijese ni una sola palabra sobre lo bien que se veía.

- ¿Vas a decirme para que demonios me necesitas?- preguntó revolviéndose incómoda en el asiento a causa del vestido.

- Lo descubrirás cuando lleguemos.- respondió sin apartar la mirada de la carretera.

- Eres realmente molesto con tanto secretismo.- suspiró observando el perfil perfecto de Tommy.- Algún día voy a mandarte a tomar por culo, y espero que el resto también lo haga.

- Aún no ha llegado el día, así que no creo que debe preocuparme.

Divisaron a lo lejos el hipódromo y Tommy aparcó a la entrada de este, bajó del coche y dio toda la vuelta para poder abrirle la puerta a Arabia para aparentar ser el caballero que no es.

- Vamos por la puerta de atrás.- entrelazó el brazo de Arabia con el suyo y tiró de ella hacia la puerta trasera.- Te toca hablar.- dijo Tommy aún sin soltar su brazo.- Dile al guardia que eres Lady Sarah Duggan de Colemara. Te perdiste cuando fuiste a ver al chico que monta a tu caballo, Dandy Flower. Si te preguntan por mi, di que soy prusiano y que solo hablo alemán.

- ¿Dandy Flower?- preguntó riéndose.- Menuda mierda de nombre, Tommy.

- Tú solo hazme caso.- dijo Tommy colocando la mano en su espalda baja y empujándola hacia el guardia.

- Perfecto.- Arabia suspiró, antes de deshacerse del agarre de Tommy y acercarse con una fingida sonrisa al hombre de seguridad.

Mentir le resultó fácil, siempre se lo había resultado, cuando creces en lugares como Birmingham aprendes a mentir antes que a hablar. Pero sabía de sobra que Tommy no la había traído solo para hacerse pasar por la tal Lady Sarah Duggan y no saber que más quería la estaba poniendo furiosa, le molestaba que no le contase los planes y simplemente la llevase a su lado como su fuese un simple accesorio.

- Pues yo prefiero el Garrison.- dijo Tommy, mirando a las bailarinas y los músicos, a pesar de su enfado no pudo evitar esbozar una sonrisa, ella también lo prefería.- ¿Bailas?

Arabia volvió la mirada y alzó levemente el mentón buscando seguridad.- Solo si me lo piden como es debido.

- Lady Sarah de Connemara.- dijo Tommy tratando de hacer sonreír a Arabia.- ¿Bailarías conmigo?

A pesar de que su cabeza no dejaba de decirle que le rechazase para hacerle ver lo molesta que estaba, Arabia asintió como una idiota y tomó la mano que Tommy le ofreció. Bajaron las escaleras y se adentraron en la pista de baile llena de gente. Arabia subió su mano libre al hombro de Tommy y este bajo la suya a la cintura de la mujer. Comenzaron a moverse lentamente, dejando que el ritmo de la orquesta les llevase.

Mientras bailaban, Tommy no dejaba de mirar a su al rededor, como si no dejase de buscar algo. Arabia era inteligente y Tommy temía que se diese cuenta de que aquel "espontáneo" baile era parte de su plan, pero Arabia estaba tan encantada dando vueltas sobre sí misma que no se estaba fijando en nada que no fuese el hombre que la acompañada y sus ojos azules.

El ritmo de la música cambió a uno más lento y después de que Tommy chequease la hora en su reloj de bolsillo, tomó a Arabia con seguridad y comenzó a abrirse paso entre la gente.

- O tu pierna izquierda es más fuerte que la derecha, o estamos huyendo.- dijo Arabia dándose cuanta de lo que Tommy trataba.

- Ni lo uno, ni lo otro.- separó el agarre de la cintura pero no soltó su mano.

- Solo espero que esto no implique cuchillas de afeitar.- dijo Arabia siguiéndole el paso.

- Estoy decidido ascender en la vida.- dijo sin soltar a la conocida como "su chica".- Pasar a ser un hombre de negocios legal.

- Dios mío.- murmuró Arabia.- ¿Estás hablando en serio?

- Siempre habló en serio.- respondió Tommy, y en ese momento de abrió la puerta que había detrás suya.

Arthur se asomó por la puerta, y dejó caer varias bolsas llenas de lo que Arabia creía que era dinero.

- Hemos perseguido a los Lee a través del hipódromo hast la carretera de Devon.- explicó Arthur, que tenía sangre en la mejilla.- Recuperamos hasta el último penique.- Arthur subió la mirada percatándose de la presencia de Arabia.- Bonito vestido.- le alagó.- Puedes llevarlo en mi pub.

- Qué te jodan, Arthur.- el hombre recibió el insulto con una sonrisa.

- Deberías haber elegido a una mujer dócil para el plan, Tommy.- dirigió la mirada a su hermano.- Pensé que traerías a la camarera.

- ¿A Grace?- preguntó Arabia incrédula y visiblemente molesta por saber que había sido la segunda opción.

- Invita a los chicos a un trago.- Tommy cambió rápidamente el tema de la conversación.- ¿Algún herido?

- Algunos cortes y magulladuras.- dijo sin importancia.

- Vámonos, Lady Sarah.- dijo Tommy dandole unas palmaditas en el hombre a Arthur como despedida.

Arabia le dirigió una mala mirada al mayor de los Shelby antes de seguir a Tommy.- Os maldeciría a ti y a tu familia si no os tuviese un poco de aprecio.

- Menos mal que no es así.- se aclaró la garganta deseando de verdad que esa situación nunca se diese. Creer en las maldiciones y la magia entre los gitanos era algo común y la familia de Arabia era conocida por ser capaz de hacer "magia", quizás la gente comenzó a creerlo pro su origen extranjero, pero ellas mismas lo afirmaban.- Nos separamos aquí.

Arabia se fue a la barra mientras veía a Tommy dirigirse hacia la mesa donde estaba un hombre con bigote, por lo que le habían contado debía de ser Kimber.

Amor Gitano (Tommy Shelby)Where stories live. Discover now