Amor Gitano (Tommy Shelby)

C A P I T U L O 53

Era pronto por la mañana, Arabia iba junto a Polly hacia la casa de apuestas, la mayor deseaba incorporarse al trabajo lo antes posible.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó Polly al ver a Lizzie ya en el lugar, por la hora que era no debía de haber nadie allí más que ellas.

- Los lunes hago inventario, para que nadie meta mano.- explicó Lizzie.

- Bueno, ahora es mi trabajo.- dijo Polly seria.- He vuelto, y no va a haber nadie metiendo mano conmigo aquí. A no ser que quiera que se la corte.

En ese mismo instante la puerta se escuchó y vieron a Linda caminar hacia ellas. Paso de largo sin dedicarles ni una sola palabra y comenzó a instalarse en uno de los escritorios.

- Buenos días, Linda.- saludó Arabia mirando la espalda de la rubia.

- Le he dicho a Arthur que mientras esté en este puto sitio quiero hacer algo para estar entretenida.- se explicó sabiendo que las tres querían saber el por qué de su presencia allí.

- Y, ¿vas a llevar apuestas?- preguntó Pol.

- Siempre he sido capaz de sumar y restar sin lápiz y papel, pero necesito un teléfono.- se sentó.- Por lo visto hay clientes especiales que hacen apuestas por teléfono, ¿no?

- Linda.- la llamó Polly, aun desconcertada por su presencia allí.- Esto es una casa de apuestas.

- Oíd, Arthur ha dicho que si, y Tommy también.

- ¿ Y Dios que ha dicho?- preguntó Pol burlona.- Apostar es pecado, Linda.

- Yo no vengo a hacer apuestas, solo vengo a apuntarlas.- respondió Linda.

Arabia se movió rápido para ir a buscar el teléfono que Linda había pedido.- Ya basta de discusiones.- se metió en medio de la discusión.- Cuantas más seamos mejor. Aquí tienes el teléfono, Linda.

- Muchas gracias, Arabia.- respondió con una sonrisa.

La puerta volvió a escucharse y esta vez fue Finn quien entró por ella.

- La norma es que la puerta tiene que estar cerrada antes de la nueve.- dijo mirándolas.

- ¡Oye, niño!- Polly lo llamó antes de que se fuera.- Niño, ¿a dónde vas?

- Arthur no va a venir, se ha cogido el día libre, así que...

- ¿Así que, qué?- preguntó Lizzie.

- Que Tommy ha dicho que hoy estoy al cargo.- explicó.

- Lo siento, ¿que tú estás al cargo?- preguntó Pol incrédula.

- Si, eso ha dicho.

A Arabia se le escapo una audible carcajada que hizo que el rubio frunciese el ceño.- No me mal interpretes Finn, sabes que te quiero y te aprecio, pero un niño no va a estar por encima nuestra.

- Señoras.- Pol las llamó.- Vamos a darle a nuestro jefe un primer día que nunca olvidará.- Finn las miró divertido y se fue de allí.

- Tampoco nos pasemos, Pol.- dijo Arabia.- Él es solo un crio, le ha dado el puesto y como era de esperar lo ha aceptado entusiasmado.

- Pero si le haremos un favor.- rio Pol.- Lizzie, cariño, consígueme el número de una de tus viejas compañeras.

- Pol, no te pases.- suspiró Arabia.- Finn no es como sus hermanos, es más sensible.

- Déjate de ñoñadas.- dijo Linda.- Es un hombre, todos son iguales en cuanto a sexo se refiere.

- Haced lo que os de la gana, pero no quiero tener nada que ver en esto.- dijo Arabia yéndose a su puesto de trabajo.

(...)

Arabia salió de la casa de apuestas por la tarde para ir a la oficina de Tommy en Shelby Sociedad Limitada. Se aseguró de que no estuviese reunido con nadie y entró sin llamar pillándolo por sorpresa.

- No deberías haber mandado a Finn al garito.- dijo caminando hacia él.- Se ha sentido como una falta de respeto y confianza para nosotras, en especial para Pol, llevamos años trabajando allí como para que pongas a un niño por encima nuestra.

- Lo he hecho para que se integre en su nuevo puesto.- se excusó.

- Pues ha sido una malísima idea.- dijo quitándole los papales que tenía en las manos y sentándose sobre su regazo.- Además, se han enterado de que es virgen y le han buscado una chica para esta tarde.

- Creía que estaba Linda.- dijo confuso.

- Y estaba.- respondió Arabia burlona.- Pero le ha parecido una buena idea.- Tommy suspiró sin esperarse esa actitud de la rubia.- Si, y hoy ha dicho una palabrota: "puto".- rio Arabia.- Suena raro en su boca. Polly dice que todas nos convertiremos en nuestra madre.-alargó el brazo para alcanzar un cigarro, se lo puso en los labios y Tommy se lo encendió.

- Ya pues, tenla vigilada.- pidió Tommy.- ¿Finn sabe lo de su plan?

- No.- respondió Arabia soltando el humo.

- ¿Tienen a alguien?- Tommy volvió a preguntar.

- Si, una mujer que trabajaba con Lizzie.- respondió Arabia.- Y antes de que lo preguntes, no, no es buena chica, es de Aston, le pagan con calderilla.

- Ya, pues llámalas, diles que paguen más y consigan una buena chica.

- No se trata de eso, Tommy.- se quejó Arabia.- Él se merece la oportunidad de elegir con quien quiere que sea su primera vez, debe ser algo especial.

- No seas exagerada, yo también me estrene con una prostituta y aquí sigo.- le empujó levemente para que se levantase de encima suya.

- Las cosas pueden ser distintas para él.- dijo Arabia.- El día que perdí la virginidad es un bonito recuerdo que aún conservo con cariño, y quiero lo mismo para él.

- Me preguntó con quién estarías para recordarlo de esa forma.- dijo Tommy dejando escapar una pequeña sonrisa.

- Pues estaba con un idiota, aunque bastante romántico cuando se lo proponía.- se aferró al brazo de Tommy y apoyó la cabeza en su hombro.

- Ven, te quiero llevar a un sitio al que hace mucho que no vamos.

Tommy guio a Arabia hasta bajo un puente por donde pasaba el rio, no era un puente cualquiera.

- ¿Te acuerdas de este sitio?- preguntó con la mirada fija en el agua.

- Como no hacerlo.- murmuró Arabia acercándose a él para abrazarlo por la espalda.- Solías esperarme aquí siempre que quedábamos, en esa época en la que yo estaba perdidamente enamorada de ti y tu no parabas de mandarme señales contradictorias.

- Estaba enamorado de ti.- confesó Tommy.- Solo que ni yo lo sabía porque hasta entonces no había conocido el amor, tú eres la que me enseñaste como se sentía.

- Ves, te dije que podías ser un romántico cuando te lo proponías.

Tommy se giró para poder estar frente a frente con ella, apoyó las manos en las mejillas de Arabia y se acercó a ella para poder unir sus labios. La tomó de la mano y la guio hasta el interior del puente, la agarró de lo muslos y la levantó para poder sentarla sobre uno de los bloques de heno que había allí.

- Recordemos viejos tiempos en este lugar.- jadeó Arabia.