C A P I T U L O 28

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Arabia se quedo en casa cuidando de sus plantas y organizando un poco el lugar mientras lo chicos iban a la subasta, había pensado en ir a visitar a Polly, pero por como la miro ayer cuando defendió la idea de su hijo decidió que sería mejor idea no estar a solas con la mujer por un tiempo.

Puesto que era la primera vez en mucho tiempo que tenía tiempo para sí misma, se dedicó no solo a hacerse una limpieza a ella si no que a su hogar, no quería malas energías en su entorno, aunque mantener todo limpio de malas energías no era fácil en un lugar como lo era Birmingham, menos cuando se esta tan involucrada con los Peaky Blinders.

Con la llegada de los chicos toda su paz se fue a la mierda, Tommy fue el primero en pasar a verla, con las noticias sobre el atentado que alguien hizo contra él. Luego le hizo jurar que no le diría nada a Polly, si la mujer se enterase de que su hijo se había visto envuelto en un conflicto armado por su culpa les castraría a todos, incluida a ella.

- No le diré nada.- aseguró.- Después de todo, no ha pasado nada. Pero no me gusta mentirle a Pol, podías simplemente no habérmelo contado, así no tendría que ocultar nada.

- Lo sé, pero no me gusta ocultarte lo que no hace falta ocultarte.- susurró abrazándola por la cintura.- Al menos no todo ha ido mal, hemos conseguido a la yegua que quería.

- ¿Cabía alguna duda de que lo harías?- preguntó Arabia dando pasos hacia atrás, sin soltar a Tommy, hasta que sus piernas chocaron con el final de su cama.- Thomas Shelby siempre consigue lo que quiere.- comenzó a desatar el nudo de la corbata.

Pasando las manos por el torso de Tommy se dio cuenta de que había un papel en el bolsillo de su chaqueta, sin que se diese cuanta lo sacó.

- Criadero Carleton, cría de purasangres.- leyó en alto haciendo que Tommy abriese los ojos y la mirase desconcertado.-¿Llevarás allí a la yegua?

- Eso creo.- murmuró hundiendo la cabeza en su cuello.

- Pensé que dejarías que Curly lo entrenase, dudo que la tal May Fitz-Carleton lo haga mejor.- dijo Arabia echando su cuello hacía atrás para darle más espacio a Tommy.- ¿A caso te ha gustado esa mujer?

- Ni lo pienses.- dijo seguro haciendo caer la camisa de Arabia ante él.

(...)

Arabia volvió a girar sobre si misma cansada de no poder conciliar el sueño, Tommy se había dormido en a penas veinte minutos, lo cual no era usual en él.

Con cuidado de no despertar a Tommy, alcanzó una fina bata y se la colocó por los hombros para bajar a por algo de comer a la cocina. Con los pies descalzos, una vela en la mano y el sonido de la madera del suelo persiguiéndola bajo al piso de abajo.

Se sorprendió al ver luz en la sala de estar, ajustó más la bata a su cuerpo y fue a ver quien estaba allí, o quizás alguien se había dejado alguna lámpara encendida.

Relajo los hombros al ver a Arthur sentado en silencio absoluto, sin moverse lo más mínimo, espero sin ser vista unos instantes pero el hombre seguía inmóvil. Algo asustado por si le sucedía algo, se adentró en la habitación.

- Arthur...- lo llamó en voz baja, pero no obtuvo respuesta.- Arthur, ¿estás dormido?

- No.- respondió en un susurro.

Arabia tambaleo un poco asustada al ver el cuello y los puños de la camisa llenos de sangre, al igual que los nudillos de Arthur.

- ¿Qué a sucedido?- preguntó dejando la vela a un lado y arrodillándose frente a él.- Ha sido en la subasta, ¿verdad?

- Me han tenido que separar o le hubiese matado a golpes a él también.- murmuró.- Ese hombre iba a por Tommy y la ira se apodero completamente de mi, como siempre.

En silencio Arabia se levantó, camino fuera de la habitación y en unos minutos volvió al mismo lugar con un pequeño barreño en sus manos. Desabotonó con cuidado los botones de la camisa manchada de sangre y se la quitó para dejarla a un lado. Mojó un trapo en el agua y comenzó a limpiar cada una de las heridas que se había provocado al golpear a ese hombre. Untó las heridas en un ungüento que ella misma había preparado y después las vendó.

- Arthur, se lo que Tommy dijo sobre las pastillas que te dio el médico, pero quizás deberías replantearte volver a tomarlas.- se levantó del suelo con ayuda del mismo Arthur.- Esta situación no te hace bien, la mierda que te metes te esta destrozando.

- No voy a dejarlo.- dijo levantándose y yéndose.- Gracias por curarme las heridas, Arabia, pero no debes preocuparte tanto por mi.

(...)

- Hay un puto Riley acojonante aparcado ahí y nadie lo está vigilando.- le dijo John a su mujer entrando a la casa de apuestas.

- Esos diablillos no van a tardar en destartalarlo.- rio Arabia que iba a su lado.

- Chicos, está mujer dice que va a entrenar a la yegua de Thomas.- dijo Esme al verlos entrar.

Una mujer elegante estaba parada en mitad de la sala, el coche debía ser suyo. John la reconoció de la subasta y Arabia supo quien era cuando Esme mencionó porque estaba allí, y aunque no le gustaba reconocerlo era una mujer bella y con clase.

- Ya nos ha hablado mucho de usted.- dijo John mirándola de frente.

- No sabe dónde está, ¿verdad?

- Siento llegar tarde.- se disculpó Tommy llegando desde la cocina.- Un asunto familiar. Esme, no abras todavía.

- Si, Thomas.

- Le enseñaré esto.- le dijo Tommy a May. Le echo una mirada a John y Arabia, que se quedaron inmóviles a su lado.

- Si, claro.- murmuró Arabia dándose cuenta de que quería que se fueran.- Un placer conocerla, May Carleton.

- El placer es mío.- la mujer acepto dudosa la mano extendida de la gitana.

- Tranquila que no voy a leerte la mano.- bromeó.- Soy Arabia Salazar.

- Pronto una Shelby.- carcajeó John ganándose una mala mirada de Arabia, que luego sonrió al ver la cara de desconcierto de la mujer.

- ¿Están comprometidos?- preguntó señalando a ambos.

- No, Esme, la que te ha abierto es mi mujer.- aclaró John.- Lo digo por Tommy.- May trató de mantener su rostro serio, pero Arabia pudo ver como su rostro se desfiguraba.

- Bueno, John dejemos de molestar.- Arabia lo agarro del brazo y tiro de él fuera de escena.- Eres malo, ¿has visto la cara que se le ha quedado?

- Claro que si.- rio.- A esa mujer le interesa poco montar a la yegua, creo que ha venido a ver si consigue montar otra cosa.

- Ella no es un problema de todas formas.- dijo Arabia tranquila.- No percibo un mal aura como lo hice con Grace, May Carleton no me preocupa.

Amor Gitano (Tommy Shelby)Where stories live. Discover now