C A P I T U L O 58

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Arabia y Tommy habían dejado su gran mansión para vivir una vida nómada, moviéndose en caravanas, al menos por un tiempo.

- Mira, cariño, ahí viene papá.- Jade dejó de lado las tazas y la tetera que usaba para jugar con Arabia para correr a los brazos de su padre.

- Ven aquí.- dijo Tommy extendiendo los brazos para recibirla.- ¿Qué has estado haciendo?- la niña no respondió nada, solo se acomodó en los brazos de su padre.- ¿Y Marco?

- En la caravana, no quiere salir- respondió Arabia.- Ha oído a Johnny hablar rokka, entiende más de lo creemos. Ha oído que tú mataste al caballo, le he dicho que lo hiciste por compasión, que es lo que hace cuando un caballo enferma, pero no lo entiende.

- Papa, ¿por qué le has disparado?- preguntó Jade causando que Tommy suspirase y se acercase a la caravana para hablar con su hijo.

- Marco, sal aquí anda, ya está bien.- le llamo.- Marco, vamos.- le insistió.- Siéntate.- le pidió cuando salió de la caravana.- Escúchame, tú caballo sufría, estaba enfermo.- trato de explicarle.- El veterinario no podía curarle, ni Curly tampoco. Así que le he dormido, es lo que se hace.

- ¡No!- exclamó el niño.- ¡Es lo que tú haces!

- Marco...

- Disparas a caballos, a personas.- siguió el niño a pesar de la advertencia de Tommy.- ¡Lo dice todo el mundo!

- Marco, no le hables así a tu padre.- le regañó Arabia, pero Tommy hizo un leve gesto para que dejase o discusión y el niño volvió al interior de la caravana.

Tommy se alejó encendiendo un cigarro y sosteniendo la mano de su hija, ambos se pasaron frente al hoyo que habían cavado para enterrar el caballo de Marco, cubierto ahora por una manta.

- Peligroso, mi bello caballo. Demasiado salvaje para las carreras, no obedecía ni a riendas ni a fusta, era caballo de guerra. Se harto de las praderas , no aguantaba la paz y renunció a vida.- soltó un suspiro.- En pleno...

- ¿Estás llorando?- preguntó Jade al ver que no acabó la frase.

Arabia camino hasta ellos pasando su brazo por la cintura de Tommy y colocando su mano sobre la cabeza de Jade.

- Es que a papá le gustan mucho los caballos, cariño.- dijo sosteniendo a su marido.- En pleno y sombrío invierno.- dijo al frase que Tommy no pudo terminar.

El ruido de un motor se hizo presente, Arthur acababa de aparcar su automóvil frente a su campamento.

Arabia se alejó de los hermanos para acompañar a Jade al interior de la caravana.

- Quedaos aquí, ¿está bien?- sus dos hijos asintieron.- Y Marco.- se giró antes de salir.- Tu padre ama a los caballos y mucho más a ti, jamás haría algo para herirte, la gente dice muchas cosas sobre él, pero quiero que sepas que no hay absolutamente nadie completamente bueno en este mundo, y tú padre hace todo que hace por nosotros.

Arabia salió de la caravana, Arthur y Tommy estaban hablando mientras el último sostenía lo que parecía un periódico entre sus manos.

- ¿Qué pasa?- preguntó Arabia llegando a su lado. Tommy le pasó el periódico para que supiese de que hablaban.

"PÉRDIDAS DE MILES DE MILLONES EN EL CRASH DE WALL STREET" - ese era el titular que les había alarmado.

- ¿Qué coño tengo que hacer otra que las personas me escuchen cuando hablo?- preguntó Tommy a gritos.

- ¿Qué hacemos ahora, Tommy?- preguntó Arthur.- ¿Qué hacemos?

- Arabia, ve con Arthur a Birmingham.- dijo Tommy.- Id al hotel Midland.- con un chasquido llamó a Johnny y al resto.- Arthur, convoca una reunión del consejo de dirección mañana al mediodía, pero que no falte ni un puto miembro.

- ¿Y qué pasa con hoy?- preguntó Arthur siguiéndole.- ¿Por qué no la hacemos hoy, Tom?

- Antes tengo que pensar.- respondió Tommy.

- Y eso lo haces mejor solo, ¿no es así?- se quejó Arthur.

- Venga, dejémosle.- Arabia tomó a Arthur del brazo y tiró de él.- Nos vamos mañana sin falta.

- Gracias.- le dio un leve golpe al caballo para que comenzase a galopar.

- Parece mentira que a estas alturas no conozcas a tu hermano.- dijo Arabia.- Déjale que piense en un plan y cuando tenga todo listo, vendrá a nosotros.

- Yo lo único que se es que estamos metidos en un buen lío.- se quejó Arthur.

- Quizás debimos hacerle caso a John cuando dijo que deberíamos para de expandirnos.

- Siempre llevó la razón.- Arabia de giro sobresaltada al escuchar esa voz.- Pregunta que pasará con Michael.

- Arabia, ¿qué miras?- preguntó Arthur al verla con al mirada fija a un lugar en que el aparentemente no había nada.

- Solo estaba pensado...- dijo desviando la mirada de John, que ando para estar a su altura.- ¿Qué crees que pasará con Mickey?

- No lo sé, supongo que eso lo decidirá hoy Tom en su momento de soledad.- le respondió Arthur.- Pero no creo que nada bueno, Tommy le aviso de lo que pasaría y estamos en este lío porque no hizo ni caso.

- Lo haría con buena intención, quizás su intuición le decía que debía seguir.- dijo Arabia tratando de quitarle culpabilidad al chico.

- En los negocios no todo en institución, hay que pensar con la cabeza, Arabia.

- De la única intuición de la que me fiaría es la tuya.- dijo John entre risas ganándose una mala mirada de Arabia.

- Jade, cariño, qué haces fuera.- fue hasta ella para cogerla en brazos.- Te dije que esperases dentro con tu hermano.

- Es que escuche a papá gritar.

- Parece que le pudo la curiosidad.- dijonJohn observándola con los ojos brillantes.- Es clavada a ti.

- Lo sé.- dijo Arabia orgullosa de su pequeña.- Tenemos que recoger nuestras cosas, volvemos a Birmingham.- Ve con el tio Arthur a avisar a tu hermano y a recoger tus cosas.

- ¡Oye!- se quejó Arthur.- Son tus hijos.

- Y tu eres su tío.- dijo Arabia.- Ademas, tengo algo que hacer sola antes de irnos.

Antes d que pudiese recriminarle se alejó hasta estar sola para que nadie pudiese escucharla.

- Mira, John, no es que quiera verte, porque Dios sabe cuanto te echo de menos.- dijo de espaldas a él.- Pero me encantaría verte si estuvieses vivo, el hecho de que estes muerto y aún así te vea, me asusta.

- Cualquiera diría que no me echas de menos.- se burló John con fingida tristeza.

- Te echo de menos cada jodido día de mi existencia.- dijo Arabia.- Pero todo esto me hace cuestionarme si estoy perdiendo la cabeza.

- Como la tía Polly.- la interrumpió John.- Ella si perdió la cabeza, lo tuyo es un don.

- Pero no apareces y cuando yo quiero.

- Yo nunca hago lo que quiere el resto.- dijo John.- De todas formas, yo tampoco se como acabo aquí, lo único que sé, es que por lo visto no puedes vivir sin mi.

- ¿Cómo es el tiempo que no estás aquí?- preguntó Arabia.

- Bien, supongo, no lo recuerdo en realidad.- hizo una mueca.- Es todo vacío hasta que estoy aquí.

- ¡Arabia, nos vamos!- se escuchó el grito de Arthur.

- Nos vemos.- se despidió la morena.- Qué digo, vente conmigo, no puedes despegarte de mi.

Amor Gitano (Tommy Shelby)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon