- Una botella de ron.- pidió Tommy a la nueva camarera del Garrison, una mujer rubio y muy bella, que llamó la atención tanto del hombre como de Arabia.
- ¿Toda la botella?- Tommy asintió.- ¿Blanco o negro?
- Da igual, solo date prisa.- Arabia se le adelantó en responder, la rubia la miro incrédula pero se dio la vuelta y buscó lo que le habían pedido.
- Harry dice que invita la casa.- Arabia prácticamente le arrebató la botella de las manos.
- ¿Eres puta?- pregunté de Tommy la dejo si. palabras.- Si no, te has equivocando de bar.
Los dos siguieron su camino hasta casa bastante rápido, el ron no era para emborracharse era porque a Arthur le habían metido una paliza que lo había dejado destrozado y había que desinfectarle las heridas.
- Déjame a mi.- dijo Tommy nada más enter a casa, se acercó a su hermano malherido y acercó a las heridas de su cara un paño empapado en el alcohol que acababan de conseguir.- Estas bien.
- El mismo Churchill lo ha enviado a Birmingham.- dijo el mayor aguantando el dolor.- Por algo de relevancia nacional ha dicho, y que tiene que ver con un robo.- Tommy se alejó pensativo.- Dice que quiere que le ayudemos.
- No ayudamos a los polis.- intervino John.
- Tiene nuestras hojas de servicio, dice que somos patriotas como él.- dijo Arthur.- Quiere que seamos sus ojos, le he dicho...- gruñó por culpa de Polly, que se estaba encargando de curarle la mano.- Le he dicho que reuniría a la familia para votarlo.
Todos miramos a Tommy en espera de una respuesta, pero no obtuvimos nada de su parte.
- ¿Por qué no?- siguió Arthur.- No tratamos ni con el IRA ni con los comunistas.
- ¿Y con los polis si?- preguntó Arabia con ironía.- No creo que sea buena idea, Arthur.
- ¿Qué hay de ti?- preguntó el nombrado mirando a la su hermano.- ¿Te pasa algo?- preguntó al no obtener respuesta.- ¿Se puede saber que coño le pasa últimamente?
- Si lo supiera le compraría la cura en la farmacia de los Compton.- dijo Polly apartando la mirada de su sobrino.
- Dejadlo.- Arabia le quito el cigarro de los labios a Tommy y lo llevo a los suyo.- Es una decisión que hay que meditar.
Sin decir nada Tommy les echó un último vistazo antes de darse la vuelta e ir hacia su habitación. Disculpándose con el resto Arabia de levantó y siguió con sigilo al de ojos azules.
- ¿Puedo saber que es lo que está pasando por tu cabeza?- preguntó viéndolo desde el marco de la puerta.- ¿Qué es lo que sabes sobre lo que busca ese poli?
- Nada que te incumba.- respondió sin si quiera mirarla.
- Desde hace un tiempo parece que nada incumbe a nadie, eres solo tú.- camino por la habitación hasta llegar a su lado agachándose para quedar a su altura, ya que estaba sentado en la cama.- Si algo nos caracteriza es que todo lo llevamos en familia, confía en nosotros, Tommy.
- Siguiendo ese razonamiento, tú no eres familia.- dijo con voz rasposa.- Arabia Salazar.
- No digas eso.- le apagó el cigarro en la rodilla quemando parte de la tela de su pantalón causando que el chico gruñera.- Se que ni lo piensas ni lo sientes.
- ¿Quién te dice que no lo hago?
- Sinceramente, no lo sé.- se levantó con pesadez y se sentó a su lado.- Hace cinco años hubiese puesto la mano en el fuego por ello, actualmente no pondría la mano en fuego por nada que tenga que ver contigo.- se echó hacia atrás tumbándose en el caña.- Has cambiado demasiado Tommy, y no creo que para bien.
- Su hubieses estado en Francia también lo habrías hecho, no puedes entenderlo porque no estuviste allí.- también se dejó caer sobre la cama.- No puedes ni imaginarte la pesadilla que vivimos.
- Es verdad, no viví la pesadilla de Francia.- se giró para poder ver el perfil de Tommy.- Pero viví la mía propia, la muerte de Martha, la de mis padres, la de Gael y sin olvidarnos del...- se paró a si misma cuando se dio cuenta de lo que iba a decir.- El caso es que puedo entender tu sufrimiento, si habla conmigo.
- ¿Sin olvidarnos del... qué?
- De nada, nada que te incumba.
- ¿No querías hablar?- preguntó mientras se erguía.- Pues hablemos.
- No creo que sea el momento, no cuando prácticamente me has estado ignorando desde que llegasteis.
- No he estado ignorándote.- Arabia puso los ojos en blanco.- No a posta.
La chica se levantó cuidadosamente.
- Arabia.- Tommy la tomó del brazo y tiro de ella haciendo que quedase sentada sobre si regazo.- Cuéntamelo.
- El problema es que no se si estoy preparada para contarlo.- Tommy la miro interrogante incitándola a seguir hablando.- Si tanto insistes.- se aclaró la garganta.- Tres meses después de que os fuerais tuve un aborto.- fue directa al grano porque sabía que si le daba vueltas no sería capaz de decirlo.- Lo peor de todo es que con todo el estrés del momento y la situación por la que estábamos pasando ni si quiera me di cuenta de que tenía tres meses de retraso.
- Calla.- la tomo de la nuca y pegó su cabeza a su pecho.- ¿Era mío?
- ¿De quién si no?- separó la cabeza para poder mirarlo.- En ese entonces solo había estado contigo Tommy.- escondió la cabeza en el cuello del hombre inhalando su perfecto aroma.- No entiendo cómo no pude darme cuenta, estuve bebiendo y fumando como si nada, fue mi culpa, yo lo maté, yo maté a tu bebé, Tommy.
- Arabia, no digas eso, no fue tu culpa.- le dio leves caricias en la cabeza.- Si lo hubieses sabido hubieras actuado diferente, te conozco bien y se que no lo hicisteis a propósito.Tómalo como una señal, quizás no era el momento.
- La verdad es que no lo era.- dije con una sonrisa triste.- Pero hubiese hecho lo que fuera para sacarlo adelante.
- Créeme que lo sé, estoy seguro que eso pequeña.
Arabia y Tommy no habían hablado mucho desde su llegada, a pesar de su pasado en común, pero esa confesión les había tenido abrazados por lo menos media hora. A Arabia aún le dolía el pecho al recordar la pérdida y a Tommy, aunque no quiso aparentarlo, se le encogió el corazón, no tanto por el bebé que Arabia perdió, si no de pensar lo mal que lo debía haber pasado, y él no estuvo ahí para consolarlo como lo estaba haciendo ahora mismo.
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Amor Gitano (Tommy Shelby)
FanfictionArabia se giro viendo como Tommy la observaba fijamente, su corazón dio un vuelco al verle, a pesar de que su apariencia no había cambiado demasiado, aunque si estaba más delgado, Arabia no fue capaz de reconocer al chico que se fue hace cinco años...