C A P I TU L O 6

4.4K 315 4
                                    

Arabia paseaba por las calles de Birmingham acompañada del más pequeño de los Shelby, el barrio no era un lugar bonito en el que pasear, pero Arabia lograba ver su encanto. Sostenía la mano de Finn entre la suya y caminaba a paso lento mientras observaba la miseria de la que estaban rodeados. 

Lo que no esperaba es que de un momento a otro y sin avisar, policías armados y a caballo entraran en el lugar llevándose por delante a todo el que pillaban, hombres principalmente. 

Arabia agarró más fuerte la mano del niño y aceleró el paso tratado de no pararse ni a mirar a quienes estaban arrestando, los comunistas. 

- ¿Qué está pasando, Arabia?- preguntó Finn agitado por seguir el ritmo de la chica. 

- No lo sé, pero tenemos que llegar a casa deprisa.- en ese mismo momento un empujón hizo que sus manos se separaran y Arabia se golpease contra la pared.- ¡Joder, dejadme en paz!- forcejeó con el policía que la tenía acorralado contra la pared. 

- Asquerosa gitana.- maldijo el policía que la tenía arrinconada. 

- ¡Arabia, Arabia!- Finn veía la escena horrorizado sin ser capaz de hacer nada para ayudarla. 

Tras recibir un puño en la mejilla, Arabia levantó la rodilla golpeando a aquel hombre en la entrepierna, el golpe hizo que por inercia la soltase. 

- Maldito hijo de puta.- le dio otra patada, esta vez en la cabeza.- Finn acércate.- el niño algo asustado le hizo caso. Arabia alargó la mano quitándole a Finn la boina tan característica que llevaban los Peaky Blinders. Se agachó hasta quedar a la altura del policía, lo jaló del pelo e hizo lo que mirase.- Te has metido con la chica equivocada.- rasgo cada uno de los ojos de aquel policía, a pesar de las súplicas del policía, Arabia hizo oídos sordos hasta que acabo con su tarea. - Mal fin tenga tu cuerpo, permita Dios que te veas en las manos del verdugo y arrastrado como las culebras, que te mueras de hambre, que los perros te coman, que malos cuervos te saquen los ojos, que Jesucristo te mande una sarna perruna por mucho tiempo, que si eres casado tu mujer te ponga los cuernos, que mis ojitos te vean colgado de la horca y que sea yo el que te tire de los pies, y que los diablos te lleven en cuerpo y alma al infierno.- maldijo en castellano y le escupió antes de volver a tomar la mano de Finn y seguir con su camino. 

- No creo que ni si quiera Tommy da tanto miedo.- dijo Finn con soltando una pequeña risa.

- Nada da más miedo que una gitana enfadada pequeño Shelby, menos si es una Salazar. 

A paso rápido y sin pararse para lo más mínimo llegó a su hogar, abrió la puerta y la cerro a sus espaldas. 

- Ve a jugar o lo que quieras, pero no salgas de casa.- Finn asintió varias veces y se fue corriendo por el pasillo. 

Quitándose la chaqueta fue a paso lento hacia la sala en la que solían reunirse, allí estaba Polly con su típico semblante serio y elegante. 

- ¿Qué cojones está pasando ahí fuera?

- No lo sé.- le dio una calada a su cigarro.- Esperemos a ver que dicen los chicos. 

- Espero que no tengan nada que ver.- dijo mientras se encendía un cigarro.- Parece que se empeñan en destrozar lo que hemos estado manteniendo en pie todos estos años. 

- Ni que lo digas.- la mayor le dio la razón.

Las dos mujeres esperaron pacientemente a que los tres hermanos llegasen y les explicaran la situación.

- La policía va diciendo que Arthur les dio permiso cuando lo detuvieron.- les explicó Polly.- Que los Peaky Blinders se habían ido a la feria para dejarles vía libre. 

- Maravilloso.- murmuró Arabia mientras rodaba los ojos. 

- Yo no le dije una mierda a ese polizonte sobre ponerse a destrozar casas.- se excusó Arthur. 

- A ver, ¿a qué pubs han ido?- preguntó Tommy. 

- Al Guns, al Chain y al Marquis.- le respondió su tía.

- Todos a excepción de el Garrison.- Arabia rompió su silencio.- Quieren que la gente crea que estábamos en el ajo. Muy listo ese poli. 

- Venga, terminad las cervezas y a la calle.- Polly les metió prisa.- Que se vea que seguís siendo los gallos del corral.

- Dadles dinero a los dueños de los pubs.- ordenó Tommy.- Pagad a algunos veteranos para que arreglen los daños. 

Arabia se levantó de su asiento y salió de la sala junto con John dejando solos a Tommy y Pol. 

- ¿Qué te ha pasado en la mejilla?- John se paró a verla, reparando en el moratón y pequeña herida que tenía en el pómulo derecho.

- Nada grave.- sonrió al sentir el tacto del chico sobre la zona.- Ya sabes, fue un policía. 

- Maldito hijos de puta.- masculló.- ¿No te hizo nada más?

- No le deje.- rio haciendo relajar el rostro tenso de su amigo.- Iba con Finn y digamos que le di un buen uso a su boina. 

- Esa es mi Arabia.- paso y un brazo por sus hombros y la empujo hacia el exterior, tenían tarea que hacer y aunque las mujeres no solían estar involucradas en esta, no era nada peligrosa, así que Arabia podía acompañarlo sin problemas. 

Por ordenes de Toomy fueron a cada una de las casas del barrio ofreciendo dos chelines por los retratos del rey, tenían planeado hacer una gran hoguera con ellos, el objetivo: solo Tommy lo sabía. 

- En seguida vuelvo.- Arabia se excusó con John y camino con paso decidido hacia Tommy, que acababa de terminar de hablar con un reportero que el mismo había hecho llamar. Se puso a su lado y observó el fuego que se reflejaba en sus rostros.- ¿Qué es todo esto, Tommy?

- No te hace falta saberlo, solo confiar en mi. 

- Es difícil confiar.- suspiro.- Solo espero que estés tomando las decisiones correctas, lo estamos dejando todo en tus manos. 

Amor Gitano (Tommy Shelby)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang