Cap. 4

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Al rato, el chico se incorpora y me mira directamente a los ojos. 

- ¿Quieres ir al bar conmigo? Te puedo seguir contando, mientras tomamos algo fresco. - me pregunta Liam, mientras se levanta ligeramente.

Me quedo pensativa durante unos segundos, es cierto que no lo conozco de nada.

Pero también es verdad que debo relajarme y disfrutar del viaje.

¿No?

- Bebidas gratis, y una preciosa chica para compartirlas. ¿Quién dice que los vuelos internacionales tienen que ser aburridos? -

Me río y me dirijo con él al bar.

Al llegar, el camarero nos entrega el menú con las bebidas.

Ojeo rápidamente los precios y me quedo con la boca abierta.

- ¡Estos precios son muy altos! Dijiste que eran gratis, Liam. -

- Bueno, eso pensé. Espera, tengo una idea, solo finge que nos acabamos de casar. -

- ¿Qué? - pregunto dando casi un salto en el sofá.

- Solo confía en mí, sígueme la corriente. - dice mientras se aclara la garganta y se coloca bien la chaqueta sobre sus hombros y se cierra un botón con dedos hábiles. - ¡Oh, Zoe! ¡Por fin ya estamos casados, no podía esperar a que todo esto pasara, me moría de ganas, tu tía estuvo tan graciosa mientras cortábamos el pastel... Esas fotos serán las mejores. -

- Estoy segura de que esas fotos enmarcarán varias fotos navideñas de la familia, pero también estoy tan contenta de ser la señora Ibarra. - me acabo de inventar el apellido, espero que no se note mucho.

- Desde que nos conocimos en la universidad, sabía que acabaríamos juntos, pero el estar casados es todo un sueño hecho realidad. -

Liam me mira con una intensidad, que hace que no pueda aguantarle la mirada por mucho tiempo.

Es gracioso, nos acabamos de conocer y actúa como si realmente fuera mi marido, está loco.

Y esas miradas, ese fuego en sus ojos azules... Me impresiona.

- Ahora todo es real, mi amor. Tenemos toda una vida para estar juntos. - mis palabras no tienen ese ápice de mentirosa, creo que debo callar, si no quiero que nos descubran.

- Estoy ansioso por nuestra luna de miel, lo he soñado por tanto tiempo. Será la primera vez que nos conozcamos como verdaderos esposos, no puedo esperar. - dice mientras me sonríe con dulzura.

Esto es demasiado, ¡Liam, no exageres!

Nos van a pillar.

¿Quién se espera a la noche de bodas?

El camarero estaba sacando brillo a unos vasos, parece distraído, pero juraría que lo ha escuchado todo.

Cuando de repente se gira hacia nosotros con una sonrisa, sin dejar de sacar brillo a esos vasos.

- ¡Unos recién casados! ¡Qué bonito! Las bebidas corren a cuenta del vuelo, escojan lo que quieran. -

Mis ojos, como platos denotan mi absoluta sorpresa al ver que se ha creído la mentira de Liam.

Agarro la carta de bebidas que había en la barra y miro detenidamente qué tienen para beber.

Leo detenidamente todas las bebidas, puedo ver que han tenido el detalle de poner los ingredientes de cada una de ellas, eso hace que me entere de qué lleva cada uno, y al final me decante por un Cosmopolitan.

- Yo pediré un Cosmopolitan. - digo con una gran sonrisa.

- Y yo un Margarita. - dice Liam.

Cuando nos traen las bebidas, las degustamos con ganas, hablando y riendo sobre la pequeña mentira que acabamos de decir.

Al abrir los ojosWhere stories live. Discover now