Cap. 43

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De vuelta en mi habitación, trato de relajarme, pero termino hirviendo de estrés.

- Zoe, siéntate. Tu nervosismo no ayuda en nada. - Cristal está sentada en el sofá, mirando como doy vueltas, mientras me muerdo las uñas.

- Cristal, debería hablar con Elian. Tal vez él sepa qué debería hacer. -

- ¡Sí! Creo que es una buena idea. - me anima.

Aunque quizá esté de acuerdo en todo lo que le diga, ya que llevo horas dándole vueltas al mismo tema.

- Además, quiero que lo escuche de mi boca, antes de que Elisabeth le cuente sus mentiras. -

- ¡Oh Dios! Esa loca ya ha hecho suficiente daño. Será mejor que te des prisa antes de que se te adelante la Sra. Ogro. - ríe con ganas.

Saco el teléfono rápidamente y llamo a Elian.

Los dos decidimos encontrarnos en una cafetería cercana.

- Bueno, ya debería irme. No tiene sentido prolongar esto. - soplo.

- Todo va a estar bien, Zoe. - me anima, mientras se levanta y me frota el brazo.

Me dirijo a la cafetería con rapidez. Elian ya me está esperando en una mesa, con un espresso descansando en esta. 

Me indica con la mano que vaya hasta él.

- ¿Qué está pasando? Cuéntame que ha pasado, cariño. - me abraza para reconfortarme.

- ¿Por dónde empiezo? - hago una pausa para agarrar aire. - Andreína también fue al spa. -

- ¿Qué? Debí suponerlo... Mi madre debe haberla invitado. ¿Las cosas fueron más fáciles esta vez? -

- Bueno, primero Andreína me encerró en una sauna... Y después... - levanto la mano, para mostrarle mi dedo desnudo.

- Me robó mi anillo de compromiso. -

- ¿Andreína te lo robó? - pregunta dudoso.

- ¡Sí! ¡Ella lo robó de mi taquilla! - 

- Deja de bromear, Zoe. Ese anillo era muy, muy caro. ¡Debiste haber tenido más cuidado! - su cara pasa al enfado rápidamente.

- ¿Me estás echando la culpa a mí? - pregunto incrédula.

- Vamos... ¿Por qué Andreína lo robaría? -

- Tal vez porque cree que yo le robé el amor de su vida? ¿Cuándo pensabas decirme que rompiste con ella para salir conmigo? ¿No ves el problema que hay con eso? -

- Eso no es relevante ahora... - mira hacia otro lado.

- ¿Cómo que no? Primero Andreína me culpó porque rompiste con ella por mensaje de Whatsapp, y luego... Literalmente tuve que lanzarme contra la puerta de vidrio, para poder romperla. -

- Espera, ¿qué? ¿Estás bien? - pregunta preocupado.

Mi voz se quiebra cuando trato de responder.

Con un sollozo de impotencia, rompo en llanto.

- Está bien, Zoe. Nada de esto es culpa tuya. Andreína solo está siendo malcriada, para vengarse de mí. - pone una mueca de tristeza.

Elian estira el brazo y me rodea la cintura, mientras me frota la espalda a modo de consuelo.

- Lo estoy intentando. En serio. Incluso estoy tratando de encontrar trabajo en la ciudad. Creo que no puedo hacer más... Empiezo a sentirme cansada. -

- No te preocupes por nada. Todo saldrá bien. Todo funcionará tal y como debe ser el destino. - me sonríe. - Pero de momento voy a arreglar esto. -

Elian levanta la mano para llamar la atención del camarero, que viene de inmediato.

Al abrir los ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora