Cap. 14

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Justo cuando me siento, el Fútbol Club Barcelona anota un gol, y todo el estadio enloquece.

Yo me animo a los gritos de euforia.

- ¡Vamoooos! - grito levantándome del asiento.

- ¡Esa es la actitud! - grita Liam riéndose y animándome.

Al rato, empiezo a gritar por todo, aunque no siempre estoy del todo segura de qué equipo marcó gol, eso ahora no me importaba.

- Tenías razón, Liam. Esto está ayudando, sin ninguna duda. ¡Eh! ¿Eso no fue una falta? ¿No hay un árbitro aquí? - grito mientras hago aspavientos con los brazos.

El chico de la silla de delante se da la vuelta, frunciendo el ceño, visiblemente molesto.

- ¿Podrías calmarte un poco? Me estás distrayendo. -

- Es solo un juego, además, todo el mundo está gritando. - dice Liam para defenderme. 

- ¿Solo un juego? ¡Este partido es crucial para la temporada de mi equipo! - grita enfadado.

Vaya, parece que hemos enfadado a un fanático extremista.

- Mis gritos no van a cambiar el resultado, ¿Lo sabes, verdad? -

- Amigo, si ella quiere gritar, déjala que grite. ¿Cuál es tu problema? - Liam ni siquiera se ha levantado de su silla, le habla con total indiferencia.

- Escucha chaval, sé que a veces las chicas se emocionan sin razón, pero algunos sí nos importan los partidos. -

- Amigo, ten cuidado con lo que dices. - Liam se incorpora y tira el cuerpo hacia adelante sin levantarse de la silla, con tono amenazador.

- ¿Ahora me vas a decir a mí lo que tengo que decir o hacer? -

El chico se intenta acercar, con los puños preparados para dar un golpe a Liam.

Creo que esto se está poniendo completamente innecesario.

¿Quién se pone así por un simple partido de fútbol? Si no quiere ruido, que vea el partido desde su casa.

Pero parece que Liam va a recibir la peor parte de esta discusión.

- ¡Liam, cuidado! - grito cuando veo que el aficionado intenta saltar los asientos para pegarle.

El chico logra llegar a la fila de nuestros asientos y da un golpe, que Liam esquiva sin problemas.

- ¿Eso es todo lo que tienes? - pregunta Liam, vacilante.

- Solo estaba calentando, capullo. -

Viendo la inminente pelea, decido agarrarle el brazo, que estaba tenso y en guardia para dar algún que otro golpe.

- ¡Liam, nos vamos! - 

- ¡Sal de aquí, ahora voy yo! - me grita, dándome la espalda.

Salgo medio corriendo de las gradas y me espero nerviosa en los pasillos, con el teléfono preparado para llamar a la policía.

Pero cuando voy a marcar los números, veo a Liam trotando hacia mí.

- ¡La próxima vez, no empieces una pelea con el tío más intimidante del estadio! - añado nerviosa.

- ¡Si era un cretino! Le di un puñetazo en el pecho y empezó a lloriquear, tendrías que haberlo visto. - Liam ríe por lo bajo.

Los dos reímos ante la situación tan surrealista que acabamos de vivir, pero justo cuando ya nos íbamos, escuchamos unos pasos de gente corriendo, soltando amenazas con las palabras: "Imbécil, eres hombre muerto"

Al abrir los ojosWhere stories live. Discover now