La mayoría de la gente está sentada en mesas, comiendo, algunos están tomando alguna copa, y a lo lejos veo que hay una pista de baile, aunque no hay nadie bailando, solo algunas personas que parece que están teniendo una conversación de lo más interesante.
Me vuelvo a mirar a Cristal, que está saludando a alguien con la mano.
Y de inmediato, me giro para ver quién es.
Aunque no hay ninguna duda de quién es.
Elian se sienta a mi lado, y me da un beso en los labios, para después saludar amablemente a Cristal.
- No sabía que vendrías, Cristal. Estoy muy contento de que le hagas de pilar a Zoe. - dice Elian.
Los tres nos ponemos a hablar sobre los orígenes de la universidad, sobre el viaje de Cristal, y mi gran sorpresa, que sin duda no me esperaba.
Después de una cena con bastante poca ración de comida, y quedarme casi con la misma hambre, nos vamos a la pista de baile.
Me voy a la barra a pedir un negroni, no quiero beber mucho, así que con una sola copa tendré suficiente.
Más aún si en mi estómago no hay casi comida.
- ¿Qué te dije, Zoe? ¡Está lleno de solteros! Te importaría si... Ya sabes. - oigo a Cristal justo detrás de mí.
Me giro en la silla del bar, con mi bebida en los labios, y no puedo evitar reír.
La debilidad de mi mejor amiga son los chicos, y no puede hacer nada para evitarlo.
- No te voy a poner frenos. Me puedo hacer cargo sola. ¡Ve a por los solteros! - no puedo evitar reírme de ella, al darse la vuelta y desaparecer casi corriendo.
- ¡Adiós! -
Justo detrás, está Elian, que me abraza y me agarra suavemente del codo, para que me baje de la silla y lo siga.
- Espero que te lo estés pasando bien, parece que el ambiente es bueno. - su tranquilidad me infunda seguridad. - Hay algunas personas que quiero que conozcas. -
Elian me lleva a un pequeño grupo que está charlando, en una esquina de la pista de baile.
- Él es Carlos. - me dice, mientras me hace un gesto hacia el chico. - Fuimos compañeros de habitación por casi toda la carrera. Ella es mi prometida, Zoe. -
- Un placer conocerte, Zoe. - el chico se acerca y me extiende la mano.
Algo que parece molestarle a Elian, ya que se interpone entre los dos, y hace que la mano de Carlos choque con su costado.
Aunque no saludarlo sería de muy mala educación.
Estiro la mano, esquivando el cuerpo de Elian.
- El placer es mío, Carlos. - digo con una deslumbrante sonrisa.
Los ojos de mi novio parecen de fuego puro, supongo que de ira.
Se aparta de grupo, y me hace un gesto con los dedos, para que me acerque.
Lo ha hecho discretamente, parece que no quiere que la gente de se cuenta.
- Eso no era necesario, Zoe. - la seriedad de sus ojos me deja desconcertada.
- ¿Eh? ¿Darle la mano? Pero si es tu amigo, no darle la mano hubiera sido muy irrespetuoso. -
- Lo sé... Lo siento, vi que te miraba de una forma... Y me puse nervioso, a veces me sale el instinto protector. - su expresión es indescifrable.
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Al abrir los ojos
Romance¿Crees en las relaciones a distancia? ¿Crees en tu novio al cien por cien? ¿El enlace prevaldrá hasta el día de la boda? O quizá te das cuenta que otro chico te hace más feliz.