Cap. 37

434 53 0
                                    

Me levanto del sofá y salgo corriendo a la ducha.

Me cambio y me decido por algo sencillo y elegante para poder hacer la entrevista. Con ligeros toques negros y burdeos.

Mientras me maquillo, empiezo a pensar en todo lo bueno que puede traer todo esto.

Debería decírselo a Liam. Al fin y al cabo, me dijo que me iba a acompañar.

Cuando termino, estoy tan contenta por la entrevista y por este giro hacia bien que me olvido por completo de llamar a la puerta que conecta nuestras habitaciones.

Me encuentro a un Liam que está en el sofá viendo una serie en su portátil.

Y lo más sorprendente es que está sin camiseta.

- ¡Liam! La compañía me reservó una entrevista para hoy! ¿Todavía me puedes acompañar? - pregunto con las palabras atropellándose en mi boca. 

- ¡Claro! Me pongo una camiseta y bajo enseguida. - dice riendo y cerrando de golpe su portátil.

Cierro la puerta con una sonrisa, casi de un portazo.

De verdad tengo que dejar de usar esta puerta. O al menos, empezar a tocar antes de entrar.

Aunque se me hace bastante complicado, se ve tan bien...

Agarro el bolso y salgo casi corriendo al piso de abajo, para esperarlo.

Me siento en un sillón de cuero de la entrada, pero Liam no tarda ni tres minutos en aparecer.

Liam me conduce hasta su coche alquilado, que lo tiene aparcado en el mismo párking del hotel.

Le envío la dirección y él la pone en su teléfono. 

Ya de camino, los nervios empiezan a hacerse presentes.

- ¿Y entonces? ¿Cómo te sientes? - pregunta Liam para romper el hielo.

- Bien. Nerviosa. Eh... A quién voy a engañar... La verdad es que estoy como loca por saber las condiciones. -

- Ah, por favor... Tienes un talento natural. ¡Eso será pan comido para ti! - dice sin apartar la mirada de la carretera, y se estira la manga de la camisa con la otra mano que no sujeta el volante.

Ese gesto me parece tremendamente atractivo, y no sé porqué.

- Ojalá tuviera tu confianza. -

- Te irá bien, Zoe. ¡Estás acostumbrada a eso! ¡Es tu materia! -

Al cabo de poco, Liam me deja frente al edificio. 

- Escríbeme cuando hayas terminado, ¿vale? Te estaré esperando. ¡Mucha suerte! -

Le abrazo y me despido con la mano mientras le sonrío.

Respiro profundo y atravieso las puertas.

Ya en recepción, el secretario me saluda con una sonrisa.

- Hola. Hoy tenía una entrevista prevista con ustedes. - digo con un intento de sonrisa, causado por los nervios.

- Tú debes ser Zoe. Creo que el Sr. López acaba de concluir su reunión. Si quieres puedes entrar a su oficina directamente. Es la primera puerta del pasillo. -

- ¿Le importará? - pregunto aún más nerviosa.

- Claro que no. Ya le estarán esperando. -

Le agradezco y me dispongo a ir directamente hacia la puerta. 

Intento abrir la puerta con cuidado, tratando de no hacer mucho ruido al hacerlo.

Unos hombres de negocios de aspecto sofcante están de pie alrededor de un escritorio, revisando un plano.

Al abrir los ojosWhere stories live. Discover now