Cap. 10

784 97 3
                                    

- Debimos haber discutido esto. ¡Compraste una casa aquí, en Barcelona sin consultármelo! ¿Pensabas que me alegraría? Ya sabías que después de la boda nos íbamos a Nueva York. - tengo mis brazos en jarra, apoyados a las caderas.

- Pensé que estarías emocionada, era una sorpresa, iba a comprar todo lo que se refiere a la casa, para que podamos vivir cómodamente sin preocupaciones, y sí iba a contártelo. -

- ¿Cuándo? - la pregunta parece más una amenaza.

- Justo después de la cena, quería enseñarte el sitio, es a tres calles más arriba, en una gran casa con un jardín increíble. -

- Te vuelvo a recordar que acordamos en que viviríamos en Nueva York, que miraríamos una casa adosada. Ahí es donde está mi trabajo, mi familia y mis amigos... - mi cuerpo se empieza a debilitar en pensar en mi preciosa gente, a la que tanto pienso y quiero. 

- Lo sé, pero mi padre quiere que me haga cargo de la empresa, por completo. No puedo trabajar desde casa, tengo que ir a la oficina cada día, supervisar que todo está correcto. ¿Crees que puedo hacerlo desde la otra punta del mundo? Zoe, es una oportunidad increíble, no podemos permitirnos en lujo de rechazarla. -

- Yo tampoco puedo trabajar a distancia, Elian. -

- El producto está aquí, en Cataluña. Y el futuro Director de la compañía también debe estar aquí. -

- ¡Entonces tú quieres estar aquí! Casi suena como si hubieras tomado la decisión por tu propia cuenta, sin tenerme en cuenta. -

- ¡Eso no es cierto! Estaba seguro de que te encantaría esta casa, está en la mejor zona de Barcelona, te lo puedo asegurar. - 

- No se trata solo de la casa. Me estás pidiendo que abandone toda mi vida, todo lo que he construido en todos estos años, que abandone todos mis progresos, para ser una estúpida regente de una ONG que ni me importa. - estoy tan enfadada que no me he dado cuenta de que le estoy apuntando con el dedo, a muy pocos centímetros de su pecho. -

No sé que más decir.

Parece que Elian no entiende nada de lo que estoy hablando, no entiende lo mucho que me afecta estos cambios a mi vida.

No lo entiende.

- Por favor, no te enfades. Déjame mostrarte algo, no quiero seguir discutiendo contigo, amor. -

- Te escucho. -

Elian me agarra suavemente el brazo y me dirige escaleras arriba, que se encontraban justo a nuestra derecha. 

Caminamos por el gran pasillo, hasta la última habitación, que está cerrada.

Entramos, al mismo tiempo en que Elian enciende la luz.

Es una habitación infantil, aunque no puedo verlo todo ya que todo está tapado con grandes telas que cubren todos los muebles, se nota que lleva tiempo, la capa de polvo denota el paso del tiempo.

- Esta era mi habitación cuando era pequeño. Aquí fue donde pasé mi infancia. Mi madre lo mantiene así, por si mi hijo también tuviera que crecer aquí. - Elian mira con nostalgia la habitación.

Él entra en la habitación y camina hacia una estantería, levanta la tela y agarra un viejo libro de cuentos para niños.

- ¿Lees cuentos? - pregunto confundida.

- Buscando a Luna. Es la historia de la madre luna, que cuida a su bebé Luna. - mira el libro con nostalgia y sonríe.

Le miro con intriga. 

- La madre noche trata de atrapar a la Luna para darle un baño, pero Luna siempre se aleja de ella, cada noche. -

- Nunca antes había oído esta historia. -

Al abrir los ojosWhere stories live. Discover now