11 - La fiesta II

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NOTAS

¿Cómo va la fiesta, familia? ¿Se están divirtiendo? Espero que sí. 

Seguro que con lo que viene ahora gozan mucho más. 

Let's go!

PD: Pasen un buen fin de semana. 

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La fiesta II

La reina de la fiesta, Estefanía, se dirige hacia nosotros. Más bien, desfila con elegancia. Cada paso suyo reafirma el porte de una princesa, de una figura refinada de la alta sociedad. Mirada firme, soberbia. Una arrogante sonrisa tatuada en la cara. La piel blanquecina y los voluminosos cabellos dorados la dotan de un aspecto angelical. Estando lo suficientemente cerca, la escasa claridad me permite apreciar el encanto de sus enormes ojos celestes. Su cuerpo delgaducho y estilizado indica que sigue una dieta muy estricta, cosa que, sumada a su andar y su cuidada apariencia, sugieren que sea actriz, modelo o bailarina. Para mi sorpresa, luce un bonito vestido veraniego de color rosa como el mío, con la diferencia de que el suyo debe costar unos cientos de euros más. Los accesorios de oro relucen sobre su piel, embelleciendo aún más su figura. Tienta por su extraña belleza, ya que sus rasgos faciales son muy particulares. Estimo que ronda nuestra edad.

Ella es el diablo entre todos los demonios que nos rodean. Tengo la impresión de que estoy a punto de conocer a una increíble narcisista.

—¿Celebrando el día de la pobreza colectiva o la fortuna de poder estar en mi casa? —Justo como lo supuse, su broma inicial para romper el hielo expone lo clasista que es. No me pasa desapercibido su extravagante y curioso tono de voz. El consistente barrido de su vista sobre nosotros denota menosprecio.

Intuyo que su objetivo al acercarse a personas menos adinerada que ella es alimentar su ego, pero me intriga que transmita cierta familiaridad con ellos. ¿Por qué ellos y no otros?

—No, el de los amigos auténticos, cosa de la que careces. —Ana tiene una lengua de acero. Cuando los demás agachan la vista, ella mantiene la frente en alto como una salvadora.

¿Así eres, Ana? ¿Defiendes a los tuyos a toda costa? Por eso empezaste a defenderme, porque me consideras de los tuyos. Ni te imaginas el flechazo que me acabas de dar.

—¿Tú crees? —Estefanía enfoca toda su atención en mi cuñada. Acomoda una mano en la cintura, símbolo de seguridad y preparación defensiva para un duelo inminente. Sacude la otra al compás que se expresa para reforzar sus alegaciones—. Solo tengo que chasquear los dedos y cualquiera de todos estos se echaría a mis pies como un perrito. —Miss Narcisista ha hablado y su carismático dedo índice la ha acompañado.

—Una cosita, Estefanía. Tienes algo aquí. —Ana se toca la nariz, desconcertando a la anfitriona al igual que a mí.

—¿Sí? —cuestiona Estefanía y, con un táctico disimulo, desliza el dedo índice bajo los orificios nasales. Entonces deduzco que Ana se refería al consumo de sustancias perjudiciales.

—Sí. Seguro que los restos de los polvos mágicos que tanto te gusta esnifar —se mofa Ana y todos se ríen.

No sería una novedad que una celebridad recurra a las drogas, pero sí me pregunto si el caso de Estefanía no es un secreto para el mundo o si ellos lo saben porque la conocen más íntimamente de lo que imagino.

La sonrisa de Estefanía se torna oscura. Alguien como ella no puede permitirse ser el objetivo de las burlas, así que preveo el bombardeo de la artillería pesada. No deberían provocarla más.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora