39 - El fin de su soltería

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NOTAS

¡Feliz finde, familia! Espero que les haya ido muy bien. La mía ha sido de altibajos por el tema de la alergia, pero mi sonrisa se mantiene imperturbable. Tenía ganas de llegar a este capítulo para que se conozca un poco más a nuestra querida chica kawaii, entre otras cosas. Espero que lo disfruten.

¡Un besote!

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El fin de su soltería

¿Cómo he podido fijarme y confiar en alguien como Ana? Aiko debe odiarme por haber caído en las redes de quien habríamos sentenciado como una enemiga. Lo peor es que estoy tan enamorada de ella que no me veo capaz de propiciarle el castigo que se merece. Me siento asqueada conmigo misma. Quiero aferrarme a la idea de que la realidad no es del todo así. De que ella lo hacía por influencia, por coacción, por chantaje, lo que fuera menos por voluntad propia. La gente malvada no cambia, pero Ani me ha demostrado que es puro amor.

Tengo que controlarme. Tengo que impedir que el rencor me ciegue con ella y darle el beneficio de la duda hasta que aclare la verdad sobre su pasado. Sin embargo, no me pesará de la misma manera que sufra por mí. Ana eligió hacer daño a inocentes en lugar de negarse. Recuerdo que una vez me obligaron a destrozarle el cuaderno a una niña que se desvivía por los estudios. Me habían amenazado con que romperían todos los míos si no obedecía. Me negué y, en efecto, hicieron añicos todas las páginas delante de mí. A lo largo de los días, ellos perdieron sus cuadernos, y también sus materiales escolares, sus meriendas y hasta sus teléfonos. La elección de Ana me ha decepcionado.

Regreso al salón, donde inicio el repaso con Aura en la mesa redonda. Si ella no se calla de por sí en clase, menos lo hace sin el control de la profesora. Gran parte de su verborrea se traduce en halagos dirigidos a mí, resaltando lo buena estudiante que soy. También admira mis elementos decorativos procedentes de Japón. Para ella, todo es «¡Kawaii!».

Yo me centro en explicarle cada uno de los ejercicios y la ayudo a resolverlos, en especial los de comprensión lectora. En todo momento, mantengo el volumen de mi voz sereno y tenue con el fin de que Aura, inconscientemente, se me arrime para escucharme mejor. Funciona. Ella invade mi espacio e incluso apoya la mano en mi silla, casi rozando mi pierna. No había caído en que está más perfumada que en clase. Pero eso es irrelevante cuando miro en profundidad, más allá de ella, y percibo la angustia de Ana en el sofá. La pierna inquieta, el silente bufido cuando no muerde el bolígrafo, su mirada acechante. Todos los gestos que la delatan se incrementan por la amabilidad de Aura, como cuando me ofrece galletas y me piropea. Que sufra. Que los celos la devoren. Debería darle las gracias a Aura por aportar más de lo que imaginaba.

—Entonces hemos terminado —enfatizo tras finalizar el repaso con Aura, alzando la voz para que Ana me oiga bien claro y se ilusione con que volveremos a estar solas.

—¡Qué peso me has quitado de encima! ¡Ay, gracias, Lau! Eres tan kawaii. Por fin tenemos tiempo para el ocio. ¿Vemos alguno de esos animes kawaiis que me dijiste? —Aura, emocionada, ejecuta de maravilla su papel de peón.

—Vale. Vamos a mi cuarto —indico y compruebo de un vistazo la irritada expresión de Ani. Me pregunto si se arrepiente de lo que le hizo a Aura, ya que no me lo pareció. Aura ni se lo figura, pero está obteniendo su venganza al ser una pieza en mi tablero. Igual que es duro para mí saber que me gusta una chica a la que odiaría, lo es para Ana al ver que su víctima intima con la chica por la que siente algo.

—¡Qué emocionante! —Aura aplaude y me sigue hasta mi cuarto—. ¡¿Esta es tu habitación?! —chilla con asombro cuando entra—. ¡Es lo más kawaii entre lo kawaii, Lau! —Mientras ella se pasea por lo que considera un panteón de dioses, yo cierro la puerta, intuyendo que la imaginación de Ani volará por lo que escuchará y no podrá ver, partiendo del acercamiento que presenció en el salón entre Aura y yo—. Se podría personalizar un poco más con una silla de diseño y unos cascos de neko, por ejemplo, pero te lo puedo perdonar porque no eres streamer como yo. Tienes que venir a mi casa para que veas la mía. ¡Alucinarás! —Esa propuesta formará parte de alguna jugada—. ¡Qué figuras tan kawaiis de Hatsune y de Evangelion! ¡Y tienes a Misa Amane! Espera, ¡tienes un Death Note! —Observo cómo se extiende la curiosa mano de Aura para cogerlo.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora