La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]

63 - Revitalizada

NOTAS

¡Buenas, familia! Seguro que tampoco esperaban este otro capítulo antes del fin de semana. Para que vean que siempre les tengo presentes en este corazoncito tan apasionado como el de Laurita. Relajémonos y preparémonos para la verdadera recta final: A dos capítulos de terminar este libro...

I love you, amores!

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Revitalizada

Ani encarna la bondad. Su noble corazón fue forjado en las fraguas de la pureza. Su alma está compuesta de luz, y esa luz es la que abrazo, la que sana mi dolor, la que cicatriza mis heridas. Estoy ante un verdadero ser angelical. Si fuera sobrenatural, contemplaría sus hermosas alas blancas extendidas, con las que me rodearía igual que con sus brazos para protegerme y revitalizarme. Nunca había sentido algo semejante, ni siquiera con Aiko.

Me entristece haberla dañado porque ella me ha demostrado que mi integridad emocional está por encima de su enojo. Lo único que consigue es enamorarme más con sus actos. Ani debería saber lo podrida que estoy por dentro.

—¡Ani, lo siento mucho! —Mi llanto continúa, y los espasmos me sacuden aún—. No quiero que te alejes de mí. No quiero que me odies. Fallé al tocar tu diario. ¡Te fallé y estoy muy arrepentida! Por eso te contaré mi pasado. —Ella es la única persona por la que he estado dispuesta a torturarme con mi trágico pasado, y no solo para compensar el daño que le hice. Ani podría comprenderme, pero sigo temiendo que la auténtica verdad la espante.

—No lo harás. —Me apretuja con ternura—. Esta no es la forma en la que quiero que te abras conmigo. Aunque me has hecho daño por coger mi diario, no puedo odiarte porque eres importante para mí... —Estrujo su camiseta para sentirla más pegada a mí. Esas palabras me llenan de amor, combaten la tristeza que me devora como gusanos en mis entrañas—. Yo... soy tan débil... No sé cómo te miraré a la cara después de todo lo que has leído, pero espero que no cambie nada entre nosotras...

Nuestros corazones aporrean nuestros pechos con sus violentos latidos, como si ellos también ansiaran derribar los obstáculos que se interponen en su camino para abrazarse.

—Ani... —Percibo su vergüenza y su miedo por haber estado expuesta. No quiero que sufra por eso. No quiero que se vea comprometida por sus sentimientos. Quiero serenarla como me serena ella a mí, y para conseguirlo he de mentir—. No tienes que preocuparte, solo leí un par de cosas sobre ti con mi hermano... —Me ceñiré a esa versión. De igual manera, no pretendo aprovecharme de su vulnerabilidad para mi propio beneficio. Lo que leí en su diario me acompañará a la tumba—. Yo también quiero que te abras conmigo, pero no a través de un texto escrito ni disgustada. Quiero sentir tus palabras y tu cariño cuando lo hagas. —Así es. No importa lo que leyera. Lo que contará para mí será lo que ella decida hacer—. Sea lo que sea que oculte ese diario y lo que diga la gente, la única que podría apartarme de ti eres tú. Yo no soy tan buena, pero me esforzaré para no darte motivos por los que puedas odiarme... —Encuentro la calma al frotarme en ella.

—Laurita, eres la persona más buena que conozco junto a Eric. —Ani aplaca su sollozo y restriega su pómulo con el mío. Sí anhelo ser buena como ella me percibe, pero estoy lejos de igualarla—. Yo también necesito que me perdones. He sido una malagradecida. Me metí en tu cama, te causé molestias, te preocupaste por mí y mira cómo te lo pagué. —¿Cómo puede ser tan linda y maravillosa?

—Si tú has sido capaz de perdonarme, ¿cómo no voy a hacerlo yo? Mi rencor se desmorona contigo. —El tierno roce de nuestra piel me despierta un agradable cosquilleo capaz de alimentar la paz que me hace sentir, aunque mi ardor interno crece como si estuviera a punto de incendiarme. Añoraba impregnarme de su seductor aroma.