Capítulo 19.1

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No podían confiar en nadie, estando en la escuela pledis las personas en las que podía confiar se contaban con los dedos de su mano, eso pensó cuando llegó, tenía tanto miedo y era tan inseguro que estaba convencido de que cualquier paso en falsa ...

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No podían confiar en nadie, estando en la escuela pledis las personas en las que podía confiar se contaban con los dedos de su mano, eso pensó cuando llegó, tenía tanto miedo y era tan inseguro que estaba convencido de que cualquier paso en falsa significaría caer, cualquier error y estaría en un lugar desconocido a merced de tantos alfas. Pensó que era lo correcto, y quizás lo fue, quizás fue lo mejor para ese entonces. O quizás no.

Cuando llegó su segundo año fue peor, aunque comenzó a confiar más en aquellos que ya tenía junto a él tambien comenzó a desconfiar más de su alrededor, comenzó a temer por los otros y no solo por si mismo, comenzó a mirar todo como amenaza hacia los que amaba. Y su desconfianza lo hizo cometer errores, lo hizo frenarse o darse contra el muro varias veces, lo hizo perder. Pero aun así mantuvo su idea. No podía confiar en nadie. Solo que si lo hizo. Confió en la gente aunque algo dentro suyo quería negarse.

Despues... Despues fue traicionado, una y otra vez, fue engañado y espiado a pesar de que estaba confiando en las personas que creía correctas, fue usado e incluso engañó a quienes no debía hacerlo. ¿Cómo seguir confiando entonces? Lo intentó, lo intentó una y otra vez perdonando y confiando un poco más, se mantuvo firme con la idea con la esperanza de que quizás ahora sería diferente. Y una y otra vez todo resultó en mentiras y errores. Y aun así lo hizo, hasta que dio en el lugar correcto.

No podían hacerlo solos. Confiaba en esas palabras.

—¡0 días para la catástrofe! ¡Es hoy! Espero que no se hayan encariñado con sus vidas porque están a punto de joderse. Mantengan brazos y piernas dentro de la zona de peligro y prepárense para el impacto. Será una mierda.

—Gracias por los ánimos, Wonwoo.— Minghao suspiró llevándose las manos al rostro, parecía cansado y nervioso, como todos los demás.

Woozi respiró profundo mirando la pequeña chimenea de la habitación, ese pequeño cuarto escondido que les servía de refugio en las noches e había puesto un poco más frio, pronto los días calurosos llegarían a su fin y tendrían vientos y lluvias. En dos meses más entonces tendrían frio, y era bueno porque el calor hacia que el celo se precipitara más y con regularidad, tomaban supresores pero aun así era difícil. No. En realidad no era tan difícil.

El segundo celo que tuvo fue tan ligero que pudo pasarlo con supresores, Seungkwan también lo ayudó pasando su tiempo libre hablándole y distrayéndolo de las cosas, Wonwoo tan solo le lanzaba comida y lo hacia reír, y Minghao se ofreció más de una vez como ayuda. Y no quiso ver a Jeonghan. En realidad últimamente no había querido ver a Jeonghan.

No, quería ver a Jeonghan, así que por eso no podía verlo.

—¿estás bien?— Le preguntó Seungkwan casi en un susurro así que asintió sin mirarlo. —¿estás preocupado?

—No.— Suspiró regresando su mirada enfrente. Wonwoo y Minghao continuaban discutiendo, y Jeonghan... —Es simple, ya sabemos que hacer, Wonwoo y Jeonghan tendrán a los de primero, y tú y Minghao a los de segundo.

Simplemente omega [Seventeen]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt