07: Una artista.

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Eunji:

Mi pantalla se encendió al momento de recibir otro correo electrónico, aquel remitente @_pj13 volvió a escribirme.

“¿Cómo va el pedido?”

Me sorprendí, pensé que él solamente había jugado conmigo la primera vez, pero parecía realmente interesado en algún dibujo mío.

Le respondí: “No pidió con exactitud algo, tuve un lapsus. ¿Podría darme ideas?”

Jamás pensé recibir una respuesta casi a los dos minutos de haberle respondido a su interrogante.

“ Pensé que era una artista.”

“ Estoy lejos de ser una, sólo sigo un hobbie.”

“ Jamás te menosprecies. Eres buena en lo que haces, tienes talento y potencial.”

No supe qué responder. Jamás me habían halagado, y mucho menos en casa.

“ Amé demasiado el dibujo que subiste a tu página el 13 de octubre. ¿Puedo pedir ese una vez más?”

¿Una vez más?, pensé.

Alcé los hombros, no quería ser metiche, con tal de que me paguen yo no opino ni interrogo a nadie.

Le di una respuesta corta, terminando así la pequeña conversación que se había formado con el cliente. Y me puse manos a la obra en lo que llegaba mamá de buscar a papá en algún bar cercano.

Por mi mente pasaban miles de posibilidades, probablemente ahora esté ahogado en un río, muerto de tanta borrachera y angustia.

— Ojalá Dios me escuche. — dije en voz baja tratando de pasar otra vez este nudo de enojo que se me formaba. No quería envenenarme por alguien que no valía la pena.

La puerta se abrió de golpe.

Era mamá.

— Guarda todas tus cosas y ve a tu habitación con los niños, tu padre llega muy enojado y no quiero que te haga algún daño.

No quería verlo tampoco. Así que muy obediente tomé mis cosas y me marché.

Sony y Eunjoo tomaban su siesta en lo que yo me encargaba de continuar en este feo camarote en donde apenas cabíamos los tres.

Extrañaba mi antigua casa. Ahí mis tíos cuidaban de mi, papá era responsable incluso con las familias alternas que tenía. No habían vicios. Mamá lucía siempre sonriente, pero no para aparentar si no porque realmente era feliz.

Extrañaba mi vida antes de que el vicio, terminara por ahogarme en dolor.

No quise pensar mucho. Quise verle muchas cosas positivas a la situación.

Una de mis bandas favoritas había sacado una canción apenas hace unos días. Estaba realmente emocionada por escuchar la melodía y olvidarme aunque sea por un momento.

Terminé el diseño algo descontenta, quería darle un toque personal.

— ¿Le gustará al cliente algo que ya vendí hace mucho a otra persona? Probablemente quiera algo nuevo. — pensé mientras extendía la tablet un poco lejos para apreciar mejor todo y darme cuenta de que probablemente podría darle otro toque.

Sin querer había cambiado completamente el concepto de mi dibujo. Ya ni siquiera era el diseño que el cliente había pedido.

Iba a escribirle. Lo juro. Pero él se adelantó.

“ ¿Pintas a lienzo?”

Me extrañó mucho la pregunta.

“ Jamás lo he intentado, pero podría hacerlo.”

Hice una pequeña mueca en lo que me imaginaba pintando a lienzo. Y sonreí muy pronto al gustarme la idea.

Le entregué al cliente el pedido después de matar mi cabeza pensando si debería enviarle una copia idéntica, o algún concepto nuevo como el que acababa de hacer al estar insatisfecha con mi trabajo.

Terminé por enviarle ambos. No me importaba el dinero, quería saber qué tanto les gustaba a la gente la espontaneidad.

Me dormí. Aquella noche había dormido tan plácidamente, los niños no se habían despertado ni con el hambre, ellos también sentían la paz, papá nunca había llegado a casa siguiendo a mamá.

Se sentía la calma cuando él no estaba.

A la mañana siguiente mamá estaba algo descontenta y por primera vez en años había servido el desayuno para nosotros.

— Buenos días hijas. —nos sonríe mientras tallaba sus ojos aún húmedos de tanto llorar en la cocina.

Sony le sonríe a su madre y dice:

— ¡Ya soy una niña grande!

Me extrañó mucho que no se haya levantado llorando después de darse cuenta de que había mojado las sábanas una vez más, avergonzada por el miedo que le generaban sus pesadillas nocturnas.

Mamá la revisó como de costumbre. Era cierto, ella no se había orinado en la cama.

— ¡Bien mi niña! —ambas chocaron los cinco y se sentaron en la mesa.

— Eunjoo aún duerme. —dije sentándome también a desayunar.

Mamá volteó a ver la puerta abierta de la habitación, Eunjoo dormía en la cama de abajo, con las mejillas rosaditas por el calor que sus colchas le generaban.

— Está nevando demasiado. —respondió mi madre en lo que veía la ventana de la casa igual de preocupada que mi hermana.

Era el segundo bloque del año escolar, apenas era Enero por lo que era obvio la nevada.

Me llegó una notificación que se pudo escuchar hasta la sala. Era un depósito.

Me contenté muchísimo.

Mamá nos sirvió huevos revueltos con tostadas y té sin azúcar. No me quejé.

Pero Sony al ser aún una pequeña niña exigía dulce en su desayuno.

Miré cuánta necesidad había en casa.

Papá nunca se haría cargo otra vez.

Pensé en la propuesta que me había hecho Jeon, almuerzos gratis y pasajes de bus.

Se lo quería comentar a mamá.

— En la escuela me dieron una propuesta. —dije sin titubear mucho. Quería ir al grano. — Podría representar al salón como líder, eso me traería muchos beneficios.

Mamá estaba atenta a mi charla en lo que trataba de pasar la poca mermelada que había en el pote para la tostada de Sony.

— ¿A cambio de qué? ¿Dinero? —me responde algo confundida.

— Para nada mamá. A cambio de tiempo. Eso implicaría llegar tarde a casa, al menos media hora después de lo acordado, te mantendré al tanto si así lo quieres.

Ella me sonríe dulcemente.

— Pequeña tonta, a mi no me tienes por qué mantener al tanto de nada. Confío ciegamente en ti mi amor. Te doy el permiso si es lo que deseas.

Asentí agradecida con ella. Mordí mi tostada, esperanzada de encontrarme hoy a Jeon y contarle que podría ser parte de los líderes de aula.

Comencé a comer en silencio y no dije más.

Mamá fue corriendo a cambiar a Sony para irse al preescolar en lo que yo me lavaba los dientes y me colocaba el uniforme.

Me acordé de algo más.

Jeon había comentado que conoció al rubio en una reunión de líderes.

Si era así.

¿Por qué el rubio venía caminando conmigo o en bus externo?

Todo me parecía raro ahora.

© heather ↬ park jiminWhere stories live. Discover now