00: Final alternativo.

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Eun Ji:

Ya saliendo de la universidad como acostumbraba a las ocho de la noche, tomé el expreso cuatro para poder ir a casa.

Inclusive hasta le había escrito a Jimin, avisándole que estaría llegando a casa para que evitase pasar por mí.

Toqué mi vientre abultado con algo de pesadez, ya tenía cerca de los nueve meses por lo que la obstetra me había recomendado ausentarme por estas semanas de la universidad.

— Pasajeros a la ciudad de Gangnam, con el fin de salvaguardar su integridad debido a las constantes lluvias, nos hemos visto en la necesidad de cambiar de ruta, por lo que la empresa en conjunto con el ATU ha omitido las paradas B-20 y las siguientes hasta la 30.

Todos en el metro se vieron frustrados y muchos se bajaron del tren, por mi parte no había problema alguno.

Como el tren era subterráneo no supe cuán intensa era la lluvia hasta en ese momento.

Pero según las noticias había empezado a correr un fuerte viento y sobre todo el invierno había venido con fuerza.

Los pocos pasajeros parecían estar preocupados por no llegar a salvo a sus casas por lo que yo también me preocupé.

Nadie me garantizaba que no podía resbalar y caerme, peor estando embarazada.

Volví a darle un corto mensaje a Jimin, ésta vez pidiéndole que por favor llegara a salvo a casa y que lo esperaría con mamá.

Mamá me esperaría en mi parada correspondiente, más que nada porque sabía que era demasiado torpe al caminar.

Recordé entonces que desde la mañana tenía un fuerte antojo de alfajores, por lo que se los pedí a Jimin.

Con una sonrisa en el rostro a sabiendas de que me iba a cumplir el antojo traté de pegar un ojo, porque el camino era largo y en toda la semana no había podido dormir bien

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Con una sonrisa en el rostro a sabiendas de que me iba a cumplir el antojo traté de pegar un ojo, porque el camino era largo y en toda la semana no había podido dormir bien.

No fue hasta mitad de camino, cuando sentí una fuerte punzada que más parecía ser un cólico en la parte baja del vientre.

Traté de contener la respiración y no alarmarme, porque sabía que eso podría empeorar la situación.

Recordé las palabras de Jimin a bebé hace un par de semanas: — Parece que la pancita de mami se ha aligerado un poco.

Estaba entrando a los nueve meses. No podía siquiera pensar en que eran contracciones o algo por el estilo.

En la mañana sentí pequeños piquetes, no le tomé atención tampoco porque creí eran dolores ajenos al embarazo.

— Por dios Eunji debiste hacerle caso a la doctora. —pensé agarrándome de la baranda para tomar fuerzas.

El dolor iba y venía, pero por cada tiempo era un poco más intenso que el anterior, o al menos así lo sentía yo.

© heather ↬ park jiminWo Geschichten leben. Entdecke jetzt