56: Declaraciones.

94 12 56
                                    

Eun Ji:

Dicho y hecho, mamá me habría despertado más temprano que a todos, y me habría sacado de casa con la excusa de que tenía una cita médica.

— ¡Nos encontramos en el colegio de Sony! —le habría dicho al señor Kim que a duras penas la escuchó porque dormía plácidamente con Eunjoo.

Mamá estaba nerviosa, tiritaba y no solamente de frío.

Habríamos llegado más temprano que el mismo médico que me había atendido.

— Para llegar tan temprano debió de ser una emergencia. —dice la ginecobstetra.

— Buen día doctora. —le dice mamá. — Necesitamos que nos pueda sacar de dudas.

Me quería morir de la vergüenza ahí mismo, pero la profesional estaba atenta a cada cosa que mamá decía sobre mí.

Parecía que ella tenía experiencia con madres exageradas.

— Para realizar un diagnóstico la señorita Yoo debe ir conmigo al laboratorio a una extracción de sangre, es algo rápido.

— ¿Demorará mucho? —pregunta mamá.

— Unas cuantas horas, pero es mejor esperar hasta mañana en la mañana.

Mamá accedió inmediatamente a que me extrajeran la sangre.

Maldita sea, había creado una nueva fobia, las agujas que utilizaban eran tan grandes como mi miedo.

Mamá vendría a recoger la prueba al día siguiente cuando yo estuviese en el colegio.

Estaba muy mareada, por lo que mamá me compró un jugo de melón antes de subir al autobús.

— Nos sacaremos de esta duda mi amor, tranquila.

Yo estaba sin nervio alguno, sabía que no estaría embarazada, pero mamá era la más intranquila por la situación.

A esta hora Sony estaría en su bus y el Señor Kim esperando en su auto.

— Menos mal me levanté muy temprano.

— Dormiste apenas una hora. —le dije tomando mi jugo.

Mamá abrió un paquete de galletas de coco y me las dio, yo solamente agarré una para que ella pudiese comer algo.

— ¿Te mantiene muy nerviosa esta situación? —le pregunto.

Ella asintió mordiendo una galleta.

— Un bebé ahora no es para nada una bendición hija, nosotras a las justas podemos vivir, y seguramente si tu padre se entera nos mataría sin pensarlo.

Miré a través de la ventana.

— ¿Cómo está? —pregunté entre un pesado suspiro.

Mamá me miró confundida. Jamás había preguntado por papá.

— Bien. Tu abuelo no lo suelta. —responde.

— ¿Planeas volver con él?

La anterior versión de mamá habría dicho un sí sin pensarlo dos veces, pero ella lucía confundida.

— No lo sé.

— ¿Por qué?

— Tu padre tiene una nueva mujer. —dice.

— ¿OTRA?

Aquel sorpresivo grito habría llamado la atención de algunos pasajeros.

Hice cortas reverencias con la cabeza para disculparme.

© heather ↬ park jiminOnde histórias criam vida. Descubra agora