35: Just my type.

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Jimin:

Cuando el sueño terminó por abandonarme y teniendo el apetito a punto de volverme loco entendí que era hora de levantarse.

Y lo iba a hacer.

De no ser porque tenía a una castaña que ciertamente me gustaba mucho, prendida de mi brazo como si fuese su peluche.

— Eun… —traté de despertarla.

Pero fue en vano. Ella estaba muy dormida.

Y sinceramente me gustaba mucho estar así.

Lucía incluso más bella cuando estaba calmada.

— Realmente sufres mucho por amor. Pequeña masoquista. —pienso al verla.

Incluso durmiendo hacía gestos. Sonreí por lo bajo al verla hacer un mohín de incomodidad, al parecer su sueño no le estaba gustando para nada.

— Eun… —volví a intentar despertarla.

Lentamente abrió los ojos. Y una pequeña sonrisa se asomó por la comisura de sus labios cuando dijo un: — Buenos días, cascarrabias.

— Buen día, pequeño koala. —le digo señalando con la mirada mi brazo que se veía aferrado por Eunji, la castaña.

Ella se soltó de inmediato y sentí el alivio.

Realmente tenía fuerza incluso durmiendo.

— Lo lamento. —se disculpa. — Suelo dormir con algo para abrazar, y como no había una almohada…

Negué con la cabeza y dije: — No te preocupes Eun. No me incomoda.

Ella volvió a sonreír.

Maldita sea, mi corazón parecía haber corrido una maratón entera. Y es que estaba latiendo con tanta intensidad que a veces temía que podría tener alguna enfermedad.

— ¿Dormiste bien? —le pregunto cambiando mi posición y viendo ahora el techo de la carpa.

Ella solamente dijo un corto «ujum» antes de sentarse en la colchoneta y bostezar.

— Ya dejé de sentir el dolor de cabeza. Realmente dormir te cura todo.

Asentí con una sonrisa.

— ¿Hay algo planeado para hoy? —me pregunta viendo la pantalla de mi celular y dándose cuenta de la hora. — Madre mía es medio día, deberíamos preparar algo delicioso.

Estaba de buen humor. Probablemente la noticia que Jeon le había dado horas antes le había subido la felicidad al mil por ciento.

— Quiero dar un paseo por la isla. —dice estirándose. — ¿Quieres acompañarme?

Asentí obediente. Ella podría preguntarme si la seguiría al infierno y yo rotundamente le diría un sí sin pensarlo demasiado.

— Me voy a asear, iremos después de comer. —dice sonriente antes de levantarse de la colchoneta y salir de la carpa como una bala.

Yo todavía tenía algo de sueño. Pero también me movía bastante la idea de poder caminar por la isla con Eunji.

Tomé mis cosas y me aseé sin ningún problema, más tarde vería a Eunji y a los demás.

Pero por alguna razón una corazonada no me dejaba estar atento al cien por ciento. Algo me generaba mucha desconfianza, y eso me desesperaba un poco.

Cuando terminé de asearme y cambiarme de ropa, ahí estaban Jungkook y Hyolin tomando café como si fuesen desconocidos totales.

© heather ↬ park jiminWhere stories live. Discover now