27: ¿Tú eres Eunji?

143 16 14
                                    

Eunji:

A la mañana siguiente, cuando estaba tratando de abrir los ojos lentamente mamá entró abruptamente a la habitación echando chispas.

— ¡Se lo llevó!

No entendía. Apenas estaba tratando de conectar con la realidad después de mi profundo sueño.

— ¿Qué ha pasado?

Pensé en lo que dijo mamá y lo primero que se me vino a la mente fue Eunjoo.

— ¿Eunjoo? ¿En dónde está?

Mamá me miró y respondió:

— En su cuna, él no es el problema.

Había comprendido entonces de que se trataba de papá y abuelita.

— Mi mamá se llevó a tu padre.

Por fin una buena noticia en las mañanas.

No le dije nada. Ella sabía perfectamente que por mí el podría irse al mismísimo infierno y a mi me seguiría dando igual.

— Aunque lo odies sigue siendo tu padre.

— No lo considero como tal, es sólo mi progenitor. —dije levantándome de la cama para lavarme los dientes y la cara al baño. — Aparte. —agregué antes de tomar mi cepillo y su vasito de mi mueble. — Si abuelita se lo llevó fue para que tú estés bien. Y me alegra que lo haya hecho.

Mamá se mordió el labio inferior tratando de contener un sollozo. No quería herirla. Pero realmente está mil veces mejor lejos de él, y si se había ido ojalá haya sido para siempre.

No quería cojear con lo que acababa de decir y traté de contener mi furia en la garganta. Me fui al baño y ahí me encerré.

A todos nos ponía sensibles cualquier decisión de papá.

Desayuné apurada cómo siempre. Casi ni tomé el jugo de tomate que mamá me había dado. Faltaban exactamente tres días para el catorce de febrero y podía ver como todos los estudiantes del último año colocaban banderines por todo lado.

— Ha de ser hermoso al fin librarse de la escuela. —pensé subiendo las escaleras para llegar al piso de mi aula.

Un par de pelirrojas pinkys detuvieron mi trance y por poco me hacen caer de espaldas por las escaleras.

— ¿No miras por dónde andas? —me defiendo ante una mucho más alta que yo.

Eran las jodidas ex mejores amigas de Hyolin. Las salientes del equipo de natación.

— ¿Tú eres Eunji?

¿Qué querían este par de papagayos?

No les hice caso, quise seguir de largo como si fuera sorda, ciega y muda.

— Te pregunté si eres Eunji. —una gemela me detuvo agarrando mi mochila.

Quería tirarles una patada en el trasero a cada una, sencillamente no estaba de buen humor.

— Sí. ¿Qué quieren? —me detuve dando una fuerte bocanada de aire. Lo último que quería era ir a dirección.

— ¿Eres amiga de la zorra de Lee Hyolin?

Iba a asentir. Pero eso implicaría aceptar que le hayan dicho zorra.

— Soy amiga de Hyolin. ¿Qué quieren conseguir con eso?

— Lo último que faltaba. —las tres volteamos al oír esa quisquillosa voz. — Las dos hipócritas están aquí al fin. ¿Me buscaban?

Era Hyolin que había salido del aula de inglés.

© heather ↬ park jiminWo Geschichten leben. Entdecke jetzt