© heather ↬ park jimin

17: ¿Realmente lo amas?

Eunji:

Como me imaginaba, Sony estaba tirada en el suelo haciendo el berrinche de su vida después de haberle dicho que era hora de ir a casa a calentar el almuerzo y comer.

— ¡Déjame jugar Eunjiiii~!

Miré hacia todos lados algo abrumada. Mi hermana era el perfecto anticonceptivo por si algún día se me ocurría tener hijos.

Me puse de cuclillas e hice que se levante. Le ofrecí un abrazo y le dije que sólo le daría cinco minutos. Ella solamente asintió feliz y continuó en la resbaladilla.

— ¿Cómo manejas los berrinches? —le pregunto a Jimin que miraba atento a Sony y a Yoora. Ahora compartían la resbaladilla.

— Apoyo emocional Eunji. Aunque no lo creas eso les reconforta bastante, entienden lo que sucede si les hablas con respeto y cariño ofreciéndoles opciones sin llegar a lastimarlos.

Viniendo de una familia caótica jamás se me habría pasado pensar en los sentimientos de alguien. Los que nos creaban traumas de por sí eran nuestros propios padres.

— Todos somos víctimas de víctimas. —le respondo y él asiente.

— ¿No crees que eso es más que suficiente para dar por finalizada la larga fila de victimarios? Los traumas se generan y se notan, no de la noche a la mañana, te perduran por años.

Él parecía un papá, uno que fácilmente podría cuidar de un bebé, de sus sentimientos y futuro próximo sin ningún problema. Diablos, estos daddy issues me hacían sentir tan vacía cuando él hablaba.

— ¿Planeas tener hijos? —le pregunto.

Él niega y dice:

— Tal vez no por ahora, no termino la secundaria. Ser padre requiere de mucho más que tener un trabajo estable.

Yoora se había acercado a Jimin y se había sentado a su lado.

La pequeña niña me ve y dice: — Eres idéntica a la niña que no me deja subir a la resbaladilla.

El pequeño ceño fruncido que tenía me causó ternura. Jimin rió y le dijo:

— Sé que estás enojada, pero jugamos demasiado y al parecer la pequeña Sony ama la resbaladilla. ¿Te parece dejar el parque e irnos a comer algo delicioso con Eunji y su hermana?

Yoora seguía viéndome. Miró a Jimin y asintió.

Quizá no le daba confianza o quería jalarme de los cabellos por culpa del gremlin que tengo de hermana.

— ¿Te parece ir al KFC del centro? —me pregunta. Yo niego, tenía comida en casa.

— Mamá preparó comida, si ve que todo está lleno me mata sin pensarlo.

Él ríe y dice: — De todas maneras eso no llena, es solo para contentar a las niñas.

Vi a Sony. Ella asentía desde el juego y decía: — ¡Dile que sí Eunji!

Cuando le convenía escuchaba.

Asentí apenada. Agradecí tener dinero en el bolsillo, era un milagro también.

Fuimos al centro que de por sí estaba cerca en lo que Sony me miraba y al oído me decía: — ¿Es tu novio?

Negué, si él escuchaba eso tal vez pensaría que yo le metía ideas a mi hermana.

— Somos compañeros de secundaria. —le respondo.

— Parece que Yoora conoce a tu hermana desde antes. —interrumpe Jimin haciendo que ambas lo miremos mientras seguíamos caminando hacia la tienda.