84: Epílogo.

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Pasaron noches vacías, entre nostalgia y dolor.

Su amor se enfrió. Jimin se enfrió.

Más tarde, una década tal vez. Él se habría dedicado únicamente a ser un buen padre para su primogénito, y un amable esposo para su mujer.

Habría llamado con locura a Eunji llegando a Alemania, aquel joven de antaño habría deseado con ansias a su castaña.

Una rubia, amiga de su hermana se había convertido en la madre de su hijo. Casado hace tres años, feliz, como siempre había ansiado.

— Me he enterado que llegaron unos estudiantes de intercambio de la secundaria a la que ibas…

Jimin miraba con dulzura a su mujer. Ella le habría dedicado mucho cariño, y sobre todo amor incondicional.

Un pequeño beso fue robado en la cocina de su mansión.

— ¿Estás seguro de verla?

Él asintió. Su mujer era su mejor amiga, jamás le habría ocultado algo, ella sabía que ese día él tomaría un avión a Seúl y visitaría a sus amigos a pedido de su eterna amiga Hyolin y a su marido Yoongi.

— Iría contigo y con Nick, pero mis alumnos me esperan en la universidad…

— No te preocupes cariño, solamente visitaré a Hyolin, por el nacimiento de su nueva hija.

La rubia asintió, despidiéndose con un beso de su marido y viendo lo buen padre que era con su pequeño retoño.

Jimin realmente amaba a su familia.

.

Ya en tierras coreanas el ahora castaño miraría con nostalgia el lugar. Muchos sentimientos volvieron a él.

En este país él le habría dado el último adiós a su eterno amor de adolescencia.

— ¡Jimin! ¡A los años! —habría dicho una Hyolin mucho más adulta, sonriente de recibirlo en su hogar, con una pequeña bebé en brazos.

— El viaje pareció tener muchos retrasos. —bromea el chico tímido de piel pálida.

— Estuve viendo el gran cambio de Seúl. Me sorprende que cada día los edificios llegan más y más lejos.

— Así como tú al irte sorpresivamente de Corea sin despedirte de nadie. Todos te extrañamos y me dolió tu ausencia.

— Lo lamento mucho Hyo, lo lamento también Yoon, realmente ese día no quise saber nada de nadie. Ahora estoy aquí por mi ahijada.

Hyolin sonrió de oreja a oreja mostrando con orgullo a su primogénita, la pequeña Min Jisoo.

— Supe que tuviste un hijo.

— Sí Yoon, se llama Nicolás, pero todos en Alemania le decimos Nick. Es mi adoración.

— Yoora, tu hermana estuvo aquí hace un rato, luego partió a tu casa como una bala.

— ¿Sigue intacto aquel edificio?

Ambos esposos habrían negado.

— Derribaron todos los edificios después de que te fuiste, pero están más modernos, y más seguros.

— ¿Y… ella?

— ¿Ella? —pregunta una Hyolin desconcertada. — Oh… te refieres a ella…

Jimin se sentía un primerizo ilusionado, maldita sea, esta sensación de angustia la conocía.

— No se supo mucho de Eunji después de que partiste. Jungkook al final no se quedó mucho tiempo en Corea, hizo su vida aparte de ella.

Yoongi parecía saber más cosas que Hyolin.

© heather ↬ park jiminWhere stories live. Discover now