© heather ↬ park jimin

70: Chico con amor.

Hyolin:

Desperté como de costumbre, ahora ignoraba cualquier otra cosa que no sea ir con Yoongi y hablarle cara a cara al fin.

No se lo dije a mamá, no se lo dije a nadie. Los únicos que lo sabrían y me ayudarían a todo esto serían Jimin y Eunji.

Ambos irían a un pequeño viaje a Jeju aprovechando que aún tenían unos días de vacaciones post navideñas.

Me coloqué la ropa ancha como había acostumbrado desde que supe que estaba embarazada y tomé mis cosas con cuidado.

Sin querer en el pasillo de mi habitación me topé con mi papá que iba rumbo a su habitación.

— ¿A dónde vas, Hyolin?

Recordé la cuartada que Eunji había preparado para mi en caso preguntaran.

— A casa de Kim Eunji a ver una película y a conversar. Ya tengo al chófer esperando.

Papá conocía a Eunji más que a nadie, porque entre todas las personas de sociedad se había hecho conocido que el famoso soltero y millonario Kim Seokjin había contraído matrimonio con una mujer que curiosamente era la mamá de mi amiga.

— Bien, dale saludos a Seokjin. Dile que está invitado al almuerzo que están preparando los Kim-Min.

Agradecí la cuartada, el estatus y todo lo que pudiese tener Eunji en estos momentos.

Recordé que papá todavía seguía asistiendo a almuerzos con gente igual de egocéntricas y altaneras que él.

Y pensar que papá hasta había hablado con Seokjin hace algunos años, con la meta puesta en ponerlo en la familia como mi prometido.

Agradecí que Seokjin haya visto la realidad, y me haya rechazado por ser muy menor.

Lo cierto es que no tenía al chófer esperando, lo último que tenía en la cartera lo usé en el taxi que tomé cuando caminé cerca de tres cuadras lejos de casa.

Como ya sabía, él vivía en el departamento de Jimin, ambos como roomies. Esperaba que Eunji o alguien estuviera ahí para darme el último aliento.

Y mientras subía las escaleras hasta su piso yo trataba de hacerme a la idea de que él no me vería igual en este estado.

¿Qué le diría exactamente? Yoongi, él es tu hijo.

¿No sería muy abrasivo? Y sobre todo, ¿me creería?

¿Qué pasaría si él no me aceptaba? ¿O si no corresponde a este hijo tan suyo como mío?

Ya quedaban pocos escalones, ya veía su puerta de reojo. No podía dar marcha atrás.

Quise tocar el timbre una vez estaba frente a frente de la puerta.

Todo era una decisión difícil para mí, y sobre todo me invadía el miedo.

— No puedes hacerlo Hyolin. —me dije a mi misma mientras cerraba mi mano en un puño.

Limpié mis lágrimas con pesadez mientras bajaba las escaleras.

Mientras yo bajaba Jimin y Eunji subían con unas bolsas de compras.

— ¿Hyo? ¿Qué te pasó? —preguntó Jimin.

— ¿Ustedes no iban de viaje?

— ¿No leíste ningún mensaje? —preguntó Eunji sacando su celular de la cartera.

Rápidamente ella me enseñó mensajes que claramente con el afán no vi.

— Se fue muy temprano. Dice que tiene mucho por hablar con sus padres.