02: Cita fallida.

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Eunji:

En mi mente solo rondaba una cosa: él estaba en la cancha de tenis. ¿Por qué no ir y verlo jugar?

Caminaba lo más rápido posible desde mi salón de clases hasta la cancha que a decir verdad había mucha distancia de por medio.

Cuando estuve a punto de pasar por la sala de gimnasia me sentí un poco tonta.

Si él me veía. ¿Qué excusa pondría? Probablemente le diga cualquier tarugada que salga de mi boca.

Lo pensé dos veces pero cuando ya tenía las zapatillas de deporte puestas. No podía hacer nada mi única excusa válida era que venía a hacer un poco de deporte aunque sinceramente no me guste ni un poco.

Las chicas de natación estaban disfrutando de su tiempo libre en la piscina por lo que me distraje por unos mili segundos. ¿Qué tenía que hacer para estar más cerca de Jeon todos los miércoles a la hora de salida? Exacto, ser parte del equipo de nado de la secundaria.

Me acerqué un poco más a la piscina y algunas chicas me sonreían amablemente, otras ni siquiera notaron mi presencia y seguían jugueteando en el agua.

— Parece que estás muy centrada en el agua. ¿Te gusta la natación? —esa voz la reconocí de inmediato y casi me caigo de cabeza a la piscina de no ser por mis buenos reflejos.

Era Jeon que estaba con una raqueta en mano y una botella de agua en la otra, siempre sonriente, tan lindo como todos los días.

— Ehh… s-si. —dije.

¡Diablos! Me había tomado desprevenida que ni siquiera me dio tiempo de esconderme o de refugiarme en alguna otra actividad como hoy en la hora de receso.

— Seguro vienes por las inscripciones de este semestre. Sería muy bueno verte competir con algunas escuelas vecinas en las olimpiadas de este año.

Ni siquiera sabía nadar.

— Oh no para nada, solamente vine a ver… —traté de ver hacia todos lados buscando una excusa válida porque ya había metido la pata diciendo que venía a la natación. —, a una amiga.

— ¿A una amiga? Oh, vienes a apoyarla.

— Si-si eso, exactamente.

— Que coincidencia yo también vengo a ver a un amigo que está aquí en natación, él es super atlético y divide su tiempo tanto en el tenis como en este deporte.

Asentí un poco nerviosa, no sabía de quien me hablaba pero como me gustaba tenía que fingir interés.

— ¿Te parece si nos sentamos en las gradas a ver a los practicantes y luego salimos a tomar unas malteadas con nuestros respectivos amigos?

Apenas tenía cincuenta centavos y la tarjeta del bus al tope. ¿De dónde iba a sacar dinero para las malteadas? ¿Y de dónde me iba a sacar una amiga en estos momentos?

Renunciar a esta oportunidad no podía. ¡Diablos!

— Claro. ¿Por qué no? —el sonrío y caminó hacia las gradas. Yo hice lo mismo y mientras él tomaba su agua yo lo veía fascinada.

— ¿Tengo algo en la cara? —pregunta.

— ¿Eh-eh? No, no para nada.

— Bueno. —respondió doblando la botella de agua para tenerla lista para el bote de basura. — Eres de la clase F, ¿verdad?

Me daba vergüenza admitirlo pero sí. Esa era mi clase, la peor de la escuela puesto a que mi ficha de inscripción había tardado eternidades en ser admitida. La clase F es conocida así porque somos los FALLOS de la escuela y la vergüenza de Corea.

— Así es. —respondí algo cabizbaja pellizcando mi mochila para calmar los nervios y la vergüenza.

— ¿Y quien es tu amiga?

Oh no.

Vi hacia todos lados fingiendo que la buscaba pero no encontraba alguna chica ñoña igual que yo que pudiera hacerse pasar como mi amiga.

Me quedaba decir la verdad o seguir con la mentira y decir que no había llegado.

— Oh, creo saber quién es. Es Hyolin, ¿verdad? Mira, nos está viendo desde hace rato.

¿ACASO CREÍA QUE HYOLIN, LA DIOSA DE LA SECUNDARIA ERA MI AMIGA? ¿ES QUE ÉL VIVE TAN ABAJO DE SUS LIBROS QUE NO SE DA CUENTA DE LAS COSAS?

— Ehh sobre eso… Hyolin es-

— Hola. —genial ahora vivía por siempre siendo interrumpida. Ambos miramos a quien nos había hablado y siendo sincera casi me da un paro.

— Hola Hyolin. —Jung Kook como siempre tan sonriente saludó a la diosa de la secundaria. Yo me quería morir porque una vez ella desmienta todo, Jungkook me odiará por el resto de mis días.

— Que bueno que Hyolin está aquí. Mi amigo no tarda en aparecer y podremos salir.

— ¿Salir? —pregunta Hyolin un poco confundida.

— Sí, es que Eunji y yo quedamos en ir por unas malteadas cuando salgamos y que mejor que tú y mi amigo nos acompañen.

— Oh, eso no podrá ser. Tengo unos asuntos que atender y Hyolin quizás estará ocupada con su clase de natación y la secundaria, ser la diosa de la escuela depende de mucho. —me excusé.

— No hables por mi, enana. —Hyolin parecía enfadada por mi repentina intervención.

Kook parecía estar feliz al estar en frente de Hyolin. Yo me sentía el mal tercio entre ambos.

— Podremos ir al centro sin ella, por mi no hay ningún problema. Mientras sea contigo podré estar segura, eso yo lo sé. —ok ahora me sentía una completa fiera. Hyolin le estaba echando unas cuantas miraditas pícaras y yo me sentía muy celosa por las sonrisas de Jeon hacia ella.

— Bueno Eunji, ojalá llegues a atender tus asuntos y te encuentres libre pronto. Tenía planeado ir también con un amigo pero parece él está ocupado con el entrenador.

Hice una reverencia mordiendo mi lengua por haberme echado a perder ESTA ÚNICA OPORTUNIDAD DE ORO.

Jungkook y Hyolin comenzaron a caminar mientras charlaban y reían.

Se suponía que debía ser yo la que estuviese muy campante a su lado. Pero mi gran boca solo supo malograr las cosas.

Traté de calmarme mientras veía a los amantes tan felices salir de la sala de natación para luego desaparecer por el gran patio de fútbol.

¿Y si me mataba en este mismo momento tirándome a la piscina para no salir jamás de ahí?

Todos comenzaron a salir porque al parecer las prácticas habían terminado. A lo lejos vi al amigo de Jungkook que recogía sus cosas y se secaba con una toalla de mano.

Quise hablarle. Pero, ¿qué le iba a decir?

© heather ↬ park jiminWhere stories live. Discover now