12: Tres horas de felicidad.

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Eunji:

Miraba mis pies moverse mientras Jimin hablaba del anuncio de un concierto de “Palaye Royale” en Estados Unidos.

— Es que realmente quisiera ir. Pero por el momento el tour solamente es para América. ¡Tengo mucha envidia! —dijo.

— Yo también quisiera ir Park, pero lamentablemente la vida no es justa. Al menos no para nosotros los fanáticos asiáticos.

Ambos asentimos algo descontentos. Y es que teníamos en común a muchísimas bandas de todo tipo. No solamente rock.

— ¿Y que tal te fue buscando a Jeon? —dije tratando de sacar temas de conversación.

— No logré encontrarlo. Parece que hoy no llegó a clases porque nadie lo vio.

— Entiendo. —dije asintiendo y tratando de encontrar la tarjeta del bus en mi bolsillo.

Jimin tenía la suya en la mano y poco a poco el bus se iba acercando.

— ¿No tienes tu tarjeta? —pregunta.

— No, por aquí debe estar. —dije abriendo mi mochila. Pero la ansiedad comenzaba a ganarme porque la gente comenzaba a formarse detrás de nosotros.

¡No era buena buscando cosas con gente viéndome y la presión a mil!

El bus se había acercado ya y no había encontrado mi tarjeta. Jimin rió por lo bajo y dijo:

— Tranquila, podemos esperar el siguiente y si gustas te pago el pasaje.

Maldita sea que vergüenza.

Asentí sintiéndome una maldita perdedora.

Él no dejaba de reír.

Recordé algo que desde hace mucho quería preguntarle.

— ¿Y por qué vienes conmigo si hace mucho que fuiste reelegido como líder de tu aula?

Se quedó tieso. Más tieso que mi pan de la mañana.

— ¿Y por qué sigues llegando por aquí si se supone tu también eres parte del equipo de líderes?

No podíamos decirnos nada.

— En mi caso es porque me dijeron que aún no estaban disponibles los buses escolares. Es por eso que hasta el lunes de la siguiente semana estaré tomando el bus normal. —me defendí.

Él sonrió con burla y dijo:

— ¿Quién te dijo eso?

Pensé.

— Un grupo de chicas medio pinkys.

Él echó una carcajada al cielo y respondió:

— Te han tomado el pelo.

Ya lo veía venir. Me vieron la cara de ñoña.

— Entonces. ¿Puedo ir a los buses escolares si ningún problema y tomar todos los beneficios de una vez? —pregunto.

Él asintió mostrándome una tarjeta.

— Siempre y cuando tengas una de estas.

Ahí entendí todo.

— Jeon no me dio una de esas. No aún.

— Se suponía te la daría hoy. Pero no llegó.

Asentí. Me vieron la cara de ñoña dos veces.

Pero aún quedaba la incógnita.

— Sigues sin responderme. ¿Por qué vienes conmigo si ya las dudas están claras?

© heather ↬ park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora