67: La noche más linda.

76 10 61
                                    

Aquel panorama que parecía verse abrumador resultó siendo cierto cuando se vio al pálido muchacho caer abruptamente al suelo al abrir las puertas de aquel departamento.

Todos los presentes, es decir, ambas parejas festejaban el día siguiente de la navidad como habían acordado.

Yoongi que colocaba la mesa se vio obligado a ver la fatídica entrada de dos personas que creía muertas hace tiempo.

Chaeyoung era la más confundida al ver a ese par de personas pasar por aquella puerta sin ningún problema.

No los conocía, había escuchado relatos hablados de un par de extraños que un día decidieron dejar todo atrás e irse lejos. Hasta la fecha nunca había conocido a la rubia pinky, una universitaria que traía el corazón hecho añicos al igual que su ex novio.

— No sabía que teníamos invita-

Aquella entrada no fue pasada por alto. Ni siquiera por Eunji, que después de dos años veía a la pareja que más le tuvo celos en su adolescencia.

A su lado estaba su fiel acompañante, el rubio que traía la fuente de comida en las manos se vio igual de confundido que su novia.

— ¿No nos invitan a pasar? —pregunta Jungkook con una sonrisa que más parecía una mueca llena de odio y sorna.

Chaeyoung había dejado de tomar la puerta para ir a Yoongi, que lucía intranquilo y sin saber, también mareado y fatigado.

Hyolin traía su característica belleza totalmente intacta, como si los años llenos de soledad jamás le hubieran pasado encima. Ella traía un conjunto Chanel blanco, característico de su posición social. Y ni hablar de Jungkook, que pronto había cambiado su vida para su bien al momento de formar parte de la familia Lee.

Ambas personas elegantes no fueron bien recibidas en el tercer piso de aquel departamento. Eunji que miraba con odio a la pareja se jactaba siempre de que debían irse si no querían problemas, pero Jungkook siempre respondía con un:

— ¿Les incomoda que hayamos llegado de tan lejos solamente para verlos?

Jimin por su parte traía una ira incontrolable atrapada en ambos puños, esperando el mínimo error por parte de su rival para atacar.

— Hyo, sabes que jamás te pediría esto, pero por favor, no son bienvenidos. —dijo el rubio tratando de apaciguar el tiempo.

La otra vez rubia había entendido la situación, ella era la más apresurada por querer salir despavorida de ahí.

Porque traía el corazón en las manos. Tenía al amor de su vida en los brazos de quien le habían dicho era su actual amor.

Pronto, y sin querer, Yoongi había caído al suelo atrayendo preocupación y un par de risas burlonas por parte del más alto.

— Yoon. Mi amor, por favor, despierta. —pedía Chaeyoung en el suelo.

Jimin conocía lo que se debía de hacer en estos casos, por lo que dejó la bandeja de comida en la mesa y corrió a traer un algodón con alcohol.

— Jeon, vámonos por favor. —pidió Hyolin al ver la situación, sabiendo que nada podía hacer porque su maldito acompañante no duraría dos segundos en dejar medio muerto al pelinegro que yacía en el suelo si ella se atrevía a ayudar a su ex amante.

— ¿Jeon? Espera, ¿tú eres Hyolin? —pregunta una Chaeyoung entregada a la furia total, dejando a su amor en manos de Jimin para ir hacia la inaceptable pareja.

Hyolin trató de ir detrás de Jeon, pero éste fue más rápido y respondió: — Sí. ¿Y qué?

— Váyanse, lárguense de aquí. Ustedes, en especial ella… NO TIENEN NADA QUE HACER AQUÍ.

© heather ↬ park jiminWhere stories live. Discover now