75: Jealous?

93 7 61
                                    

Ji Min:

Respiré profundo cuando al fin había dejado a Eun en su casa luego de nuestra cita, ya había pasado incluso una semana desde que supe que iba a ser papá.

Y aunque de vez en cuando la incertidumbre terminaba por matarme, a veces procuraba no ser tan malo con mi conciencia y ponerme a pensar con serenidad.

¿Podría ser un buen padre?

Ser papá es algo que siempre había querido, pero en un futuro muy próximo, o probablemente yo mismo me hacía a la idea de serlo porque según todos "era lo correcto". ¿Podría darme la oportunidad de amar sanamente a un pequeño ser que Eun y yo formamos con mucho amor?

Cuando supe la noticia no pude dormir del todo, e inclusive toda esta semana me mantuve despierto. Imaginando y pensando de lo que sería mi futuro con ella.

Habíamos hablado de casarnos, de mudarnos, de viajar y tener hijos si se daba la oportunidad. Pero todos esos planes se vieron volcados de un día para otro.

No podía quejarme porque al final de cuentas fue algo que ambos no decidimos hacer, pero así mismo asumimos las consecuencias por el bien de todos.

No era una persona del todo sana mentalmente, como cualquier joven aún tenía cuentas que saldar conmigo mismo. Inclusive Eun tenía muchas dudas sobre la maternidad.

— No es bueno compararnos con el resto de padres, mi amor. Eso es algo que me explicó la psicóloga. —recordé.

Lo cierto es que la sola idea de ser un ejemplo presente de un pequeño ser que refleja todo lo que uno hace, es una presión enorme a la cual no tenía pensado pasar de aquí a quince años más.

También había oído que tener hijos a cierta edad podría no ser una buena idea de pareja. En parte es cierto que los hijos traen alegrías, pero para muchos puede resultar el final fatídico de tu matrimonio.

Eun estaba totalmente emocionada con el embarazo. Habría preferido contárselo a alguien pero por el momento preferimos simplemente callar.

Queríamos disfrutar a solas a nuestro bebé por al menos unas semanas.

Ella ya había pasado un par de sus cosas a mi departamento hace ya mucho tiempo, pero por cada vez que venía dejaba un poco más hasta así vaciar por completo todas sus pertenencias y vivir aquí.

Por mi suegra todo era normal. Ella era la más feliz por nuestro compromiso y supo entender que teníamos ganas de vivir juntos. Quien sí puso muchos peros fue Seokjin, que lejos de entendernos con plática comenzó con su cuestionario.

Algo me decía que él sospechaba.

Volví a mis planos por toda la noche restante y como era costumbre otra vez comencé a imaginarme mi futura vida.

Una vida que ya estaba casi a la vuelta de la esquina.

Pero la sola idea de imaginarme con Eun siendo papás se convertía en uno de mis pasatiempos favoritos durante todo el día.

Ya ni en el trabajo me podía concentrar tanto porque siempre traía una sonrisa boba en el rostro.

Había conocido gente nueva en el trabajo, que lejos de ser adultos amargados se habían vuelto en un gran apoyo, en especial una amiga que había conocido ya en la secundaria pero que ésta vez la había tratado con más calma.

— Buenos días Soojin. —dije cuando la vi en el ascensor.

Ella rápidamente habría volteado a verme, y mientras acomodaba su cabello hacia atrás me respondió un: — Buen día MinMin.

© heather ↬ park jiminWhere stories live. Discover now