77: Frente a frente.

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Eun Ji:

Miré mi cuerpo en el espejo una vez más al mismo tiempo que acomodaba mi cabello con un gancho.

— Hoy saldremos con papá, mi amor. —dije entre mí al mismo tiempo que agarraba mis brochas de maquillaje sabiendo que tenía tiempo para ponerme aún más bonita.

Se suponía que él estaría aquí para el almuerzo pero llamó diciendo que no podría llegar a tiempo, que mejor apartara toda la noche para una exclusiva cita.

Y mientras trataba de hacerme el delineado derecho comencé a pensar otra vez en aquella colega de Jimin.

— Por dios Eunji. —me dije. — Otra vez con tus paranoias no.

Despejé mi mente con una sonrisa al intentar hacerme a la idea de que solamente eran pensamientos absurdos, y tomé mi celular para cerciorarme de que Jimin estuviese cerca o al menos me dé alguna señal de vida.

— Qué raro. Quedó en llamarme a las siete. —dije abriendo la aplicación de llamadas en caso no me haya percatado.

Absolutamente nada.

¿Hacía bien al llamar?

¿Y si estaba ocupado?

Pero soy yo.

Nunca se ha enojado por llamarlo aún en horario de trabajo.

Probablemente ya está cerca.

¿Y si está con ella?

Volví a mirar mi celular, ésta vez yendo al contacto de Jimin.

Iba a llamarlo, o al menos eso quise hacer, porque a mi celular llegó una llamada.

— ¿Hola mi amor? —respondí al saber que era su llamada.

— Hola mi amor. —dijo algo decaído.

Mierda, ésto no me daba buena espina.

— ¿Sucedió algo? —pregunté.

Rápidamente escuché un suspiro y supe que había algo malo en todo esto.

— Discúlpame mi cielo, creo que llegaré muy tarde. —dijo.

Rápidamente se me llenaron los ojos de lágrimas.

— Pensé que terminaría todo a tiempo por eso no dije nada. ¿Aún no te alistaste verdad?

Rápidamente miré mi reflejo en el espejo y supe que me habían dejado vestida, alborotada, con el corazón partido y una cita a medias.

— No. Estaba por meterme a bañar. —mentí tragando el nudo que traía atrapado en la garganta.

— Te la debo mi amor. Por favor.

— No te preocupes amor. —dije cerrando los ojos con pesadez. — Suerte, te esperamos para dormir.

Colgué la llamada al mismo tiempo que tiré el celular a la cama.

— Mierda, se estrelló en el suelo. —dije al ver cómo el aparato había rebotado hasta caer y dejar la pantalla hecha añicos.

Lloré en el suelo. La pantalla no era lo único roto de la habitación.

Recordar lo que había sucedido en la noche anterior no cambiaba absolutamente nada si es que tenía al frente a mi supuesto salvador de relación.

— ¡Hey princess! —me saludó sonriente.

Lo odiaba tanto.

— Ya estoy aquí. —dije sentándome en una mesa alejada de la multitud del comedor.

© heather ↬ park jiminWhere stories live. Discover now