72: Only.

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Ji Min:

Leí por última vez el mensaje de Eun cerca a las diez de la noche, cuando se suponía que todo estaría listo.

Como se lo había comentado a Hyolin desde hace ya un par de meses; tenía la intención de pedirle matrimonio a mi castaña.

Con un caramel macchiato en mano después de salir de Starbucks me subí al taxi que había pedido por una aplicación.

No había ido por ella porque ella quería darme una sorpresa, y bueno, al final yo también quería sorprenderla por lo que ambos nos encontraríamos en el restaurante que había apartado especialmente para esta fecha.

Traía los nervios en la punta de la lengua, y la caja del anillo de compromiso en el bolsillo de mi abrigo.

¿Cómo se supone que miraría a la heather de mi corazón en este preciso momento? Supongo que como era mi costumbre, mirándola como un completo bobo.

Vi que poco a poco el taxi estaba aparcando, por lo que respiré hondo esperando que todo salga como ya lo venía planeando.

Me bajé y agradecí, esperanzado de ver el taxi de Eun por aquí cerca, y así fue, me hizo esperar cinco minutos, aunque siendo sincero podría esperarla toda la noche.

— Eun… —dije viéndola como un completo bobo enamorado, dispuesto a amarla por mil eternidades más.

(mrks, escuchen la parte 3:10 hasta el 3:30 de coffee, LA GUITARRA SUENA HERMOSA 😭)

Mi corazón sin querer hizo una explosión de amor, como si una bomba de belleza hubiera halagado mi vista.

¿Alguna vez vieron un drama en donde el protagonista mira con mucho asombro y amor a su crush de toda la adolescencia? Bueno, así estaba yo.

Ella traía un ligero maquillaje pastel con brillos, aquella sonrisa tan linda que hacía resonar lo más profundo de mi corazón, ese aroma tan dulce que solamente se sentía cuando me abrazaba.

Me sentía en una escena de un drama, una en donde mi amor era correspondido, en donde mis besos eran aceptados e inclusive continuados.

— Te ves muy hermosa mi amor. —digo sinceramente.

— ¿Tú crees? —me pregunta dando una vuelta, dejándome ver aquel vestido negro ceñido a su silueta. — Hyolin se enteró que teníamos una cita y me asesoró.

Ella lucía totalmente hermosa, y yo, yo no perdía la oportunidad de verla y enamorarme para siempre de ella.

Cuando pasamos a nuestra mesa que justamente daba al gran ventanal del rascacielo la pude ver mejor.

— Me hizo pasar hasta por un salón de belleza, jamás me habían atendido tan bien. —me cuenta ella mientras se sienta y coloca la servilleta en sus piernas.

Yo hice lo mismo mientras la veía más asombrado.

¿Saben lo que yo daría por ver feliz a mi Eun como lo estaba ahora?

Ella traía una de sus mejores sonrisas, y por parte mía, mis nervios no podían jugarme en contra.

— Me han dicho que es muy difícil sacar reserva en este restaurante. —dice ella viendo la carta por el código QR.

— Tuve que sacarla hace tres meses. —digo imitando su acto.

— Pudiste haber escogido algo menos caro mi amor. —dijo viéndome a los ojos con una sonrisa de lado.

— Sé cuánto te gusta la carne, y me han dicho que aquí preparan la mejor de todo Seúl.

Eun y yo teníamos citas, no regulares porque nuestros horarios casi siempre se cruzaban, pero tratábamos de mantenernos juntos la mayor parte del tiempo.

© heather ↬ park jiminDove le storie prendono vita. Scoprilo ora