20. Invocación

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Capitulo dedicado a:Flor20perin   😉. Gracias por tus comentarios en cada capítulo💜.

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Al final pasaron dos días antes de que Lucifer pudiera  hablar con el chico cazador. En primer lugar porque tuvieron que moverse de la casa en la que habían estado, más que nada por no permanecer en un mismo lugar por tanto tiempo, sin embargo también porque el chico había estado evitándolo. Quizá no activamente pero se había empeñado en estar cerca de Azazel asegurándose de que su progreso era real. En parte eso estaba más que bien, después de todo Lucifer aún estaba molesto consigo mismo por haber reaccionado de una manera tan irracional por el cazador.

Ese día cuando sucumbió a la tentación de enrollarse con él, fue como si toda su racionalidad se fuera al carajo. Quería ensuciarlo, consumirlo, poseerlo. Y fue esa posesividad lo que más le molestaba, porque podía convertirse en una debilidad. Los seres humanos no solían darse cuenta de que la posesividad era un arma de doble filo. En ocasiones creer que se tenía poder y derechos sobre una persona podía volverse una obsesión, lo que a su vez podía dar pie a ser aún menos objetivo sobre todo. Lucifer sabía que si no ponía el freno a lo que sea que le estuviera pasando con Nash, podía convertirse en un verdadero inconveniente. Porque no se trataba solo de él, sino de la parte más oscura de su ser. Esa parte que mantenía confinada hasta el fondo, se estaba saliendo de control con facilidad y la razón era inquietante: su parte oscura quería reclamar a Nashville.

Debía ser muy cuidadoso con eso. O de lo contrario terminaría haciendo estupideces, como por  ejemplo... podía suceder lo de unos días atrás cuando había estado inconsciente y sintió el miedo de Nash atravesarlo, como si lo estuviera llamando, necesitando su ayuda. Despertó de golpe topándose con que la mente de "su Bambi" estaba siendo usurpada por Samael. La oscuridad en su interior se agitó llena de furia y fue esa la razón por la que sin esperar explicación alguna, atacó a Sam. Las ganas de matarlo fueron reales y de no haber sido por Nash, puede que la existencia de Samael hubiera desaparecido. Esa perdida de control no tenía excusa alguna. No solo porque jamás en su vida había defendido a un humano; sino también porque estuvo cerca de hacer daño a su aliado más fiel, uno de los pocos en los que realmente podía confiar.

Entonces necesitas controlarse y rearmar sus barreras. Sabía que no iba a poder aislarse del todo teniendo en cuenta la conexión que parecía haber desarrollado con el chico. Aún así, al menos iba a intentarlo, porque se negaba a que ese mocoso se volviera su debilidad. Si  eso sucedía…a su memoria llegó un destello de la pesadilla que observó en la mente de Nash unos días atrás. Se removió inquieto sobre sus pies. Hmm, no podía seguir perdiendo el control. Si ya de por sí los grilletes volvían las cosas un poco complicadas, no quería agregar más al montón de mierda que llevaba encima.

Avanzó por el pasillo yendo hacia la habítación en la que tenían a Azazel. Aún no había despertado, pero lo haría pronto. Según Sam su energía era mucho más fuerte, casi había llegado a un nivel lo suficientemente saludable como para que reaccionara. Y esa era otra cosa de la que debía ocuparse porque cuando Azie supiera que había mancillado a su mocoso, no estaría para nada feliz. ¡Y por eso era importante cuidar dónde metías (o en su caso dónde frotabas), la polla!. Pero es que Nash se había vuelto tan irresistible, con esos ojos de ciervo y las malditas pecas que solo se hacían más visibles con el rubor que cubría su rostro cuando estaba excitado.  De solo pensarlo un delicioso calorcillo viajan hacía su…

Debía dejar de pensar en eso. Por una vez para él resultaba más fácil decirlo que hacerlo y por supuesto, detestaba esa sensación de no tener el control ni siquiera de sus propias acciones. 

La Oscuridad Seduce ©Where stories live. Discover now