Extra 11: Segunda oportunidad

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Así que este es un gran ¿Y sí…? que va a a doler un poco, pero tiene final feliz. Básicamente veremos lo que habría pasado si Gabriel y Nash no hubieran logrado sobrevivir al bajo cielo.

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"Han pasado treinta años humanos ¿Cierto?

"Sí. No parece mucho, pero en realidad lo es. Jamás creí que Lucifer dejara el trono por voluntad propia".

"¡Ni yo!"

"Fue tan repentino. Los últimos rumores fueron que Lucifer se había ido a vivir al mundo humano con un cazador…"

"¡¿De qué estás hablando?! Ese cazador murió…o eso es lo que dicen".

"De cualquier manera ya ha pasado mucho tiempo. Al menos Samael y Miguel han logrado mantener el infierno en orden".

"Sí, la mejor parte es esa, saber que un arcángel le dio la espalda al cielo y decidió convertirse en un caído por voluntad propia. Aunque el hijo de puta sigue causándome miedo a rabiar".

Esas era las charlas que iban y venían en el infierno. La desaparición de Lucifer era un tema que salía a relucir cada cierto tiempo y en esta ocasión tomó más relevancia debido a que se cumplían 30 años desde el día en que simplemente se esfumó y no se supo más de él. Los rumores decían que Samael era el único que de verdad sabía en dónde se encontraba. Otros decían que Miguel lo mató por fin y que por eso ahora tenía parte de las autoridad en el infierno.

Cual fuera la verdad, los demonios, caídos y demás seres que habitaban el infierno empezaban a inquietarse de verdad, porque si Lucifer no volvía…¿Qué se supone que harían? No era la primera vez que se iba por una temporada dejando a alguien más a cargo, sin embargo…esta vez parecía que no iba a volver, lo cual era inaudito.

Poco sabían todos ellos que Lucifer había elegido encerrarse a si mismo lejos de todo cuando sintió que la oscuridad, la furia, el miedo y el dolor empezaban a consumirlo en el momento exacto en que su hermano, el arcángel Gabriel, murió, dejando su alma y la de Nashville Basil Madow, perdidas en el bajo cielo, un lugar del que no había retorno.

~~*~~

—¿Hay algún cambio?— preguntó viendo a través del cristal. El cuerpo que descansaba del otro lado suspendido en el aire no parecía haber cambiado en lo absoluto. Es solo que no podía permitirse perder la esperanza.

—No— dijo Baphomet parándose frente al cristal, toqueteando los paneles electrónicos integrados que mostraban todas las lecturas energéticas y de signos vitales—. Aunque ayer sucedió algo interesante. Y hoy más temprano también.

Miguel no quería hacerse ilusiones, pero de todos modos se giró hacia Baphomet casi conteniendo el aliento sobre lo que estaba a punto de decir.

Desde que Nash y Gabriel murieron tantos años atrás, Miguel no había perdido un solo día en volver al laboratorio de Baphomet para preguntar si algo en la situación de su hermano menor había cambiado. Y cada día se llevaba la misma decepción. No quería aceptarlo pero cada vez era más difícil mantenerse en su convicción de que Lucifer despertaría pronto o que lo haría en algún futuro por muy lejano que este fuera. 

La Oscuridad Seduce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora