Capítulo 4

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Voy mirando atentamente el lugar para no extraviarme. A noche había llegado sin darme cuenta pero ya no era de noche podía ver claramente, al llegar la vi sentada en el suelo cabizbaja llorando mientras sus muebles eran cargados a un camión, varios hombres se encontraban allí, ella sostenía en sus manos un papel y en la puerta había colgado un letrero de embargo, me detuve lo más rápido posible y baje del vehículo pude sentir las miradas sobre mi pero no me importó fui directo a ella y toque su mentón levantando su cabeza viendo como sus ojos trataban de enfocarme ya que no podían por la luz cegadora del sol y las lágrimas en ellos pero al hacerlo se asombraron

—¿que ha sucedido?—

Le pregunté suavemente para evitar que se alarme aunque mi ceño estaba fruncido. Trato de limpiar sus mejillas mojadas y quitó mi mano de su mentón e intento de levantarse pero aún así traté de ayudarla a ponerse de pies, sin poder mirarme directamente a los ojos y abrazando su brazo izquierdo me habló

—¿para que quieres saber que me pasa? ¿Que hace usted aquí nuevamente?—

—quiero ayudarla ¿por qué llora usted?—

—no lee usted lo que dice en al puerta ¿y por qué razón usted quiere ayudarme a mi señor? Usted no me conoce—

—ayer me ayudaste, es lo menos que puedo hacer por ti—

—no necesito la ayuda de usted estoy bien, así que ahórrese su ayuda y váyase por donde mismo vino ya me ha causado bastante problemas—

Vi un hombre acercarse y sin nada de gentileza hablar

—señora firme aquí, necesitamos marcharnos y deme las llaves del lugar—

Pude ver su cuerpo temblar levemente y como resopló, sin importarme arrebate el papel de las manos de ella y lo leí

—¿en serio la están embargando por quince mil euros?—

—oiga, ¿que le pasa señor? no se meta en mis asuntos devuélvame eso—

trato de quitarme el papel pero soy lo suficientemente alto como para que pueda alcanzarme intento dar saltitos pero nada valió.

—ella no firmará este embargo bajen todos sus muebles de ahí, me encargaré de esto personalmente-

—¿quien es usted para decirnos que hacer? esto es una orden directa del banco hacemos nuestro trabajo—

Le di una mirada sin ninguna gracia y chasquee con la lengua vociferando y usando solo una milésima parte de todo el poder que podía tener.

—me pregunto usted quien soy pues, mucho gusto (extendí mi mano) soy hijo de Basilio Giordano y Margaret Williams de Giordano,  dueños de Prevalent Wealth Management; una empresa de servicios financieros más antigua de toda escocía. Somos líderes en inversiones bancarias y gestión de activos financieros e inversiones privadas y líderes en exportaciones de cervezas. En 1990 mi padre tuvo una capitalización de más de 275.047 millones de euros. Si le interesa saber algo mas pues me deja saber—

Sus caras fueron todo un poema y por unos leves segundos me alegré mucho de ser quien soy.

—pues... su nombre, no me lo dijo—

—Bruno Giordano, ¿no sabe usted quién es el dueño de prevalent Wealth Management? Justo se lo acabo de mencionar y todo el mundo sabe que mi padre solo tiene un hijo—

Los rostros de cada uno de ellos palidecieron y pude ver aquella mujer mirarme como si vio a un fantasma dando un paso más alejada de mi  <<¿ahora que le pasa? Creo que fue la única que no le agrado saber quien soy>> pensé

Millonario $in escrúpulos.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ